Los neumáticos son uno de los componentes más importantes y costosos de los autos, y su desgaste prematuro puede tener múltiples causas: desde la presión inadecuada hasta una mala alineación. Sin embargo, la velocidad de conducción también juega un papel determinante.
Los especialistas advierten que circular de manera constante a altas velocidades aumenta la temperatura del caucho, acelera el desgaste y puede comprometer la seguridad del vehículo.
Cómo influye la velocidad en el desgaste
Cuando un auto circula a más de 120 km/h, el rozamiento con el asfalto se incrementa notablemente.
Esto genera mayor fricción, calor y deformación del neumático, lo que reduce su vida útil hasta en un 20% respecto a un uso moderado.
Además, a velocidades altas, la presión interna del aire dentro del neumático tiende a aumentar, provocando que el caucho pierda elasticidad y se desgaste de manera irregular o asimétrica, sobre todo en los bordes.
En cambio, cuando se conduce entre 80 y 100 km/h, el comportamiento del neumático se mantiene dentro de los parámetros óptimos de temperatura y flexibilidad, extendiendo su durabilidad y manteniendo la adherencia ideal.
El rango de velocidad ideal para conservar las cubiertas
Los expertos en mantenimiento automotor coinciden en que el rango de velocidad más saludable para los neumáticos está entre 90 y 110 km/h, siempre que se mantenga la presión recomendada por el fabricante y se realicen los controles de balanceo y alineación cada 10.000 km.
Circular por encima de 120 km/h de manera habitual no solo acorta la vida de las cubiertas, sino que también incrementa el consumo de combustible y la probabilidad de sufrir un reventón, especialmente si el neumático ya tiene desgaste acumulado.
Ni 90 ni 110 kmh a qué velocidad los neumáticos se desgastan más rápido (2)
Consejos para prolongar su vida útil
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Revisar la presión de inflado al menos una vez al mes.
Evitar los acelerones y frenadas bruscas, que generan picos de temperatura.
Rotar las cubiertas cada 10.000 km para equilibrar el desgaste.
Controlar periódicamente la alineación y el balanceo.
Mantener una velocidad moderada y constante no solo ayuda a conservar los neumáticos por más tiempo, sino que también mejora el rendimiento del vehículo y la seguridad general al conducir.