Canciones indispensables

Un recorrido por los discos solistas y las influencias de Gustavo Cerati.

Canciones indispensables
Canciones indispensables

En 1992, con "Colores santos", el discazo con Daniel Melero, se notó la influencia de la movida Bristol. "Cuzumel" y "Vueltas por el universo" de hecho parecían extraídas de un filme de Danny Boyle; eran sonidos puramente ambient, para viajar, montajes oníricos. Era la prueba tangible que ya palpitaba en Cerati su urgencia de expresarse solo y de emanciparse de la caja de resonancia de Soda.

La ecuación entre un sofisticado synthpop y su búsqueda estética se liberó ansiosamente como una válvula de escape en  su primera placa, "Amor amarillo", hoy ya un clásico. ¿O cómo podríamos olvidarnos de las personalísimas "Av. Alcorta", "Lisa", "Pulsar"? ¿O de acelerar el auto con "Te llevo para que me lleves" ? ¿O estrujarse con la mejor reversión de "Bajan" de Spinetta de todos los tiempos?

Fue a penas un precalentamiento. En las 15 canciones de "Bocanada", su segunda placa y la preferida de muchos,  Gustavo extendió sus mini fábulas con un depurado repertorio mainstream, con  "Paseo inmoral", "Bocanada" y "Puente", como avanzada y el desgarrador "Tabú" con sus arreglos tribales, su clímax electro-brit y los fotogramas del filme "Monos con navaja". Sin duda, una de las mejores canciones de los 90.

En sus caprichosos "11 episodios sinfónicos" de 2001, quedó claro qué temas de Soda Stereo le habían gustado, en un tiempo en que parecía buena idea que una banda de rock (Metallica con la sinfónica de San Francisco, Sting  y su "Symphonicities" y más), grabara con una orquesta clásica. Para muchos un tropiezo, para otros una innovación, para otros, nada.

"Siempre es hoy" de 2002, quizá sea su álbum más personal y a su vez más extenso. Un solo hit gigante, "Cosas imposibles" y lo demás, para escuchar en el living en una cápsula de auriculares con joyas como "Artefacto", "Karaoke", "Sudestada". Y luego un vol2 de reversiones con Emisor, Pura, Miranda, Leo García, entre otros  elegantes invitados.

"Ahí vamos", de 2006, expresó la misma consigna del anterior: mitad rock-mitad electropop, aunque resultó el más convincente desde la perspectiva de autor y también el más riffero. Romanticismo y prepotencia en 17 cuotas.

Esta depuración estética y sus paisajes sensoriales  eclosionaron con mayor contundencia en "Fuerza natural", su último álbum. Su despedida fue a gran altura: "Deja vu", "Tracción a sangre", "Cactus", "Domino". Son 13 momentos acústicos, electrónicos y a la vez orquestales. Para muchos su mejor disco solista.

Por otro lado, su fascinación por el cine se expresó a gran altura en 2001, al componer por un lado la música de "Sólo por hoy" de Ariel Rotter y "+ Bien", de Eduardo Capilla. En esta última, muy de la estética MTV, también actuó e interactuó con Ruth Infarinato, cuyas partituras quedaron nominadas  en la categoría "Mejor álbum instrumental pop" para los Grammy Latinos.

Cerati también actuó en cámaras haciendo de sí mismo en docenas de documentales como "Historias de Argentina en Vivo" (2001), "Que sea rock" (2006), y "Ellos son, Los Violadores" (2009), entre otros 29 créditos.

Dato curioso: al líder de Soda Stereo lo tentaron para interpretar al legendario Tanguito, en la taquillera "Tango feroz" de Marcelo Piñeyro. Por suerte, él lo descartó de inmediato.

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