Espectáculos
La culpa es de Derrida
La culpa de la soledad del poeta es del filósofo francés teórico de la deconstrucción. Es lo que podemos inferir de la lectura de los últimos poemarios de Dionisio Salas Astorga.
La culpa de la soledad del poeta es del filósofo francés teórico de la deconstrucción. Es lo que podemos inferir de la lectura de los últimos poemarios de Dionisio Salas Astorga.
La fama de poeta que lo rodea en cierto modo ha ocultado sus méritos como prosista, puestos de manifiesto también a lo largo de su vida.
Este viernes, en la librería García Santos, el autor mostrará Estamos bien los 7.800 millones. Qué tiene, Violencia de género, Como perder citas en Thinder u otras apps desesperadas y El mundo es una pintura de Francis Bacon. Todos, editados durante 2024.
Hijo de un gran poeta, el mendocino publicó un libro que nos lleva a algunas reflexiones como las que hizo el autor de El Aleph sobre la creación literaria.
Ataliva Herrera era cordobés, pero vivió en Mendoza. Fue el autor de esta ópera magna, uno de los mayores logros líricos de nuestro país.
Fue abogado, poeta y escritor y perteneció a un conjunto de escritores y poetas que se inspiraron en la naturaleza, el folklore y las tradiciones
Su libro de 1979 es digno de ser rescatado del relativo olvido en que se halla. En él aparecen sus rasgos distintivos y sus temas usuales: el amor, la amistad, el terruño.
Nadie muere del todo en Praga (2002) es una verdadera joya de la narrativa mendocina, por más que la fama de la autora se haya cimentado más bien en su dramaturgia.
La relación entre ambos no es ociosa: de hecho, ha sido puesta de relieve en forma reiterada por la crítica, hasta el punto de que algunos llaman al escritor mendocino “el Kafka latinoamericano”.
Un recorrido por los orígenes de este evento, imprescindible de nuestra cultura.
No fue escritora, pero sí una personalidad muy importante para la Mendoza de la época de la Independencia. Fue incluida en el libro “La ciudad heroica”.
La poeta y ensayista, recientemente fallecida, lideró en nuestra provincia actividades de gran difusión poética.
Se decía de este autor, que también fue periodista en Los Andes, que sus “poemas breves, en los tiempos de inquietud en que vivimos, nos transportan a la insana realidad del espíritu: es que Armando Herrera sabe penetrar en las almas”.
Según el poeta y ensayista José Luis Menéndez, “con Orfeo se expone y se clausura, en realidad, la esencia mítica del oficio del poeta y de toda literatura trascendente”.
Nos referimos a Sabatinas; Semanario ilustrado del Sábado, cuyos dieciocho números se publicaron en Mendoza entre el 18 de abril y el 15 de agosto de 1931
La poesía mendocina sigue evolucionando y de todo ello da cuenta la colección dirigida por Fernando G. Toledo y Hernán Schillagi, el más valioso emprendimiento editorial que, desde San Martín, enriquece la cultura de toda la provincia.
El lugar en el que soñaba San Martín pasar sus años finales, actual departamento que lleva su nombre, es un polo de gran actividad literaria.
El máximo exponente de las greguerías pasó por nuestra provincia en 1931, en lo que fue un evento de gran magnitud por sus repercusiones culturales.
El autor de “Las mil y una noches argentinas” tiene una interesante obra inicial. Cabría preguntarse entonces qué importancia reviste esta producción primeriza, en relación con su obra posterior.
Subsiste la incógnita acerca del por qué J. Enrique Acevedo, autor de tan escasa obra conservada, haya sido erigido en “vate”, es decir, poeta por antonomasia.
En 1935 se destacan las misivas intercambiadas por estos dos activos hacedores culturales mendocinos.
Un rescate de dos autores mendocinos fundamentales para nuestra literatura.
Fue un poeta y periodista mendocino que dejó dos libros publicados, pero también algunos inéditos, entre ellos, el ramponiano “Horas fértiles”.