El ascenso de Gimnasia y Esgrima en la Primera Nacional lejos está de ser una casualidad, o llegar de forma injusta. A lo largo del 2025 el Lobo demostró aún más solidez y potencial que durante el 2024, y así construyó una campaña que no dejó lugar a las dudas.
Allá por el mes de enero, el Mensana tuvo que afrontar un desafío complicado para cualquiera: sacudirse el polvo de la caída sufrida en la final del Reducido, y volver a caminar con la confianza que había ganado durante el 2024. Tampoco fue fácil reemplazar a parte de la base del plantel que lo había hecho ilusionar.
El camino de Gimnasia y Esgrima campeón:
Gimnasia y Esgrima - Defensores de Belgrano
Gimnasia y Esgrima - Defensores de Belgrano
GyE
Así, todavía con Ezequiel Medrán en el banco, el Lobo comenzó de gran forma, y no dejó dudas que una vez más estaría en la parte alta de la tabla. Estuvo doce fechas invicto, y parecía que era imparable.
Sin embargo, llegó la tan temida meseta. Todo empezó a torcerse en la fecha 13 ante Gimnasia de Jujuy, en una tarde donde nada salió y terminó perdiendo 2 a 0. Ese fue el comienzo de una mala racha que durante 10 partidos, y que catapultó la salida de Medrán. Las derrotas ante Deportivo Morón y Temperley, además de los empates ante San Telmo, Chacarita, Estudiantes de Río Cuarto, y Talleres de Remedios de Escalada fueron demasiado castigo.
Ahí se dio el segundo momento bisagra para el plantel, que debió dar vuelta la página con rapidez y adaptarse a las ideas del nuevo cuerpo técnico encabezado por Ariel Broggi. En este caso, el mérito fue despejar con rapidez las dudas, recuperando esa imagen de equipo duro en cada estadio, y con poder de fuego.
Con Broggi en el banco para encarar la recta final, el Lobo recuperó posiciones y se metió de lleno en la pelea por la punta del campeonato. El lado negativo es que perdió poderío fuera de casa, donde cayó ante Central Norte y Agropecuario, además de igualar ante Nueva Chicago y Chacarita. Pero hizo del Víctor Legrotaglie una verdadera fortaleza, ganando los cinco encuentros que allí disputó. (En todo el año sólo cayó una vez en dicha condición, 1 a 0 ante Temperley por la fecha 23)
Los que más jugaron:
El ascenso del Mensana contó con el aporte de muchos futbolistas, y de dos cuerpos técnicos diferentes. Es un campeonato de todos. Pero, sin dudas, la estadística ayuda a destacar a aquellos que fueron fundamentales en el desarrollo del torneo.
Si bien ninguno contó con asistencia perfecta, se destaca la zaga que conformaron Diego Mondino e Imanol González, con 34 presencias de 35 juegos. Los que también alcanzaron esa impresionante cifra de presencias fueron Ignacio Antonio y Nicolás Ferreyra, que sólo pegaron el faltazo en una ocasión.
Entre los que más jugaron también se destacan Facundo Lencioni, y Matías Muñoz, con 33 y 30 partidos respectivamente. El dato curioso pasa por el arco, que se repartió durante todo el torneo entre Lautaro Petruchi y César Rigamonti. La pelea fue tan pareja que se intercambiaron la titularidad durante gran parte de la competencia. Mientras el primero saltó al campo en 22 ocasiones, el segundo lo hizo en 13 veces, incluyendo la gran final donde fue figura.
Números de una campaña impresionante:
Gimnasia y Esgrima - Deportivo Madryn
Gimnasia y Esgrima - Deportivo Madryn
GyE
- Gimnasia fue el equipo que más puntos sacó en la fase inicial de la Primera Nacional: 63
- El equipo que más partidos ganó y que menos perdió (17 - 5)
- De local, casi imbatible: 17PJ, 11PG, 5PE, 1PP
- El goleador del equipo fue Nicolás Ferreyra (9)
- Utilizó 27 jugadores diferentes
- Con Ezequiel Medrán en el banco: 22PJ, 10PG, 10PE, 2PP
- Con Ariel Broggi en el banco: 13PJ, 7PG, 3PE, 3PP