31 de mayo de 2025 - 00:05

Alain Boulet: "Hay un consumo creciente de durazno industria, pero cae la producción de materia prima"

El presidente de la Asociación para la Innovación Agrícola e Innovafruit señaló que Mendoza puede convertirse en un productor por excelencia en el mundo.

Un análisis de la situación del durazno industria muestra que hay un crecimiento de la demanda de este producto y que seguirá aumentando en los próximos años. Pero también revela que la producción está disminuyendo en todo el mundo y Mendoza no escapa a esta tendencia. Alain Boulet, presidente de la Asociación para la Innovación Agrícola e Innovafruit, plantea un escenario preocupante: en cinco años no habrá materia prima para la industria local.

El especialista comentó que, por su conexión con el sector productivo mendocino y de Estados Unidos, Chile y Grecia, sobre todo, y en menor medida de China, tienen un panorama de la producción global. Además, cada dos años se realiza la conferencia mundial de fruta industrializada -la última se hizo en 2023 en Brasil y la próxima se realizará en China, en agosto- y todos los países presentan información de superficie cultivada y tendencias del mercado.

Resalta que el cultivo de durazno industria en el país se concentra en Mendoza y que elaboraron un informe de la situación actual y las perspectivas para la próxima década, con el objetivo de entender qué está pasando en el mundo y cómo esto va a afectar al negocio.

El especialista en fruticultura, Alain Boulet, comparte el trabajo que realizan desde la Asociación para la Innovación Agrícola (AIA).
El especialista en fruticultura, Alain Boulet, comparte el trabajo que realizan desde la Asociación para la Innovación Agrícola (AIA).
El especialista en fruticultura, Alain Boulet, comparte el trabajo que realizan desde la Asociación para la Innovación Agrícola (AIA).

- ¿Cuáles son las principales tendencias en el sector?

- Hay un crecimiento de la demanda, fundamentalmente por el aumento del consumo de jugos. El durazno está entre la tercera y la cuarta fruta que más se utiliza para elaborar jugos. Primero está la naranja, le sigue la manzana y el durazno y la piña se van intercambiando el tercer lugar.

También hay un incremento en el consumo de fruta en conserva, pero no en lata, como estamos acostumbrados, sino en otros envases, como los de vidrio, en porciones individuales para las meriendas y colaciones. Hay un consumo creciente, pero por otro lado tenemos una caída muy fuerte en la producción de materia prima.

- ¿Por qué?

- Por el envejecimiento de los montes. Los durazneros son una especie que tiene corta vida, de 20, 22 o 25 años y no más. También ha habido una erradicación de estos frutales para implantar otras cosas. En Chile se han ido reemplazando por cerezas; en Estados Unidos, por frutos secos; lo mismo en Sudáfrica y España; y en Grecia, uno de los principales exportadores de durazno del mundo, ha habido un crecimiento leve de las plantaciones.

Italia era el productor más grande de damasco para industria, pero los cambiaron por otros cultivos y en Grecia, donde había muchas hectáreas de durazno, pero montes viejos, de baja producción, empezaron a reemplazarlos por damascos. Y kiwis también.

- ¿Y qué pasó en Mendoza?

- Se hicieron muchas plantaciones a principios del 2000, pero la de plantación cayó. En algunos casos, porque se implantaron viñedos, como en el Valle de Uco; en otros casos, nogales; y en otros más se reemplazó por durazno en fresco. Se plantó menos durazno del que ha ido envejeciendo.

La tasa de replante de los últimos años ha sido muy baja y concentrada en las industrias, que se han dedicado a cultivar el durazno que antes compraban de productores. Para el 2030, el 70% de las hectáreas que están hoy en producción, cultivadas, van a haber desaparecido o van a estar decrépitas. Eso va a llevar a que muchas fábricas tengan que cerrar.

Según Alain Boulet, especialista en frutales, el durazno industria, los frutos secos y la ciruela industria presentan oportunidades. Imagen: José Gutierrez / Los Andes.

- ¿Por qué los productores optan por otros cultivos?

- El sector tiene una gran debilidad, que es la mirada cortoplacista. El año que el precio de la fruta cae, muchos productores dicen: “no voy a plantar durazno porque valió poco”. Pero no es un cultivo anual. Hay que hacer una proyección a por lo menos 4 o 5 años. Y recién van a reaccionar cuando falte fruta y el precio suba, pero ahí hay que esperar esos 4 o 5 años.

En el Valle de Uco hay excelentes tierras, tenemos agua, los productores saben cultivar durazno y hay nuevas variedades y tecnologías. Falta la decisión del productor de plantar.

¿Se puede mecanizar la cosecha?

La cosecha no, pero sí las labores de riego. Ahora estamos haciendo cultivos peatonales, que no necesitan escaleras. Las nuevas variedades no se ralean, por lo que el requerimiento de mano de obra es mucho más bajo. Y con agricultura regenerativa se reduce mucho el uso de agua y fertilizante, lo que demanda menos insumos.

Además, ha habido un aumento de producción muy importante, de 60 a 70 toneladas por hectárea. Es un negocio muy rentable. Eso el productor no lo está viendo. El durazno industria es hoy el producto más atractivo para la agricultura mendocina. El que tiene más rentabilidad y mejor proyección.

Suben las exportaciones de cerezas, duraznos y ciruela en fresco

- ¿Qué ventajas tiene frente a otros cultivos?

- Primero, tiene muy bajo riesgo climático, porque si cae granizo, aunque haya que mandarlo todo a pulpa, se gana dinero igual, porque es muy bajo el costo operativo. Las variedades nuevas son muy productivas, con muchos kilos por hectárea, lo que implica que el costo unitario es muy bajo.

- ¿Cuál es la inversión inicial?

- Se necesitan unos 10 a 12 mil dólares por hectárea, para la preparación del suelo, las plantas, los equipos de riego. Pero se puede resolver fácilmente con créditos a tasas bajas y un período de gracia de dos años, porque estos cultivos producen mucho los primeros años y se empieza a pagar a partir del tercero. Eso ya se hizo en 2018 y 2019, cuando el Gobierno dio préstamos a tasas subsidiadas para la implantación de montes durazneros. Los productores pudieron plantar y pagar sin problemas.

Falta que se conozca más la necesidad que tiene el sector de hacer nuevos cultivos y que la parte oficial se acople con facilidades de crédito. Es una gran oportunidad de ser protagonistas de durazno industria en el mundo, frente a la caída de producción. Chile, nuestro principal competidor en el hemisferio sur, perdió 40% de la superficie. De acá a 2030 hay que reimplantar 2.500 hectáreas en Mendoza.

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