Está ahí, desde hace décadas, llamando la atención de todos los que pasan por la Ruta 7. El ñandú de Fray Luis Beltrán, esa extraña escultura que se levanta sobre el costado sur de la ruta nacional.
La curiosa escultura ubicada cerca de la ruta 7, en Maipú, fue renovada por la comunidad, después de que muchos se emocionaran con un posteo en Facebook
Está ahí, desde hace décadas, llamando la atención de todos los que pasan por la Ruta 7. El ñandú de Fray Luis Beltrán, esa extraña escultura que se levanta sobre el costado sur de la ruta nacional.
El posteo reciente en Facebook de un escritor sanmartiniano, destapó los recuerdos y las emociones de miles que asociaron al ñandú con su infancia. Eso hizo que el Rotary Club San Martín, la hija y un nieto del creador de ese ñandú y parte de la comunidad, decidieron restaurarlo.
Hace unas semanas el profesor, escritor y poeta Hernán Schillagi, bajo el título “La infancia es un ñandú solitario”, posteó en su muro de Facebook:
“Alegría e ilusión de los niños que viajábamos en los 80 desde la zona este hasta Mendoza (sí, nadie nacido en estas tierras jamás le dirá Ciudad ni a punta de pistola). A medio camino en el Acceso y opacado por esa infame banana de latón, se erigía un simpático ñandú de cemento. Hito publicitario de una granja de huevos y gallinas, me cuentan los memoriosos. ¿Por qué eligieron esa ave en lugar de un pollo? Hasta un pato podría haber sido más justo. Es cierto que un par de kilómetros más allá, un cóndor con alas de paloma nos daba la bienvenida. La alocada lógica de los monumentos regionales tiene su misterio. Hoy, el ñandú todavía está allí, solo en medio de un terreno baldío con un cartel que dice "Se vende". ¿El terreno o el pájaro? Yo lo compraría como ese juguete que no pude tener, como un souvenir de lo que perdí en esos viajes con mi familia, como un recuerdo que pone huevos extraños, enormes, llenos de manchas en mi memoria. Finalmente, como algo en mi cabeza con alas, pero que no puede volar”.
El posteo se replicó centenas de veces y generó miles de comentarios, la mayoría cargados de emoción por los recuerdos propios.
Así fue que Cristina Salvarredi enriqueció la historia en su propio muro, contando:
“Gracias, gracias por compartir tan bellos recuerdos con nosotros. Soy la hija de Juan Luis Salvarredi (padre) y hermana de Juan Luis Salvarredi (hijo), dueño de estos terrenos en donde se encuentra el avestruz, ñandu, choique… (cómo quieran llamarlo). Ese ñandú fue hecho para una fiesta de la vendimia promocionando un remedio, luego lo tuvo un señor que lo iba a poner como referencia para un criadero de cerdos pero, como no tenía nada que ver con los cerdos no lo puso, y mi papá se lo compró porque en esa época estaban construyendo el actual Acceso Este y mi papá iniciaba su emprendimiento con el lavadero de camiones JUANITO. Es por eso que lo compró y lo puso para tener una referencia de los camiones que vinieran a lavar acá. Con los años ha sido el punto de referencia para entrar al distrito de San Roque, ya que la calle Las Margaritas es el límite entre los distritos de Fray Luis Beltrán y San Roque... (muchas veces olvidado este punto por los dos municipios ya que es la salida de uno y la puerta de entrada para otro)... Es hermoso leer cada comentario, tantos recuerdos; demás está decirles que el que quiera ayudar a restaurarlo será más que bienvenido... Un abrazo enorme a cada uno de ustedes.”
La invitación causó efecto. El Rotary Club San Martín o otros colaboradores, tomaron el desafío de la restauración, que se concretó en estos días.
El Rotary posteó, bajo el título "El Ñandú volvió a brillar en Beltrán":
"A la vera de la Ruta 7, durante más de 30 años, un monumento de cemento en forma de ñandú fue parte del paisaje y de la infancia de miles de mendocinos. Muchos recordarán aquel gesto inocente de mirar por la ventanilla y decir: ¡Ahí está el ñandú! Hoy, ese símbolo vuelve a lucir restaurado y lleno de color gracias al trabajo del Rotary Club San Martín, que puso en valor este ícono local para que siga siendo parte de nuestra memoria colectiva. Rotary trabaja cada día por la comunidad, cuidando no solo el presente, sino también los recuerdos que nos unen. Si te sacar foto con el ñandú arrobanos."