A la imputación por abuso sexual y prostitución de menores, en el caso de Independiente de Avellaneda, el árbitro Martín Bustos está más complicado aún después de saberse que es portador de VIH Sida. Esto agravó su situación por tratarse de futbolistas de inferiores, menores cuya edad rondan los 14 a 17 años, vulnerables que llegaron al club con la ilusión de cumplir un sueño en una institución grande de fútbol.
