Bodegas de Argentina y el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este volvieron a cuestionar con dureza el funcionamiento de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR). A través de comunicados difundidos en la red social X, ambas entidades manifestaron su respaldo al proyecto de ley impulsado por el diputado nacional Damián Arabia, que busca desregular los aportes obligatorios al organismo.
“Bodegas de Argentina no participa en COVIAR desde el año 2019”, recordó la institución, y justificó su salida por la “falta de transparencia, modos de proceder y eficacia en su gestión”.
Pese a no integrar actualmente la corporación, la cámara advirtió que las empresas del sector están obligadas por ley a aportar recursos a la COVIAR, y que incluso “son inmovilizadas sus operaciones” en caso de incumplimientos o demoras en los pagos. Por ese motivo, manifestaron su apoyo a cualquier iniciativa “tendiente a mejorar esta situación”.
“Celebramos las iniciativas de desregulación que permitirán a las bodegas cumplir con sus objetivos de manera más efectiva y eficiente”, expresó la entidad, que agrupa a más de 200 bodegas de todo el país, desde grandes exportadoras hasta firmas medianas y pequeñas con foco en el mercado interno.
Además, el comunicado aludió al contexto actual del sector: “El vino argentino atraviesa un momento difícil, por lo que consideramos que llegó el momento de dejar de sostener de manera compulsiva a instituciones que no cumplen con su propósito”.
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Desde hace años, Bodegas de Argentina mantiene una postura crítica frente a la gestión institucional del Plan Estratégico Vitivinícola, cuya ejecución depende de la COVIAR.
“Estas obligaciones terminan sumándose a una carga impositiva imposible de sostener en este nuevo modelo”, concluyó la cámara, en línea con los planteos que distintos sectores productivos vienen haciendo en el marco del debate sobre la reforma del Estado.
Por su parte el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este, también se expresaron en Twitter, y sostuvieron: "El Centro retiró su participación de COVIAR en 2014. Desde entonces pedimos eliminar la contribución obligatoria ya que no se habían cumplido los objetivos del PEVI, vencido en 2020.Hoy es una carga. Bienvenido el proyecto de ley y esperamos el apoyo de los legisladores mendocinos"
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Coviar y el proyecto de derogación
Damián Arabia, diputado nacional por el PRO y autor del proyecto para derogar la ley que obliga a aportar a COVIAR, afirmó a Los Andes que la iniciativa forma parte de un debate más amplio sobre el derecho a la libre asociación y la necesidad de eliminar lo que considera “costos ocultos” dentro del sistema productivo argentino.
“Bueno, aquí hay dos cuestiones, ¿no? Una, si se quiere, conceptual, filosófica de fondo, y una concreta sobre el mundo vitivinícola”, explicó Arabia. En relación al sector, sostuvo que COVIAR “hace muchos años está siendo muy cuestionada” y que muchas bodegas han decidido retirarse por denuncias de “falta de transparencia, modos de proceder y falta de eficacia”.
Desde que presentó la propuesta, Arabia aseguró haber recibido “decenas y decenas de mensajes de pequeños y medianos productores” que le agradecieron por abordar una situación que los afecta de manera directa. Además en Mendoza obtuvo el apoyo de la vicegobernadora Hebe Casado y los intendentes de Junín y San Martin.
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En línea con Bodegas de Argentina, Arabia sostuvo: “¿Por qué hay que hacer un aporte compulsivo, una contribución que prácticamente termina siendo como un impuesto, a una asociación a la que no querés pertenecer?”, se preguntó.
“El derecho a asociarse es una libertad, es un derecho constitucional. Pero no es una obligación”, remarcó el legislador, quien además vinculó esta discusión con otras prácticas similares en diferentes ámbitos, como las cuotas sindicales solidarias o las contribuciones a ciertas cámaras empresarias.
Para Arabia, este tipo de aportes forzosos forman parte del “costo argentino” que encarece los procesos productivos y se termina trasladando al consumidor: “Después nos preguntamos por qué en Argentina las cosas salen más caras. Bueno, porque hay un cúmulo de pequeños costos, contribuciones e impuestos invisibles que peso tras peso complican la vida del productor”, argumentó.