18 de mayo de 2025 - 00:15

El peso de los oficialismos y la batalla de CABA

Aunque lo minimice, Alfredo Cornejo mirará con ansiedad lo que suceda en CABA. El parte porteño de batalla le dará una clave más de lo que vendrá. Y decidir qué tipo de alianzas encarará.

El año electoral cobra temperatura y los cronogramas provinciales expresan la más perfecta encuesta: la voluntad popular. A los comicios constituyentes de Santa Fe le siguieron, la semana pasada, cuatro elecciones en otros distritos que bien pueden leerse a la luz de las indefiniciones que todavía existen en Mendoza.

San Luis, Salta, Jujuy y Chaco -como antes también había sido Santa Fe- arrojaron un puñado de conclusiones que seguramente se pondrán sobre la mesa a la hora de un posible acuerdo entre Alfredo Cornejo y Javier Milei.

En especial, aquellas que han venido insistiendo en la evaporación del voto al presidente si él mismo no aparece en la boleta, o no se involucra en las campañas locales; pero también, en el peso todavía intacto de los gobernadores a la hora de defender sus territorios, incluso ante la amenaza de una ola nacional como la libertaria que permitió su triunfo en 2023.

Los resultados de estos adelantamientos o desdoblamientos locales de las elecciones nacionales legislativas previstas para el 26 de octubre le otorgan a Cornejo suficientes argumentos para diversos escenarios.

Está claro que los usará según las circunstancias en el momento adecuado, que como se especula será después de lo que suceda este domingo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde además de nacionalizarse una disputa estrictamente porteña, se pone en juego el control de la centro derecha, aquí sí con el presidente involucrado, en una especie de gran interna abierta entre el Pro y La Libertad Avanza (LLA).

Con ese resultado confirmado, tanto Milei como Cornejo y sus negociadores podrán -por fin- analizar el “caso Mendoza” y decidir por “Sí” o por “No ” aquello que parece haber ido madurando en este tiempo, aunque nadie se anime a confirmar.

Chaco, el ideal

Siempre bajo el paraguas del poderío de los oficialismos provinciales, el esquema logrado en Chaco es el más atractivo para Cornejo en el menú de posibilidades: un acuerdo entre el gobernador radical Leandro Zdero y la Casa Rosada. Un esquema de colaboración que obtuvo más del 45% de los votos. En el razonamiento cornejista, el Frente Cambia Mendoza (CM) y LLA comparten electorado y es por ello que “ambos se necesitan mutuamente” para ser competitivos. Así lo demostró Chaco.

Sin embargo, más allá de un acuerdo electoral, subyace la construcción de un entramado político capaz de acompañar las transformaciones, darle músculo parlamentario y ahuyentar posibles rebrotes capaces de detener el rumbo económico nacional con el que el gobernador dice coincidir.

Una alianza plena que no sólo sea electoralmente potente, sino que interprete el sentido de una mayoría que en Mendoza -al menos hoy- parece ir en esa dirección. Pero claro, Cornejo no sólo quiere apuntalar a Milei, sino también sostener su propio gobierno, y para ello, debe hacer una buena elección que le permita mantener mayorías en la Legislatura y apalancar a sus intendentes en los concejos deliberantes. ¿Cederán los libertarios locales su posibilidad de crecer en la provincia en pos de fortalecer al presidente?

San Luis y Jujuy, modelo híbrido

Si ese acuerdo Nación-provincia sigue generando dudas, Mendoza también podrá argumentar ante los libertarios otras razones de peso citando la experiencia de otro gobierno radical, como el de Jujuy y el de un aliado como San Luis.

En ambos se impusieron los oficialismos y los libertarios tuvieron un desempeño dispar. Carlos Sadir (Jujuy) logró más del 38% de los votos, aunque aquí hay que decir que LLA quedó segunda con más de 20%. De allí, dos conclusiones: un acuerdo hubiera significado una victoria arrolladora, y como eso no existió, prevaleció la mirada provincial a la nacional a la hora de votar. Indicios que deberán tomar nota en la usina electoral presidencial.

En el caso de San Luis, el gobernador Claudio Poggi, elegido a través de Juntos por el Cambio (JxC) y socio de Cornejo en esa liga de gobernadores, logró más del 47% de los votos sacándole incluso más 20 puntos al ex gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá. Allí, la expresión libertaria apenas logró un poco más de 7%.

Otra vez lo dicho con escenarios incluso diferentes: se imponen los oficialismos, aún sin acuerdo y con libertarios -con más o menos apoyo de la Nación- presentándose solos como ratificación identitaria, que -quedó demostrada- se diluye en las realidades provinciales.

Salta, la disputada

A ún la experiencia menos favorable para Cornejo también resulta válida para sus aspiraciones. En Salta, también triunfó la idea del gobernador Gustavo Sáenz, con origen en el peronismo, pero distanciado del kirchnerismo, que generó una opción política local con dos frentes que lo respaldaban y peleó cabeza a cabeza con los libertarios que consiguieron un rotundo aval en la capital salteña que les permitió ganar en la categoría diputados provinciales.

Seguramente allí, un acuerdo de los mileístas con otras fuerzas no peronistas podría haber permitido que lo que se festejó en la Casa Rosada como un gran gran triunfo, hubiera sido una victoria inobjetable; pese a las diferentes interpretaciones que hubo sobre el comicio, al no contar votos sino bancas en juego. Así, como demostración de poder propio, Sáenz sacó pecho que no pierde influjo en la Legislatura salteña.

Buenos Aires mon amour

Tal vez al final del día poco de lo que sucedió en estos distritos incline la balanza como seguramente sí lo será tras el resultado porteño. Si LLA se impone hoy en las urnas es probable que los libertarios se envalentonen y descarten nuevos acuerdos para intentar consolidar -en soledad- su modelo político disruptivo. Si en cambio, quien triunfa es el deshilachado Pro o peor aún el kirchnerismo, necesariamente se activarán alarmas sobre la necesidad de aunar fuerzas pensando en 2027 pero en especial, en la decisiva provincia de Buenos Aires donde algún tipo de alianza bonaerense entre macristas y libertarios aparece hoy como lejana.

Aunque lo minimice, Cornejo mirará con ansiedad lo que suceda en CABA. El parte porteño de batalla le dará una clave más de lo que vendrá.

* El autor es periodista y profesor universitario.

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