Son de Tupungato y están representando a la Argentina en el I Festival Internacional de Danzas Folclóricas en Pareja “Danzando por la Hispanidad 2025”, que se desarrolla en Madrid hasta el 12 de octubre.
Argentina está siendo representada en el I Festival Internacional de Danzas Folclóricas en Pareja Danzando por la Hispanidad 2025 en España.
Son de Tupungato y están representando a la Argentina en el I Festival Internacional de Danzas Folclóricas en Pareja “Danzando por la Hispanidad 2025”, que se desarrolla en Madrid hasta el 12 de octubre.
Los bailarines Carla Calderón y Alejandro Profetta, junto a Fiama Castillo, integran la única delegación argentina que participa del evento, organizado por la Asociación Cultural “Imágenes del Perú”, institución inscripta en el Registro de Asociaciones de la comunidad de Madrid-España. El encuentro reúne a representantes de Colombia, México, Perú, Ecuador, Chile, Paraguay y Argentina, para transformar la experiencia en un crisol de tradición y danza.
Carla y Alejandro, ambos de 38 años eligen a la danza folclórica como estilo de vida. La primera desde los once, el segundo desde los catorce. Ella es profesora y directora de la Academia de Danzas El Coirón, fundada en 2015 en el departamento de Tupungato. Él integra el Servicio Penitenciario Provincial de Mendoza. Sus días de franco están marcados por los ensayos. Ambos se conocieron en la academia y desde entonces forman pareja de baile. Los acompaña Fiama Castillo, quien desde hace nueve años se desempeña como directora de comunicación y gestora cultural en la academia.
“Nuestro objetivo es poder representar la cultura tupungatina, mendocina, cuyana y, por supuesto, argentina. Llegar a España mostrando lo nuestro es muy gratificante”, expresó Castillo desde Madrid.
En enero, la organización del festival los invitó a participar. En febrero, los tres recibieron la confirmación oficial como representantes de la Argentina, luego de enviar videos y material sobre su trayectoria. “Nos pidieron mostrar danzas tradicionales de nuestra región: cueca, gato cuyano, zamba y malambo. En uno de los videos bailamos al pie del Cristo de Tupungato, con la montaña de fondo. Queríamos que se viera nuestro lugar”, contó Calderón.
Tras aceptar la invitación, debieron pasar por etapas de selección que constaba de enviar piezas audiovisuales y fotografías. Entre las piezas seleccionadas, interpretaron, Zamba para enamorar y El ventarrón cuyano, del artista sanjuanino Diablito Martínez. Cuando la invitación fue confirmada de manera oficial, el entusiasmo se cruzó con la realidad económica. Ahí comenzó el camino de la autogestión. El festival cubría alojamiento, transporte interno y comidas, pero los pasajes y seguros quedaban a cargo de los participantes.
“Hicimos sorteos, vendimos números y organizamos encuentros culturales. La Dirección de Cultura nos prestó el salón y muchos artistas se sumaron solidariamente”, explicó Profeta. La campaña se extendió por todo el Valle de Uco. Vecinos, comerciantes y colegas de la danza colaboraron con premios, donaciones y aportes económicos. Entre las actividades más importantes estuvo el encuentro de danzas “La Cultura Somos Todos”, que reunió a ballets y academias de distintas provincias.
“Cada peso que juntamos fue con trabajo y compromiso. Todo fue autogestión y comunidad”, dijo Castillo mientras que su compañera Calderón agregó: “No hubo ayuda económica externa. Cada peso lo generamos con trabajo, horas de ensayo, ventas y organización. No fue fácil, pero sabíamos que valía la pena”.
El grupo arribó a Madrid el 4 de octubre y estarán allá hasta el 13. Su primera presentación fue en la Cabalgata por la Hispanidad, que recorrió la Gran Vía con delegaciones de los países invitados. “Argentina participó por primera vez en esta cabalgata. Hicimos más de 30 cuadras bailando nuestras danzas. Los argentinos que viven acá nos aplaudían, nos pedían fotos y gritaban ‘¡Viva Argentina!’”, recordó Calderón.
La bailarina comparó la experiencia con la fiesta máxima de los mendocinos: “La Cabalgata por la Hispanidad tiene algo del Carrusel de la Vendimia, salvando las distancias. Es una tradición viva, esperada por la gente, donde las calles se llenan de color y de música. Acá también se celebra la diversidad y la identidad, y eso emociona”.
Durante la semana, los tupungatinos realizan presentaciones en auditorios y centros culturales de la Comunidad de Madrid. También participaron en una misa por el festival, realizada en la iglesia San Ginés, donde fueron bendecidos junto a las demás delegaciones. “Después de la ceremonia bailamos afuera, en plena avenida, y la gente se detuvo a mirar y aplaudir. Fue un momento simple, pero muy significativo”, dijo Profetta.
El cierre será el domingo 12 de octubre con la gala final en el Teatro Amaya, donde cada país mostrará sus cuadros regionales. Argentina presentará danzas norteñas, chaqueñas, cuyanas y un número de malambo. El vestuario que lucen fueron diseñados y confeccionados por ellos mismos. Cada traje representa una región del país. “Son más de cinco vestuarios nuevos. Compramos las telas, los diseñamos y los cosimos nosotros. Es parte de la autogestión que nos trajo hasta acá”, explicó Calderón.
“Cuando decimos que somos de Tupungato, de Mendoza, de Argentina, sentimos que estamos llevando una parte de nuestra historia. Ese es el verdadero sentido de este viaje”, concluyó Fiama antes de finalizar la comunicación.
La comunicación se mantuvo mientras los artistas llegaban al hotel donde se hospedan, allá en Madrid. Listos para descansar. La cuarta jornada del festival ya terminó. Los bailarines se preparaban para cenar y reponer fuerzas. A mitad de su estadía en España, aún quedan días de gran actividad.