“Queremos manifestar públicamente nuestra profunda preocupación y malestar ante la delicada situación que seguimos atravesando desde el comienzo de la temporada”, comienza el texto. En el mismo, los jugadores aseguran que, además de los sueldos impagos, enfrentan graves carencias en su día a día: “La falta de comida adecuada, la ausencia de servicios básicos en el vestuario (agua caliente) y la falta de respuestas concretas por parte de la dirigencia, a pesar de las reiteradas promesas de solución que nunca se cumplieron”.
Pese a ello, remarcaron que el grupo se mantuvo profesional: “Hemos sido pacientes, responsables y respetuosos. Seguimos entrenando, compitiendo y representando al club con el mayor compromiso posible”. Sin embargo, aclararon que “llegó el momento de alzar la voz nuevamente”.
Mientras tanto, el Ciclón, conducido por Damián Ayude, atraviesa un presente deportivo aceptable: marcha quinto en la Zona B con 23 puntos —a dos de Vélez y dos por encima de River— y se mantiene en puestos de clasificación a la Copa Sudamericana. En la última fecha recibirá a Sarmiento de Junín este sábado a las 19.15.
El reclamo de los jugadores se da en medio de un contexto institucional convulsionado, con inhibiciones de FIFA por deudas y un futuro dirigencial incierto. El presidente Marcelo Moretti atraviesa un momento crítico, mientras el plantel, al menos por ahora, decidió seguir entrenando con normalidad a la espera de respuestas.