El exministro de Economía Domingo Cavallo cuestionó con dureza el manejo monetario, financiero y cambiario del Gobierno nacional y advirtió que las reformas estructurales que necesita la Argentina no podrán alcanzarse mediante decretos de necesidad y urgencia, sino a partir de consensos que se generarán únicamente si se logra estabilizar la economía.
A través de una publicación en su blog personal, el ex funcionario consideró “paradójico” que el presidente Javier Milei, quien hizo campaña defendiendo la dolarización, mantenga controles e intervenciones discrecionales en el mercado cambiario. Según Cavallo, esa política es la misma que durante dos décadas alimentó la inflación y “desorganizó por completo la economía”.
“El peso dejó de ser una moneda convertible desde 2002. Esto es lo que debería cambiar”, enfatizó el economista, al tiempo que remarcó que no puede haber convertibilidad sin disciplina fiscal ni acceso voluntario al financiamiento.
Si bien valoró el esfuerzo oficial por eliminar el déficit, criticó que se lo haya hecho “utilizando la inconvertibilidad de la moneda” y apelando a controles de cambio. “El error fue buscar una baja rápida de la inflación con manejos discrecionales y erráticos de la política monetaria”, afirmó.
En su análisis, Cavallo señaló que la actividad económica, que venía recuperándose hasta abril de este año, se encuentra estancada desde marzo y que las expectativas del mercado anticipan un dólar por encima de la banda oficial hacia fines de 2025. También responsabilizó al equipo económico de “imprevisiones e improvisaciones”, entre ellas la falta de acumulación de reservas durante 2024 y las modificaciones en los instrumentos financieros como Leliqs, Lefis y encajes bancarios.
El ex ministro propuso un nuevo sistema monetario basado en la convertibilidad, que incluya la libre elección de moneda para depósitos y préstamos, la prohibición de emitir para financiar déficits fiscales y la eliminación de los controles cambiarios. Además, sugirió que el Banco Central intervenga solo de manera excepcional en el mercado cambiario y que el financiamiento a grandes empresas se canalice por el mercado de capitales.
Pese a las críticas, Cavallo destacó factores positivos para el Gobierno, como la aprobación del presupuesto, la tendencia al alza de las exportaciones y las inversiones esperadas a partir del RIGI. También subrayó que la reciente suba del tipo de cambio no derivó en un rebrote inflacionario, lo que consideró un dato alentador.
En su conclusión, insistió en que “la reforma monetaria, financiera y cambiaria no puede demorarse” y planteó que, si el Ejecutivo logra explicar con claridad un nuevo esquema de convertibilidad, “no tiene por qué temerle al aumento del tipo de cambio” porque este vendría acompañado por una baja en las tasas de interés.