Un hombre de 39 años fue detenido en la zona rural de Alto Pelado, San Luis, luego de ser denunciado por abusar sexualmente de su hija desde que tenía 8 años.
Un hombre de 39 años fue detenido en la zona rural de Alto Pelado, San Luis, luego de ser denunciado por abusar sexualmente de su hija desde que tenía 8 años.
La denuncia fue realizada por la suegra del hombre, del cuál no se ha difundido la identidad.
Los aberrantes hechos sucedieron en Fraga, lugar de residencia del acusado, donde convivía con su hija. Según los dichos de la denunciante, su nieta -hoy adolescente-, sufría los abusos desde los 8 años.
Para ser específicos, se le acusa de "abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y por el aprovechamiento de convivencia preexistente en perjuicio de su hija".
Según pudo averiguar el Diario de la República, la joven dijo que a esa edad "no podía hacerle fuerza" a su padre, para impedir que la sometiera a cualquier hora del día, en la cama o en el baño de su casa en Fraga, o en descampados, cuando él la retiraba de la escuela. "Sentí un dolor fuertísimo… Me toqué así, acá, en la entrepierna y tenía sangre, mucha sangre", contó la ahora adolescente de 15 años.
La madre la trataba de prostituta
La ahora adolescente abandonó la casa en la que vivía con el acusado, su mamá y su hermanito en junio pasado luego de una disposición judicial que la dejó al cuidado de su abuela materna.
Según contó la abuela en la denuncia, su hija, es decir, la madre de la joven, la trataba de prostituta y la violentaba.
La muchacha comentó que a su madre “no le interesaba saber dónde estaba. Hace tiempo que me trata mal” e incluso dijo que la “hizo bañar con agua helada”.
Pero no acabó allí. Una tía vio una marca en la mejilla de la adolescente y decidió hablar con una preceptora de la escuela, quien se contactó con una asistente social para resolver el problema familiar por el bien de la menor.
Una vez que la asistente se presentó en el hogar, la madre se comprometió ante la profesional a no maltratarla más.
“Ese mismo domingo, cuando se fue la asistente social, comenzó a maltratarla de nuevo. (Le dijo) prostituta, puta, zorra. Desde chiquita la maltrata. Por eso yo creo que ella sabía de los abusos”, refirió la abuela materna, tendiendo sospechas sobre su propia hija.
Al otro día la joven fue a la escuela en un estado deplorable llamando la atención de la preceptora. Fue en ese momento cuando desde el colegio se volvieron a comunicar con la asistente social y con la abuela de la menor quedaron en encontrarse camino a la subcomisaría donde se realizó la denuncia.
Fue en el Juzgado de Familia y Menores 1 de San Luis, cuando, al comenzar hablando de los agravios de su madre, la menor terminó revelando que era violada desde pequeña por su padre.
Al principio, recordó, su papá le decía “sacate la ropa que tenés, que hace calor”, y empezaba a tocarle las mejillas terminando en sus partes íntimas sin importarle que fuera su propia hija.
Con el paso del tiempo, cambió su modus operandi por el uso de fuerza bruta y amenazas. "Te va a doler. No grites, o te voy a tapar la boca", aseguró la chica que decía.
Explicó que nunca contó nada por miedo a que no le creyeran, por temor a que su mamá dijera que era una mentirosa.
A eso se le suman las amenazas de su padre. "Me decía que si yo hablaba me iba a correr de la casa, que me iba a matar (…), que no tenía que decirle a nadie porque era un secreto entre los dos", manifestó.
El hombre se encuentra alojado en la sede de la División Inteligencia Criminal, a disposición de la Justicia.