Los científicos han descubierto una nueva especie de dinosaurio, que tal vez el Dr. Seuss hubiera imaginado: tenía pico de pato, dientes como de cocodrilo, cuello parecido al de cisnes y garras filosas.
Los científicos han descubierto una nueva especie de dinosaurio, que tal vez el Dr. Seuss hubiera imaginado: tenía pico de pato, dientes como de cocodrilo, cuello parecido al de cisnes y garras filosas.
También tenía aletas como pingüino, y si bien caminaba como un avestruz, también podía nadar. Esta es la primera vez que se ha dicho que un dinosaurio carnívoro de dos patas podía nadar.
La pequeña criatura de solo 1,20 metro de alto vivió hace unos 72 millones de años en lo que ahora es Mongolia. Los científicos hallaron su cuerpo completamente retorcido en una piedra de arenisca.
"Es un animal tan raro", dijo Dennis Voeten, paleontólogo en la Universidad Palacky en la República Checa. "Combina diferentes partes que nosotros conocemos de otros grupos de animales en este pequeño animal".
En un estudio divulgado el miércoles pasado por la revista especializada Nature, Voeten y otros coautores llamaron al dinosaurio: Halszkaraptor escuilliei o "Halszka", en honor del fallecido paleontólogo polaco Halszka Osmolska.
La paleontóloga Kristi Curry Rogers, de Macalester College, en St. Paul, Minnesota, quien no participó en el estudio, dijo que el dinosaurio era una quimera bastante increíble: con cuello de cisne y cuerpo de dinosaurio, pero con una boca con dientecitos y patas delanteras y traseras que parecen ser buenas para nadar".
La configuración de su cuerpo le permitía correr, cazar en tierra y pescar en agua, dijo el coautor del estudio Paul Tafforeau, paleontólogo de la ESRF, conocido como la European Synchrotron, en Grenoble, Francia. La ESRF es un poderoso generador de rayos X donde se le hicieron varias pruebas a los restos fósiles del dinosaurio.
El ESRF conforma con otros organismos lo que se conoce como “campus científico europeo de fotones y neutrones”. Recibe anualmente a más de 6.000 investigadores y está financiado por un consorcio integrado por 21 países europeos.
Alerta ante una posible falsificación
En los casos como éste, cuando se hallan fósiles de dinosaurios de características muy extrañas, los científicos deben asegurarse de que no se trata de una falsificación.
El paleontólogo español Luis Alcalá explicó que “ha habido casos en los que se han juntado fósiles de animales diferentes con fines comerciales”.
Y recordó el famoso ejemplo del Archaeoraptor, que pasó de ser el “eslabón perdido” entre las aves y los dinosaurios a una falsificación comprobada.