ENVIADA ESPECIAL A MAR DEL PLATA. - En Mar del Plata, durante el Coloquio IDEA 2025, el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, planteó este viernes que la Argentina necesita una reforma fiscal integral que no solo busque equilibrar las cuentas públicas, sino que también incentive la inversión, el empleo y las exportaciones.
Según Cornejo, el actual esquema impositivo no promueve el trabajo ni la reinversión y, en muchos casos, resulta regresivo, afectando el desarrollo económico del país.
El mandatario destacó además que la educación debe acompañar la transformación productiva, con políticas sostenidas que incluyan alfabetización digital y formación orientada al trabajo.
Reforma fiscal y desarrollo económico
Al exponer en el panel “La visión de los Gobernadores (II)”, Cornejo sostuvo que la reforma fiscal es “urgente e inminente” y que no basta con mantener el equilibrio fiscal. Destacó que Mendoza, junto con otras provincias, ha avanzado en reducir impuestos distorsivos como ingresos brutos, al cheque, exportaciones y sellos, que actualmente representan casi el 8% del producto.
Para él, una verdadera reforma debe contemplar también una modificación de la coparticipación nacional, ya que algunas provincias reciben casi todo de los fondos coparticipables y carecen de incentivos para generar inversión privada.
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Cornejo recordó que en 2017, durante su primera gestión, impulsó junto a Rogelio Frigerio, por entonces ministro del Interior y hoy gobernador de Entre Ríos, el Pacto Fiscal, que redujo impuestos y permitió que los tributos distorsivos disminuyeran significativamente, una medida que calificó como “la más importante de todo este tiempo”.
Educación para el trabajo y políticas sostenidas
Cornejo aseguró que los cambios educativos requieren tiempo y continuidad. En Mendoza, se modificó la enseñanza de leer, escribir e interpretar textos, con resultados visibles recién seis años después en las pruebas PISA.
Destacó que la educación debe vincularse con la demanda laboral concreta: muchas carreras terciarias y universitarias no responden a necesidades productivas, lo que obliga a “imponer la autoridad del sistema” para garantizar que la formación tenga salida laboral.
En relación con los sindicatos, señaló que deben representar el interés docente legítimo, pero no “gobernar el sistema”, porque eso distorsiona los objetivos del servicio público y limita la reconversión laboral de los estudiantes.
Cornejo puso ejemplos de Mendoza, donde carreras como licenciaturas en turismo o ambiente no tenían demanda, y explicó que se ajustaron los programas para responder a necesidades concretas, como formar chefs o personal hotelero capacitado.
Experiencia federalista y gobernanza provincial
Cornejo destacó que cualquier reforma fiscal debe tener en cuenta las diferencias entre provincias. Señaló que algunas, como Mendoza, necesitan mantener impuestos propios para incentivar la actividad privada, mientras que otras dependen casi por completo de la coparticipación.
Según él, “hay provincias que no tienen el más mínimo incentivo para tener actividad privada, porque lo reciben casi todo de los fondos coparticipables”, y advirtió que esto genera distorsiones en el empleo público y en la inversión local.
El Gobernador agregó que los rankings sobre carga impositiva suelen ser engañosos si no se consideran estas diferencias: “Si analizás, hay una correlación directa entre mayor ingresos brutos y menor resultado per cápita de la coparticipación. Cuanto más recibo de coparticipación, más empleo público tengo; entonces está distorsionado todo el sistema”. Para Cornejo, estos desequilibrios muestran que una reforma fiscal federalista es imprescindible, combinando la reducción de impuestos distorsivos con ajustes en la coparticipación nacional.
Asimismo, subrayó que la reforma tributaria no puede pensarse solo a nivel nacional: “Los Estados provinciales han hecho grandes avances sobre el gasto para poder bajar impuestos, pero otras provincias no tanto. Una reforma integral debe contemplar esta diferencia”, destacó, señalando nuevamente la experiencia de Mendoza como ejemplo de gestión eficiente y de largo plazo.