El futuro de Carrefour en Argentina se tornó incierto. La compañía francesa, una de las más grandes del mundo en el rubro supermercadista, analiza vender su operación local valuada en alrededor de mil millones de dólares.
Carrefour analiza vender su filial argentina. Un candidato sorpresa complica la operación y compite con Coto, ChangoMás y Cencosud por el control.
El futuro de Carrefour en Argentina se tornó incierto. La compañía francesa, una de las más grandes del mundo en el rubro supermercadista, analiza vender su operación local valuada en alrededor de mil millones de dólares.
El proceso despertó el interés de los principales jugadores del sector, entre ellos Coto, Cencosud y ChangoMás, aunque la negociación tomó un rumbo inesperado.
Según trascendió, un candidato sorpresivo apareció en medio de las conversaciones y logró frenar la venta del supermercado. Su propuesta, respaldada por un poderoso fondo de inversión extranjero, superaría las ofertas de los grupos ya conocidos en el mercado.
Nada que sorprenda en estas agitadas semanas previas a las elecciones. Pero, tal como informó Clarín, “la venta de la filial argentina de Carrefour se detuvo. Y esta vez no solo por la incertidumbre electoral sino por la aparición de un candidato sorpresa”.
Se trataría de un empresario ligado al rubro comercial, que opera junto a un fondo internacional y cuya oferta habría superado las de Coto, Francisco De Narváez - actual dueño de ChangoMás - y el grupo chileno Cencosud.
El matutino también reveló que “la familia Braun, dueña de La Anónima, se mostró interesada, accedió a la información pero desistió de proponer una oferta”. En cambio, se inclinaría por adquirir los supermercados Toledo en Mar del Plata. Mientras tanto, en Massy, al sur de París, los ejecutivos de Carrefour y del Deutsche Bank, responsables de conducir el proceso, analizan las opciones. “Los franceses se encuentran en una encrucijada”, señaló el diario, en referencia al dilema sobre quién se quedará con la operación argentina.
La compañía, que cotiza en la Bolsa de París, cuenta entre sus principales accionistas a la familia Moulin y al grupo árabe Majid Al Futtaim, encargado de sus negocios en África, Medio Oriente y Asia. El interés por desprenderse de la filial argentina estaría relacionado con la complejidad del mercado local y las dificultades para sostener la rentabilidad en un contexto de alta inflación y caída del consumo.
De acuerdo con Clarín, Alfredo Coto armó un equipo especial para competir en la compra, encabezado por su hijo Germán. Contrató a la consultora S+R, dirigida por Fernando Cinalli, y sumó el asesoramiento de Isela Costantini. El interés de la familia Coto está puesto en las 690 sucursales de Carrefour, distribuidas en 22 provincias y 100 municipios, además de su banco de servicios financieros y propiedades en ubicaciones estratégicas.
Por su parte, Francisco De Narváez busca consolidar el crecimiento de ChangoMás y “estaría gestionando créditos para la millonaria compra”, según fuentes bancarias citadas por el diario. De concretarse la operación, el empresario lograría ampliar su red y ganar poder de negociación con los proveedores.
En cambio, el fondo Inverlat, dueño de Havanna, prefirió retirarse al considerar que “el retail es un negocio de alta complejidad”, mientras que otros competidores, como Manuel Antelo y la uruguaya Tienda Inglesa, también se habrían bajado.
Clarín sostiene que Carrefour decidió iniciar su salida aprovechando “la ventana que se abrió con la salida del cepo” y la posibilidad de girar divisas al exterior. A esto se suma un panorama adverso: “El consumo en Argentina ha reducido su tamaño, estamos hablando de un mercado de 25 o 20 millones de habitantes ya que el resto no llega. El país es como Chile pero sin reglas”, resumió un supermercadista consultado.
Los directivos locales de la empresa habrían defendido ante París la permanencia en el país, pero admiten que “cuesta ganar plata en un escenario de precios a la baja”. Con 17.000 empleados y formatos que van desde los hipermercados hasta las tiendas Express, Carrefour enfrenta el desafío de reorganizar su estructura o retirarse definitivamente del mercado argentino.