El avance de la robótica agrícola empieza a transformar tareas que durante décadas dependieron exclusivamente del trabajo manual. En ese escenario aparece Frasky, un robot diseñado para desplazarse entre hileras de vid y realizar intervenciones precisas sobre las plantas, con el objetivo de mejorar la eficiencia y reducir la necesidad de labores repetitivas.
Este desarrollo fue creado por el Instituto Italiano de Tecnología (IIT) junto al JOiiNT LAB, un espacio que integra investigación con industria. Tras sus primeras pruebas en viñedos reales de Bérgamo, Frasky se posiciona como una herramienta que puede sumar innovación y precisión al manejo del cultivo.
Cómo Frasky redefine las tareas en los viñedos
Frasky es resultado del trabajo del Laboratorio de Robótica Blanda para la Cooperación Humana y la Rehabilitación del IIT, bajo la coordinación de Manuel G. Catalano. El robot integra un brazo robótico, una mano adaptable, cámaras y un sistema de navegación pensado para operar en terrenos irregulares.
Según explicó Catalano, la integración de robótica e inteligencia artificial permite desarrollar modelos más avanzados de agricultura de precisión, impulsar un uso más eficiente de los recursos y reducir el impacto ambiental, según informó el Instituto Italiano de Tecnología.
El investigador señaló además a TN que eligieron los viñedos por su alta rentabilidad y por ser un sector permeable a la incorporación de nuevas tecnologías. También explicó que se encuentran en una región con fuerte presencia de bodegas y que contaron con el interés concreto de un productor para realizar las pruebas de campo, lo que aceleró la validación del prototipo.
Embed - Italy tests Frasky, an autonomous robot built to transform vineyard operations
Uno de los aspectos más destacados de Frasky es su destreza para manipular frutos frágiles sin dañarlos. Catalano indicó que el sistema mano-brazo modula las fuerzas de interacción gracias a su arquitectura mecánicamente blanda, permitiendo una manipulación suave pero robusta. Esta capacidad habilita inspecciones visuales y la aplicación de tratamientos selectivos.
La investigadora Francesca Negrello, directora tecnológica de JOiiNT LAB, detalló que el sistema de percepción permite localizar cada racimo, generar un registro visual y evaluar su evolución a lo largo del tiempo. Según explicó, esto habilita decisiones basadas en datos y una planificación más precisa. En paralelo, destacó que están trabajando para ampliar las capacidades de percepción y manipulación con el fin de adaptar el robot a otros contextos agrícolas.
El proyecto también cuenta con el aporte del ámbito académico. Fabio Previdi, catedrático de la Universidad de Bérgamo, resaltó que la colaboración entre investigación e industria es clave para impulsar la innovación tecnológica y formar nuevas competencias profesionales, con estudiantes que participan de manera directa en el desarrollo de estas soluciones.
Desarrollo futuro y aplicaciones más allá del viñedo
Los investigadores del IIT señalan que Frasky aún es un prototipo, pero su arquitectura modular permite proyectar nuevas funciones y adaptaciones. La plataforma puede incorporar herramientas adicionales en el brazo robótico y sumar sensores para ampliar su campo de acción, facilitando su uso en otros cultivos.
Negrello explicó que el robot ya cuenta con módulos de software capaces de mapear y localizarse mediante datos de GPS, LIDAR y odometría, lo que habilita una navegación autónoma sin depender de un mapeo previo del viñedo. Esto abre la puerta a intervenciones más complejas y a una operación con mayor independencia del control humano.
Por su parte, Catalano sostuvo que este tipo de tecnología podría aplicarse también en otras producciones, ya que solo sería necesario entrenar la red neuronal para que reconozca diferentes frutas o plantas. Los equipos del IIT indican que no comercializan los robots, pero sí buscan colaboraciones que permitan llevar estas innovaciones a usos reales fuera del laboratorio.