Productores vitivinícolas de la zona Este se manifestaron durante este martes sobre el costado norte de la ruta 7, a la altura de la calle Míguez, en San Martín, reclamando atención del Estado a una situación de crisis debido a los altos costos de producción y falta de precio de venta en el vino, crisis que, sostienen, amenaza llevaros a la quiebra.
Durante el día el número de asistentes a la protesta fue variando, pero promedió entre los 300 y 400 y fueron custodiados por un gran operativo policial que, además de regular el tránsito en ese sector de la ruta, controló a cada uno de los autos que llegó a sumarse al reclamo, acción que produjo cierta incomodidad en los participantes.
Pese a el inicial clima de tensión, no se produjo ningún incidente y los productores solo se dedicaron a desplegar sus carteles y a invitar a los automovilistas a sumarse al reclamo, haciendo sonar sus bocinas.
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Productores reclamaron en la ruta 7, en San Martín
“La vitivinicultura de la zona Este no está siendo, ni siquiera apoyada y nos precios del vino están totalmente deteriorados”, dijo Domingo Quattrocchi, uno de los productores que se sumó al reclamo. “Nuestros ingresos están reducidos al mínimo y nuestros impuestos elevados terriblemente”, advirtió.
“Estamos pagando en dos años casi 200% del aumento impuesto en combustibles, por ejemplo, incrementos que no se reflejan en el precio del vino, que está exactamente igual que el año pasado y, en algunos casos, aún más bajo, especialmente en mosto concentrado, o blanco escurrido”, dijo.
El productor sostuvo que “un contratista, que trabaja 8 hectáreas, cobra hoy 350 mil pesos mensuales. Que me digan cual familia puede vivir con eso. Como ayuda, les ofrecieron una bolsa de mercadería. Una vergüenza”.
Ester Previtera, quien se definió como “hija de productores, hermana de productores, vecina de productores y amiga de todos los productores primarios de del país”, calificó la situación de “horrible”.
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Productores reclamaron en la ruta 7, en San Martín
Dijo que “si la uva no tiene precio, el durazno no tiene precio, si lo que sembramos no tiene precio, entonces vamos a la quiebra”.
Agregó que “cuando uno va al supermercado, cuando cargamos gasolina, cuando vamos de compras, todo tiene precio. Lo único que no tiene precio es la uva, el durazno, nuestra producción. Viene el comprador y pone el precio él. Eso es insólito. Entonces lo que nosotros pedimos es que se ponga un costo de producción que nos permita seguir trabajando y vivir”, dijo.