La derrota de Deportivo Maipú 2-1 ante Colegiales en Mendoza no solo significó un golpe en lo deportivo, al dejar pendiente la clasificación al Reducido de la Primera Nacional, sino que también derivó en un escándalo entre simpatizantes y jugadores.
El Cruzado cayó 2-1 ante Colegiales, no pudo sellar su clasificación al Reducido de la Primera Nacional y el partido terminó con lamentables escenas de pelea.
La derrota de Deportivo Maipú 2-1 ante Colegiales en Mendoza no solo significó un golpe en lo deportivo, al dejar pendiente la clasificación al Reducido de la Primera Nacional, sino que también derivó en un escándalo entre simpatizantes y jugadores.
Apenas sonó el silbato final, un grupo de hinchas que se encontraba en la popular saltó al campo de juego y se dirigió hacia los futbolistas locales. Según testigos, algunos simpatizantes intentaron conseguir camisetas de los protagonistas, mientras que otros fueron directamente a recriminar la caída en casa, lo que encendió los ánimos.
Lo que comenzó con cruces verbales rápidamente escaló a una situación más violenta. Hubo empujones, insultos y hasta golpes de puño entre un reducido grupo de hinchas y algunos jugadores, en medio de un clima de confusión y tensión, que deja en evidencia la presión que se vive en el Cruzado.
Por su parte, el personal de seguridad privada intervino de inmediato para separar a los protagonistas y evitar que el desmadre pasara a mayores. Sin embargo, apenas dos efectivos policiales se sumaron al operativo, lo que generó cuestionamientos sobre el nivel de seguridad dispuesto para un encuentro de estas características.
Tras varios minutos de tensión, la situación se fue normalizando. Los jugadores se replegaron hacia el centro del campo, mientras los hinchas que habían ingresado retornaron a la tribuna por su propia voluntad.
Con la caída frente a Colegiales, Maipú desperdició la chance de asegurar su clasificación de manera anticipada. Ahora, deberá jugarse todo en la última fecha del campeonato, cuando visite a Atlanta, con la presión y la necesidad de sumar puntos para mantenerse en zona de Reducido y, de esta forma, tener chances de lograr el tan ansiado ascenso.