Despidos en tecnología: las empresas locales miran con cautela el 2023

En lo que va del año, a nivel mundial (incluyendo Argentina) se despidieron a más de 140 mil personas en el sector. Empresarios locales analizan el impacto en Mendoza.

El sector tecnológico presentó más de 140.000 despidos a nivel mundial en lo que va de 2022 (Foto: Freepik)
El sector tecnológico presentó más de 140.000 despidos a nivel mundial en lo que va de 2022 (Foto: Freepik)

“Mauricio, ¿te contestó la persona que te dije para la nota tecnológica?” “No, estoy llamando desde ayer, pero no me contesta” “Mejor dejá de insistir, parece que entró en los últimos despidos”. Esa situación, vivida hace tres semanas, sirve para ilustrar un problema mundial que también está impactando en Argentina y Mendoza: el despido de miles de trabajadores en el sector tecnológico y la cautela del sector con miras a 2023.

En los últimos meses, varias empresas de primera línea anunciaron una serie de despidos mientras que otras comunicaron que iban a desacelerar el ritmo de contrataciones. Según el sitio web Layoffs.fyi, que mide despidos en compañías tecnológicas, al 1 de diciembre unas 889 empresas habían despedido a 142.540 empleados. Sólo en noviembre, 196 empresas despidieron a 51.048 personas, un mes que casi triplicó a junio, el segundo mes con mayor cantidad de despidos en 2022 (17.584 personas).

Es importante aclarar que en la provincia no se habla de despidos masivos, pero sí hay cautela en un sector que hasta hace poco parecía no encontrar techo. El tema impactó de manera pública hace una semana con una carta abierta de Lemon Cash, una billetera virtual argentina, en la que su CEO, Marcelo Cavazzoli, anunciaba que despedirían a un 38 % de su plantilla (cerca de 100 de sus 260 empleados).

Aun cuando este año Lemon Cash alcanzó una ampliación de US$ 27,8 millones en la ronda de inversión que habían tenido en julio de 2021, Cavazolli dijo que buscaban “no tener que depender de inversiones por los próximos tres años, que serán muy duros”, ya que avizoran un panorama complejo para las pequeñas empresas.

Otra marca nacional que se sumó en la última semana a los despidos fue Ualá, la empresa de finanzas tecnológicas (fintech). En este caso, fue por un cantidad menor de empleados, 53 personas (un 3% de su personal en la región) y la justificación oficial fue que había una superposición luego de fusionar sus operaciones con otras cuatro compañías: Wilobank, Ceibo Créditos, ABC (banco en México) y Empretienda.

En la última semana, también despidieron personal Etermax (videojuegos), Tiendanube (comercio electrónico), Kavak Argentina (alquiler digital de autos) y Digital House (educación online) . Varias de estas desvinculaciones empezaron a conocerse en la red social LinkedIn por parte de los propios despedidos, y luego se fueron confirmando con el pasar de las horas.

El efecto de la “postpandemia”

¿A qué se debe esta situación en el sector? El economista Maximiliano Morales explicó que la tecnología tuvo una tasa de crecimiento muy rápida en plena pandemia, con compras online y servicios de streaming para pasar el tiempo libre. Muchas empresas pensaron que la tendencia continuaría y aumentaron su personal para hacerle frente a la demanda, pero en la “postpandemia” la gente prefirió salir de su casa.

A esto se suma algo más, que tiene que ver con la inflación que se empieza a desatar después de la guerra en Ucrania, con aumentos en el costo de energía y de alimentos porque Rusia era proveedor de fertilizantes”, afirmó Morales. Ante esas situaciones, el consumidor cuida el bolsillo y las inversiones se contraen.

Para este economista mendocino, se puede tomar el caso de “la burbuja de las punto com”, cuando en el año 2.000 muchas empresas tecnológicas cotizaban en un valor por encima de lo que correspondía y la “burbuja” finalmente explotó. “Así como antes, estas empresas tecnológicas no van a retomar ya al nivel de la pandemia, pero sí podrán crecer de manera paulatina”, analizó Morales.

Un poco la lógica del mercado hoy es ser más prudente y reducir riesgos, quizás perdiendo ventas, pero sin arriesgarse a inversiones fuertes que puedan costar la quiebra y el despido de más personal. Hay que recordar que las empresas tecnológicas compiten fuertemente por el talento, y que el hecho de despedir a sus empleados les hace perder puestos en los ránkings de valoración.

En cuanto al impacto en Argentina, Morales lo divide en dos tipos de empresas. Hay algunas, vinculadas al ritmo internacional como Lemon Cash, que esperaron un gran crecimiento y contrataron más personal del necesario. En cambio, hay otras más pequeñas que se fueron moviendo “paso a paso”, sin arriesgar una fuerte inversión en contrataciones y que por ende no deberían verse empujadas a despedir personal.

El impacto en Mendoza

“Dentro del sector tecnológico en Mendoza, estamos viendo mayor cautela con respecto al reclutamiento”, comentó Facundo Corfield, Head of People (gerente de talento) de la empresa local InterBrain. Esta compañía comenzó el año con una dotación de personal y terminará con la misma cantidad, aunque el plan original era sumar más personas.

Si bien el panorama no es claro, Corfield entiende que hay una menor liquidez en el mercado y por lo tanto los llamados “Venture Capitals”, fondos de inversión de capitales de riesgo, están siendo más “quirúrgicos” con el destino de sus fondos. Varias empresas nacientes necesitan primero invertir en producto y marketing para posicionarse y atraer muchos usuarios antes de generar sus primeros ingresos, y para eso utilizaban estos capitales.

