6 de junio de 2025 - 07:15

Cómo está operando la mina de oro Gualcamayo, a la espera del RIGI

El proyecto para construir una nueva mina, que permita poder extraer y aprovechar el mineral que se encuentra en otro tipo de roca, espera la aprobación.

La mina de oro Gualcamayo, en el norte de San Juan, a apenas 25 kilómetros del límite con La Rioja, tenía fecha de caducidad: el 31 de diciembre de 2023. Sin embargo, cuando ya habían presentado el plan de cierre, apareció un nuevo comprador, que decidió invertir en un hallazgo de 2017: una formación con más de 3 millones de onzas de oro de recursos certificados, que incluyen 1,6 millones de onzas en la categoría de reservas.

En la mina no se está realizando explotación desde hace más de un año, pero se sigue obteniendo oro a partir de la lixiviación secundaria del material. Es que el proceso, que consiste en verter solución cianurada sobre la roca previamente triturada para que los metales -oro y plata- se vayan separando y se deslicen (en un circuito cerrado) hasta un sitio cubierto con geomembrana para ser capturado, no es tan eficiente y, de cada 100 onzas de oro en la pila, se sacan entre 55 y 60.

Mina de oro Gualcamayo, en San Juan
La mina Gualcamayo tiene un sector donde el mineral se obtuvo en forma superficial y otro, contiguo, donde se avanzó en la explotación subterránea. 

La mina Gualcamayo tiene un sector donde el mineral se obtuvo en forma superficial y otro, contiguo, donde se avanzó en la explotación subterránea.

Esto deja un remanente de unas 40 onzas que se pueden seguir obteniendo a partir de esta lixiviación secundaria. Los técnicos de Minas Argentinas -la empresa que compró el grupo Aisa, del español Juan José Retamero- explican, de modo muy gráfico, que es como cebar un mate: el agua caliente permite sacar la infusión. Sin embargo, en este caso “vienen cebando con la misma yerba desde hace 15 años” y calculan que esto deja unos tres a cinco años hasta que lo existente se agote.

La mira está puesta en un nuevo proyecto, denominado Carbonatos Profundos, que es un cuerpo mineralizado que se encuentra a varios metros por debajo de donde se estuvo obteniendo mineral de manera subterránea (también hay un sector cercano de explotación superficial). Además de saber que hay más de 3 millones de onzas de oro, se siguen realizando tareas de exploración para incrementar los recursos.

La iniciativa se encuentra en la etapa de factibilidad técnica y económica, y esperan poder concluirlos para 2026. Luego, se presentará el pedido de aprobación ambiental, con lo que se podría avanzar en la construcción de una nueva mina y de otra planta de procesamiento en 2027. Es que, en este sector, el oro y la plata están presentes en otro tipo de roca, por lo que para su obtención se requiere de un proceso algo más complejo y las instalaciones actuales no sirven.

El proyecto fue presentado en el RIGI el 8 de noviembre de 2024 y el plazo inicial que les habían informado desde el Gobierno nacional era de 45 días hábiles, que se extendió considerablemente, aunque desde la empresa indican que ha habido una serie de pedidos de ajustes y de consultas sobre la iniciativa, y que estiman que la gestión está avanzada.

Mina de oro Gualcamayo, en San Juan

Además de la mina y la planta, se contempla la instalación de un parque de energía fotovoltaica, que producirá 50 Mw. Pero ya están elaborando otro proyecto, que también presentarían al RIGI, de uno mucho más grande, de 500 Mw, para lo que también requieren de un nuevo tendido de conexión a la red, lo que les permitirá vender la energía a todo el país.

La inversión inicial que habían presentado al RIGI era de unos US$ 1.000 millones, pero recientemente le solicitaron a la empresa que retirara de la iniciativa otra rama que había presentado: la elaboración de cales industriales. En Gualcamayo se han acumulado más de 400 millones de toneladas de calizas de alta pureza ya trituradas, que requieren ser tratadas en hornos industriales y, para alimentar esos hornos, de extender el tendido de gas natural hacia el norte de la provincia.

Resaltan que el yacimiento tiene una ubicación privilegiada para poder enviar estas cales a los principales demandantes: los proyectos de cobre y de litio ubicados en San Juan, Catamarca y Salta, e, incluso, en el norte chileno.

La pequeña población, de 240 personas, que trabaja y vive parte de la semana en Gualcamayo, se había preparado para dar cierre, después de haber extendido la vida útil inicial de la mina, proyectada de 8 años, a 15. Pero la decisión de los nuevos dueños de avanzar en el proyecto Carbonatos Profundos ofrece un horizonte de producción de entre 100 a 120 mil onzas de oro anuales durante un período mínimo de 17 años (sin incluir los resultados de la exploración presente y futura). Y deslizan que hay otra formación muy cercana que también presenta un panorama interesante.

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