29 de marzo de 2018 - 00:00

Desde ahora los ajustes serán sólo por inflación

El Gobierno nacional anunció ayer un incremento del 32% promedio en las tarifas de gas natural a nivel nacional y del 40% en Mendoza.

El incremento regirá desde el domingo y el Gobierno anunció que desde ahora las facturas se moverán sólo de acuerdo a la inflación y al precio de producción del fluido.

Este es el cuarto aumento que establece la administración Cambiemos desde que asumió el presidente Mauricio Macri. El primero había sido en abril de 2016 y desde entonces el ajuste ya roza el 1.200%. 

La administración Macri está buscando que todos los consumidores residenciales de la Argentina paguen lo mismo por un metro de gas natural, exceptuando a los 2,7 millones de hogares beneficiarios de la denominada tarifa social.

También quedan exceptuados de ese camino de "uniformidad tarifaria" a quienes viven en La Patagonia y en el departamento mendocino de Malargüe, que cuentan con un régimen con precios más bajos debido a la importancia del gas en esa zona de temperaturas extremas.

Asimismo, el Gobierno nacional autorizó a las distribuidoras de gas licuado de petróleo (GLP) en garrafas a aplicar un incremento del 16,7% para el tubo de 10 kilos, que ahora llegará a las familias a un precio final de 216 pesos, tras acumular un alza del 61,3% en el último año.

En conferencia de prensa, el ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, aseguró que estos incrementos responden a una de las etapas finales de la "readecuación tarifaria" impulsada por Cambiemos.

Aranguren aseguró que el Gobierno cumple con este nuevo ajuste la tercera y última etapa de la "revisión tarifaria integral" para adecuar el costo de transporte y distribución del gas, por lo que de ahora en adelante las facturas subirán sólo ajustadas por inflación, teniendo en cuenta el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM).

También impactará en la variación de la factura el costo del gas en boca de pozo, el cual responderá a la ley de la oferta y la demanda, y a los movimientos del tipo de cambio, dado que si bien los consumidores pagan sus facturas en pesos, las productoras se lo venden en dólares a las transportadoras y distribuidoras.

Según Aranguren, con el congelamiento de tarifas del kirchnerismo la Argentina pasó a tener un sistema de gas "dependiente de importaciones, escaso y caro", que le demandó al país 24.400 millones de dólares en subsidios entre 2005 y 2015.

En lo que va de la era Cambiemos, en tanto, los subsidios vienen cayendo sostenidamente. Por ello, el usuario R1 habrá visto el domingo un alza del 1.194% en su factura si la compara contra una de marzo de 2016. La boleta promedio pasó en ese período de 28 pesos a 440 pesos. 

Según dijo Aranguren, la política energética del kirchnerismo fue "desastrosa" porque los salarios habían aumentado 1658% entre 2001 y 2015 y la inflación avanzó 1392%, mientras que las tarifas lo hicieron sólo 150%.

Por ello, consideró Aranguren que atar las subas de tarifas a los salarios sería "un desastre" para el sistema energético y para el bolsillo de los consumidores.

El funcionario se mostró confiado en un futuro aumento de la producción de gas que arrojaría un excedente "de 30 a 35 millones de metros cúbicos", lo que "permitirá que bajen los precios que paga el consumidor".

El Gobierno está entusiasmado con las inversiones que está captando, lentamente, el mega yacimiento no convencional de Vaca Muerta, en la cuenca hidrocarburífera del Neuquén.

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