El milagro de Navidad de 1914: el partido de fútbol que frenó los disparos en las trincheras
En la Primera Guerra Mundial, soldados enemigos dejaron de matarse para cantar villancicos y patear una pelota. El 3-2 que la historia oficial intentó ocultar.
Estatua del armisticio del Día de Navidad en Liverpool, Reino Unido. Dos figuras a punto de darse la mano, capturan el momento en que los soldados británicos y alemanes dejaron de pelear y jugaron fútbol el Día de Navidad de 1914 en la Primera Guerra Mundial.
En el invierno de 1914, la Primera Guerra Mundial estaba estancada en un laberinto de barro y frío. Los soldados, agotados por la rutina de las trincheras, empezaron a aplicar una regla no escrita conocida como "vivir y dejar vivir", la cual se impuso ante la llegada de la Navidad.
Todo cambió la noche del 24 de diciembre. Desde las líneas alemanas surgieron velas y villancicos como Stille Nacht. Los británicos respondieron cantando y, poco después, los enemigos se daban la mano y compartían cigarrillos y chocolates en la peligrosa "Tierra de Nadie".
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Una fotografía de la Tregua de Navidad de 1914 ilustrada por el diario británico «The Daily Mirror».
El "picado" que desafió a los generales en la Navidad de 2014
Investigaciones de la Universidad de Central Lancashire y diarios de guerra confirman que la pelota rodó. Si bien se disputaron varios encuentros, el más famoso enfrentó al Regimiento 133 de Sajonia contra los escoceses del 2/Argylls.
Uno de los relatos más famosos cuenta que los alemanes vencieron a los escoceses por 3 a 2. Usaron sus propias gorras para marcar los arcos y jugaron sobre el terreno congelado con una pelota que, según testigos, "apareció de la nada".
Incluso llegaron a usar latas de conservas o bolsas de arena atadas con hilo cuando no tenían una pelota de cuero a mano. Lo importante no era el resultado, sino recuperar la humanidad en medio del desastre.
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Un artículo de prensa de 1914 reporta los partidos de fútbol disputados durante la Navidad de 1914.
El "blooper" de los escoceses: un secreto al descubierto
Un dato curioso que quedó registrado en los diarios de guerra alemanes fue un momento de risas compartidas en medio del campo de batalla. Uno de los testimonios más auténticos de aquel 25 de diciembre proviene del oficial alemán Johannes Niemann, del Regimiento Sajón 133. En sus diarios, relató que mientras confraternizaban en la "tierra de nadie", un momento rompió el hielo por completo.
Según las fuentes, los alemanes "rugieron" de risa cuando una ráfaga de viento dejó al descubierto que los soldados escoceses no llevaban ropa interior debajo de sus faldas o kilts. Niemann recordó cómo sus hombres silbaban y festejaban cada vez que el viento les permitía ver un "vistazo impúdico" de la retaguardia de quienes, hasta el día anterior, eran sus enemigos mortales.
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Los kilts, parte del uniforme de los soldados escoceses en la Primera Guerra Mundial.
Este episodio, que hoy llamaríamos un "blooper" histórico, ayudó a humanizar a los combatientes que, lamentablemente, recibieron órdenes de unos furiosos miembros de los altos mandos, quienes se pusieron furiosos y prohibieron cualquier tipo de tregua. Incluso algunos historiadores relataron que los franceses llegaron a penar con el fusilamiento estos actos y que soldados alemanes fueron enviados castigados al frente oriental. Pero ese 25 de diciembre, la pelota rodó para demostrar que la paz siempre es posible.