"Este es un llamado a la solidaridad. Mario Mátar está muy grave, muy delicado y estamos juntando dinero para ingresarlo en un geriátrico". El audio de WhatsApp, con la voz del baterista Tuti Vega, sorprendió y conmovió a la comunidad artística mendocina desde que empezó a difundirse en horas de la mañana.
Vega (compañero de Mátar en el fabuloso grupo de rock Zonda Projeckt) encabezó junto con el también músico y sonidista Gustavo Bruno una cruzada solidaria para reunir un monto de $15.000. ¿El objetivo? Pagar una primera cuota y única cuota exigida por el geriátrico para su internación, que en lo sucesivo iba a correr a cargo de la obra social Osep.
Los músicos, a los que pronto se sumaron otros artistas, dio sus frutos de inmediato, y alcanzó mayor repercusión de lo esperado. A las pocas horas, el dinero necesario ya había sido reunido (colaboró también la Secretaría de Cultura), y el fundador de Altablanca pasará su complicado momento en un lugar donde se le podrá dar mejores cuidados.
Mientras tanto, es inminente la llegada de la caja que incluye siete discos solistas de Mario Mátar, jamás editados, y que el Gobierno de Mendoza publicará en una edición especial.
Mátar, uno de los pioneros del rock en nuestra provincia y sin dudas el más destacado guitarrista rockero que han dado estas tierras (en opinión casi unánime de sus colegas), se retiró hace casi una década de la música para tratar su dolencia, una enfermedad degenerativa que no le impidió, sin embargo, seguir componiendo, al menos hasta este momento, en que su estado es más delicado. Integró, además de Altablanca y Zonda Projectk, los grupos Neptuno Club y Salsa Blanca.