“Hubo años de mucha liquidez y eso se está contrayendo. Hay empresas que crecieron a través de fondeos de este tipo, mientras que otras como la nuestra nacieron y crecen con fondos propios, no recibimos fondos de afuera para desarrollar nuestro negocio”, comentó el gerente de talento de Interbrain. Las startups (empresas tecnológicas nacientes) que requieren fondeos de terceros para desarrollarse, sobre todo en los primeros años de vida, podrían ver afectado su crecimiento y desarrollo.

A la hora de analizar su implicancia en la provincia, el presidente del Polo TIC Mendoza, Rafael Kemelmajer, consideró que es importante mantener la cabeza fría y observar el panorama completo: “Lo entiendo cómo ajustes naturales del mercado por expansiones o contracciones de la demanda y, en otros casos, está asociado a compras, fusiones y adquisiciones”.

En ese sentido, es tan alta la demanda de empleos relacionados al software en el mundo que “estos casos que observamos de despidos, posiblemente serán reabsorbidos por otras empresas de forma muy rápida”. Kemelmajer agregó que, en el caso de países con fuerte flexibilización laboral, como EE. UU., es normal ver estos fuertes movimientos de despidos y contratación en diferentes sectores.

Incluso, mencionó que se vieron más despidos en ese país que en Argentina durante la pandemia y luego tuvo una recuperación económica más veloz. “No creo que estos cambios generen cambios importantes en el mercado local”, consideró el presidente del Polo TIC Mendoza.

Para Fernando Galante, CEO de Ohana y Chimpay, empresas fintech nacidas en Mendoza y vinculadas, “está difícil todo el sector tecnológico en general”, sobre todo porque muchas compañías de EE. UU. habían apostado por expansiones agresivas y ahora deben dar marcha atrás, a la vez que actualmente se valoran las empresas eficientes y no solo a las de mayor crecimiento.

“A nivel local hace tiempo esto se veía venir. Nosotros nos pusimos un poco más cuidadosos, más selectivos en nuestras proyecciones de crecimiento, apuntamos a no crecer tan rápido, cuidar el capital y eso es lo que hemos hecho en el último tiempo, cambiando proyecciones de expansión”, comentó Galante.

El hecho de cambiar los planes de crecimiento implicó dejar ir a muchos recursos humanos que recibían mejores propuestas laborales, ya que en este sector interconectado la competencia por el talento es mundial. “Eso hizo que a nosotros se nos achicara el equipo, pero fue más por un proceso natural que por despidos”, afirmó este CEO.

Oportunidad hacia adelante

Mientras que las empresas en países desarrollados buscan recortar gastos, los profesionales argentinos se presentan como una opción económica y de buen nivel. Es el caso de Damián, que trabaja como freelance para empresas de otros países y no cree que se vea reducido su trabajo por estos despidos, sino al contrario, porque los programadores argentinos cuestan la mitad o hasta un tercio que lo que se paga a uno de EE. UU.

“Mi intuición me dice que han despedido más gente local de esos países. Además, más allá de que quienes despiden son gigantes como Microsoft y Twitter, la tecnología está cada vez más presente en distintos rubros. Ahora conocí un proyecto de Volskwagen que incluye tecnología blockchain”, ejemplificó Damián. Más allá de la “inestabilidad económica”, el trabajo de programadores probablemente siga creciendo “y nos van a seguir buscando, este sigue siendo un buen rubro para trabajar”.

El lado positivo que rescata Fernando Galante es que de vuelta se presta atención a la eficiencia de las empresas, lo que obliga a analizar cada producto y buscar valor agregado. “Creo que quienes logren pasar esto van a salir más fortalecidos. Así como con ‘la crisis de las punto.com’ muchas empresas desaparecieron, también de ahí surgieron algunas como Google, Amazon y Apple”, comentó el CEO de Ohana y Chimpay.

Además, Galante señaló que en la provincia hay muy buenos recursos y apoyo del sector público para ser un hub tecnológico: “Lo positivo de Mendoza es que no hubo proyectos exuberantes que salían a contratar miles de empleados con millones de dólares. En esta época mala, nos juega a favor no haber sido tan agresivos y que no estemos con ese riesgo”.

Una tendencia mundial

Por citar algunos ejemplos concretos de empresas y despidos, en noviembre Amazon anunció que un 10% de su plantilla dejaría sus puestos, es decir que despediría a 10.000 personas. La empresa de Jeff Bezos recortaría personal en áreas como organización de dispositivos, división minorista y de recursos humanos. Mientras que Mark Zuckerberg anunció la salida de 11.000 empleados de Meta (marca que integra a Facebook, WhatSapp e Instagram), lo que representa un 13% de su plantilla.

A poco tiempo de que el magnate Elon Musk se convirtiera en dueño de Twitter, fue despedida la cúpula directiva y se planea despedir a cerca de la mitad de sus 7.500 empleados en “la red social del pajarito”. Del otro lado del mundo, el gigante chino del comercio electrónico, Alibaba, despidió a cerca de 9.000 empleados, de modo que no se trata sólo de un tema regional.

Vale aclarar que los despidos no son solo de empresas de software, sino también de hardware o maquinaria electrónica. En menor medida, Microsoft anunció el despido de alrededor del 1% de su plantilla, lo que afectaría a unas 1.000 personas. Por otro lado, la empresa HP (de computadoras e impresoras) adelantó que de aquí al 2025 despedirá entre 4.000 y 6.000 empleados.

En un reciente artículo de Forbes Argentina, donde se hace una enumeración de los anuncios en noviembre de despidos o de congelamientos de planta, también figuran las siguientes empresas: Disney (audiovisual), Jull (cigarrillos electrónicos), Barclays (servicios financieros), Salesforce (software), Zendesk (software), Chime (servicios financieros), Lyft (viajes compartidos), Stripe (servicios financieros) y Upstart (plataforma de préstamos).

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