En el Bartolomé Grella, y tras sufrir durante todo el juego, Deportivo Maipú cayó por la mínima diferencia y cortó una racha de dos triunfos consecutivos.
El Cruzado no tuvo un buen primer tiempo y sufrió los embates del elenco paranaense.
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Gentileza Deportivo Maipú perdió en su visita a Patronato, 1-0, tras 90 minutos donde el local hizo méritos suficientes como para ponerse en ventaja mucho antes. El único gol del encuentro llegó recién en el complemento, vía Bellati. El encuentro, por la Primera Nacional, estuvo dirigido por el colegiado Joaquín Gil.
En el arranque, el encuentro careció de un dominador claro. El visitante buscaba preservar su orden defensivo para romper rápido en transiciones hacia el arco rival. Patronato no consiguió imponer condiciones y por mucho tiempo, el balón estuvo más por el aire que por el verde césped.
La primera chance clara llegó para el conjunto local, tras un córner desde la izquierda. Bonansea apareció solito y solo para meter un cabezazo que se fue a centímetros del arco defendido por los mendocinos. Un aviso sobre los peligros de defender tan cerca de su valla para el Deportivo Maipú.
Casi de inmediato, Pietrobono volvió a mostrarse inexpugnable ante una arremetida de Díaz. Y como no hay dos sin tres, Castro fue el que erró otra chance inmejorable para el equipo local. Un centro que no pudo ser conectado por Bonansea, le cayó al delantero, quien remató apenas ancho. El Cruzado sufría por su intención de cubrir los espacios hacia su arco.
Durante la primera etapa, Deportivo Maipú exhibió demasiados huecos en su defensa y Patronato supo llegar con facilidad al arco mendocino. Solo la fortuna mantuvo en partido al conjunto de Matteo, que no consiguió hacerse del balón y no inquieto la valla paranaense. Encima, Pietrobono volvió a ser determinante en el cierre de la etapa, salvando milagrosamente la caída de su arco tras un cabezazo de Moreyra.
A tal punto llegó el flojo primer tiempo mendocino, que el entrenador botellero mandó a calentar a todos sus suplentes sobre la media hora de la etapa. De cara al descanso, había mucho por mejorar.
El complemento comenzó tal cual finalizó la etapa anterior y Castro siguió con la pólvora mojada. Una jugada maradoniana mereció otro final, cuando el delantero eludió al "1" visitante y remató. El balón dio en el travesaño y la acción se diluyó. Increíble, pero real. Encima, Villarreal vio la roja por doble amarilla y el Cruzado tuvo que transitar más de media hora con un jugador menos.
Y con el Cruzado desordenado, llegó otra chance clara en favor de Patronato. Y otra vez fue Castro quien erró, con todo el arco a su disposición. El encuentro, a pedir del local, seguía con el marcador en blanco por la impericia de los definidores locales. Casi de inmediato hubo dos chances calcadas: un jugador local rematando de izquierda a derecha y el balón yéndose a centímetros del segundo palo.
El premio llegó sobre la media hora de juego. Tanto esfuerzo local encontró recompensa en un cabezazo de Bellatti, tras un córner desde la izquierda. El central saltó solo en el punto penal y nada pudo hacer Pietrobono para seguir sosteniendo el cero en su arco. A esa altura, Deportivo Maipú sacaba cuentas sobre la importancia de sumar un punto en el contexto en el que jugaba. El cachetazo parecía obligarlo, pero el cansancio y la inferioridad numérica provocaron que Maipú no tuviera respuestas.
Así, se configuró una derrota que duele por las formas, pero de ninguna manera hace perder de foco el horizonte de lo establecido: el Cruzado sigue en zona de clasificación y debe recuperarse rápido.