La actual temporada de la Fórmula 1 promete un cierre electrizante, con tres pilotos (Lando Norris, Max Verstappen y Oscar Piastri) disputándose el título en la última jornada. Lo cierto es que 15 años antes sucedió algo parecido, en una de las jornadas más inolvidables de la historia del GP de Abu Dhabi.
Se trata del cierre de la temporada 2010 en el circuito de Yas Marina con un escenario inédito: cuatro pilotos arribaban con posibilidades matemáticas de quedarse con el campeonato. Fernando Alonso lideraba la tabla con 246 puntos y partía como favorito. Ocho unidades detrás se ubicaba Mark Webber y a 15 aparecía Sebastian Vettel, ambos de Red Bull. Lewis Hamilton también mantenía chances mínimas, aunque necesitaba un milagro para entrar en la pelea real.
image
Sebastian Vettel, Fernando Alonso, Lewis Hamilton y Mark Webber.
Un inicio favorable para Fernando Alonso
La clasificación del sábado dejó a Vettel en la pole position, seguido por Hamilton. Alonso largaba tercero, una posición que lo situaba virtualmente como campeón, más aún con Webber quinto. Sin embargo, la carrera viró rápidamente hacia un desenlace inesperado.
En la primera vuelta, un choque entre Michael Schumacher y Vitantonio Liuzzi generó la entrada del Safety Car. Algunos pilotos, como Nico Rosberg y Vitaly Petrov, aprovecharon para detenerse en boxes, movimiento que más tarde sería decisivo. Mientras tanto, Vettel rozó el muro en una de sus vueltas, pero logró sostener la punta con autoridad.
Embed
Abu Dhabi 2010.
Un desparramo en la curva 6. Schumacher queda en contra del trafico. Vitantonio Liuzzi, de Force India, no puede esquivarlo y lo choca de frente.
Lo que ocurre fue de terror. Schumacher estuvo a punto de ser golpeado en la cabeza.pic.twitter.com/oXKeAIZGvM
Con el desarrollo de la carrera sin grandes alteraciones, Red Bull apostó fuerte al llamar a Webber a boxes en la vuelta 12. Ferrari reaccionó tarde y decidió detener a Alonso en la vuelta 16, una decisión que terminó marcada como un error clave. Cuando regresó a pista, el español cayó al 12º puesto, detrás de varios pilotos que no volverían a parar.
Alonso se encontró atrapado detrás de Petrov, sexto, cuyo Renault se convirtió en un muro inamovible. Sin margen para un plan alternativo, Ferrari solo pudo pedirle que apelara a “lo mejor de tu talento”. Pese a sus intentos, nunca logró superarlo, mientras Rosberg y Kobayashi mantenían también posiciones estratégicas por delante.
La coronación de una nueva era en la F1
En la punta nada cambió, con Vettel manteniendo el ritmo, Hamilton fue segundo y Button completó el podio. Rosberg, Kubica, Petrov y Alonso cruzaron la meta en ese orden. El séptimo puesto del español selló el resultado del campeonato.
“Sebastian Vettel, sos campeón del mundo… Campeón del Mundo”, celebró el equipo Red Bull por radio. El alemán, que no pudo contener las lágrimas, se convertía en el campeón del mundo más joven de la historia.
En resumen, Red Bull perdió con Webber, pero ganó con Vettel, dando inicio a una era dominada por Vettel y por la propia escudería austriaca, que lograría cuatro campeonatos consecutivos de pilotos y constructores.
Embed
LA VIBRA DEL GARAGE de Red Bull después de que Sebastian Vettel ganara su primer campeonato- GP de Abu Dabi (2010)
Quince años después, Abu Dhabi 2010 se recuerda como una de las definiciones más dramáticas y representativas de cuánto puede pesar una decisión estratégica en la Fórmula 1.