El 2025 comenzó con una serie de noticias preocupantes para el fútbol argentino. En tan solo 65 días, equipos de renombre como River Plate y Boca Juniors han sufrido la pérdida de varios jugadores clave debido a una alarmante cantidad de lesiones. El impacto de este fenómeno, que ha alcanzado niveles críticos, afecta no solo a los clubes en términos deportivos, sino también a la integridad de los futbolistas y a la planificación de la Liga Profesional.
El ritmo frenético del calendario, que obliga a los equipos a jugar partidos a una velocidad que parece insostenible, está dejando huella. River Plate, por ejemplo, no solo sufrió una dolorosa derrota ante Talleres en la Supercopa Internacional, sino que también se vio afectado por las lesiones de Lucas Martínez Quarta y Sebastián Driussi, quienes se sumaron a una lista que ya había sido golpeada anteriormente. Lo mismo ocurrió en Boca, donde las bajas se cuentan entre los futbolistas más importantes del plantel, como Sergio Romero, Marcos Rojo y Edinson Cavani, quienes no pudieron disputar importantes partidos debido a diversos problemas físicos.
River Plate y las lesiones
River Plate es uno de los principales equipos aquejados por las lesiones.
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Carlos Bertona, médico deportólogo y al frente del plantel de Gimnasia y Esgrima, realizó un análisis: "Puede ser por el alto ritmo de competencia que exigen en estos momentos, a raíz de de la preparación física y también de la pelota, que es mucho más rápida. Los veo a los chicos correr y te digo que llegan al límite en cuánto a la fricción entre uno y otro". Y de inmediato agregó: "Esa exigencia durante el partido o los entrenamientos generan que las lesiones aparezcan con mayor frecuencia que antes. También depende mucho de la alimentación de cada uno y principalmente también del sueño y el descanso que tengan; es ahí cuando el músculo empieza a normalizarse".
La problemática no se limita solo a los gigantes de Buenos Aires. Equipos de todo el país están sufriendo la misma suerte. En Racing, por ejemplo, el impacto de la Recopa Sudamericana resultó en un número elevado de bajas, lo que reflejó el desgaste físico de una temporada cargada de compromisos internacionales. Este patrón se repite en todos los equipos de la Liga Profesional, con las lesiones musculares como las más comunes, seguidas de lesiones ligamentarias y de tobillo.
Las lesiones en el fútbol
Tomás Pozzo fue uno de los jugadores tombinos que sufrió la rotura de ligamentos.
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Uno de los problemas más alarmantes es el aumento de las rupturas de ligamentos cruzados anteriores, que han mostrado un crecimiento del 30% en el último año, siendo una de las lesiones más graves y prolongadas. El número de casos ha crecido significativamente. En 2024, se alcanzaron cifras récord con 39 rupturas de ligamentos, y en el inicio de 2025 ya se han registrado varios casos de jugadores importantes como Renzo Tesuri y Jonathan Bay.
"No hay programas de prevención que se puedan instaurar, porque las variables a corregir son muchísimas y tocan intereses económicos en muchos casos", declaró hace unas semanas el médico de Boca, Jorge Batista. Además, apuntó a las mismas razones que Bertona a la hora de analizar el porqué. "Calendarios muy apretado, terrenos de juego en mal estado, estrés psíquico y fatiga física", enumeró quien es una eminencia en las cirugías de rodillas, una de las lesiones más repetidas, que demanda de seis a ocho meses de rehabilitación.
Además de las lesiones de rodilla, los desgarros musculares en isquiotibiales y cuádriceps se han incrementado un 25%, afectando a jugadores con roles de alta velocidad y potencia. La acumulación de partidos y la falta de descanso son factores en esta problemática. Los cuerpos técnicos se enfrentan a la ardua tarea de gestionar el físico de sus jugadores en medio de un calendario apretado que obliga a jugar cada tres o cuatro días, lo que aumenta el riesgo de lesiones.
Las lesiones en el fútbol
El fútbol argentino sufrió severas lesiones en los últimos tiempos.
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El desgaste no solo se debe a la cantidad de partidos. La falta de programas de prevención adecuados, la preparación física insuficiente y la presión por obtener resultados son factores que contribuyen a este círculo vicioso. Los equipos se ven atrapados en un sistema que favorece la acumulación de partidos y no otorga tiempo suficiente para la recuperación de los jugadores.
El impacto psicológico de las lesiones también es significativo. Los futbolistas que sufren lesiones graves enfrentan desafíos emocionales, que pueden incluir ansiedad, frustración y depresión. En este contexto, es esencial que los clubes cuenten con apoyo psicológico para ayudar a los jugadores a superar momentos difíciles y regresar al campo con la motivación necesaria.
Las lesiones en el fútbol
El trabajo psicológico también es clave para iniciar la recuperación.
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Valga como conclusión la palabra de Pablo Corinaldesi, médico especializado en medicina del deporte: “El descanso uno no lo puede entender como dormir siesta u ocho horas por noche. Es la planificación de la carga que el jugador tiene por semana. Uno evalúa cuánto se desgastó el músculo, pero también hay que tener en cuenta cuánto le afecta a ese jugador, en sus habilidades cognitivas, toda la carga física que se le implica... Ahí aparecen los procesos de descanso y donde surge una variable innegociable: la personalización del entrenamiento por más de que sea un deporte colectivo".