26 de octubre de 2025 - 09:35

Samsung se suma a la tendencia de gafas inteligentes y renueva la forma de ver el mundo a través de una pantalla

La empresa presentó las Galaxy XR, su primer visor con Android XR y la IA Gemini. La llegada de estos dispositivos acelera la orientación tecnológica de usar visores para trabajar y anteojos smart para salir a la calle.

¿Son las gafas y anteojos inteligentes el futuro de la interactividad online? No lo sabemos con certeza, pero parece que las grandes marcas apuntan a que la realidad sea mediada -aún más- por una pantalla.

Meta había impuesto con éxito a sus gafas Meta Quest para los videojuegos y con más aspiración que aceptación para el Metaverso, un entorno que no terminó de despegar. Sin embargo, su asociación con Ray Ban para lanzar anteojos inteligentes fue un acierto que complementó lo que ya hacían con sus gafas inmersivas. Eso impulsó a otras marcas a lanzar formatos similares, excepto a Apple, que fue por otro rumbo. La marca de la manzana estableció un nuevo estándar al lanzar la computación espacial con sus Apple Vision Pro, un dispositivo que nadie termina de entender, pero que rebosará en potencial si logra bajar de precio y sumar desarrollo de terceros.

En este contexto apareció el miércoles Samsung con el anuncio de sus gafas llamadas Galaxy XR, su primer visor de “realidad extendida” construido sobre Android XR, con procesador Snapdragon XR2+ Gen 2, integración de Gemini, la IA de Google, y un enfoque claro en experiencias inmersivas pensadas tanto para entretenimiento como para productividad.

Capacidad multimodal de las gafas Galaxy XR
Capacidad multimodal de las gafas Galaxy XR

Capacidad multimodal de las gafas Galaxy XR

El dispositivo llega como la primera pieza visible de un ecosistema más amplio que Samsung, Google y Qualcomm proyectan para los próximos años, y ya está a la venta en mercados como Estados Unidos y Corea del Sur por 1.799 dólares.

Qué son (y qué no) las Galaxy XR

Las Galaxy XR se parecen en forma y ambición a lo que vimos con el Vision Pro de Apple: visores independientes, pantallas de alta resolución, seguimiento ocular y de manos, y un paquete de sensores para mezclar lo real y lo virtual. Pero la apuesta de Samsung llega con dos diferenciadores prácticos: la plataforma Android XR -pensada para ser un ecosistema abierto- y una relación precio / funciones más accesible que los 3.500 dólares que cuesta el de Apple.

Samsung describe el aparato como la primera unidad “AI-native” sobre Android XR, diseñada para que asistentes, mapas, fotos y apps funcionen en modo integrado a la realidad, pero con capas de IA.

Embed - Introducing Galaxy XR | Samsung

La apuesta es interesante porque promete competencia en el terreno donde Apple estableció su objetivo: productividad inmersiva, computación espacial para trabajar con varias pantallas y colaboración con videollamadas en 3D que apunta a sesiones creativas o profesionales. Las Galaxy XR pueden hacer lo mismo, pero con el ecosistema de Android y Google integrado, algo que Apple no aún consiguió.

En paralelo, las Meta Ray-Ban han venido posicionando un producto pensado para la calle: diseño similar a unos anteojos clásicos, captura de fotos y video, audio abierto y, más recientemente, traducción y asistencia de Meta IA que sirven para comunicación instantánea y ayuda contextual mientras caminamos. O sea, no son visores inmersivos para pasar horas trabajando, sino asistentes discretos y conectados para el día a día.

Dos estilos, un camino

¿Por qué todo esto nos lleva a usar dos tipos de gafas? La distinción es práctica. Hay tareas, como la edición de video 3D, diseño, reuniones en entornos virtuales, simulaciones, etc, que requieren pantallas amplias en el campo visual, latencia mínima y sensores de precisión: ahí mandan los visores tipo Apple Vision Pro o Galaxy XR. En cambio, otras actividades como caminar por la ciudad, recibir notificaciones, traducir una conversación, tomar una foto o hacer una llamada manos libres, se resuelven mejor con un dispositivo liviano y de estética tan discreta como cotidiana como la de las Ray-Ban Meta y similares.

Los anteojos inteligentes parecen ser los ganadores en comodidad y estética -nadie quiere salir con un casco VR a la calle-, pero también presentan sus propios retos.

Uno de los problemas de los lentes smart es el desafío de adaptación social y de privacidad. Kurt Opsahl, subdirector ejecutivo y asesor general de la Electronic Frontier Foundation, un grupo sin fines de lucro que promueve las libertades civiles online afirmó: “Durante milenios, si estabas entre una multitud, tenías relativa privacidad porque la gente no te reconocía y podía olvidar que estabas allí. Con cámaras siempre activas, esa dificultad prácticamente desaparece”.

Detalle de la camara de los anteojos de Ray-Ban Meta
Detalle de la camara de los anteojos de Ray-Ban Meta

Detalle de la camara de los anteojos de Ray-Ban Meta

Esto revela que hay una preocupación real sobre los datos que acumula de los usuarios, pero también sobre la información que recoge sobre las personas que detecta.

Nikolas Guggenberger, profesor asistente del Centro de Derecho de la Universidad de Houston, señaló en declaraciones al sitio de TechRepublic: “Los anteojos convierten cada interacción social que tenemos en un momento potencialmente ‘memeificable’… es el efecto escalofriante general que se produce cuando nos graban”.

Mientras esa discusión sigue abierta, los fabricantes están más enfocados en separar dispositivos según contexto porque les permite optimizar batería, comodidad, privacidad y aceptación social.

Las nuevas generaciones de hardware y las plataformas de IA están haciendo viable estos dos formatos para un solo fin: establecer una nueva forma de interactuar con el entorno a través de las pantallas.

Principales características de las Galaxy XR

Samsung Galaxy XR
Las gafas Samsung Galaxy XR salen a competir con las Apple Vision Pro

Las gafas Samsung Galaxy XR salen a competir con las Apple Vision Pro

  • Visor de realidad extendida desarrollado por Samsung, Google y Qualcomm
  • Pantallas duales Micro-OLED 4K
  • Procesador Snapdragon XR2+ Gen 2.
  • Sistema operativo Android XR
  • IA integrada de Gemini
  • Control mediante seguimiento ocular, gestos y voz.
  • Peso 545g
  • Batería externa de hasta 2,5 horas de uso.
  • Pass-through de alta definición que permite ver el entorno físico real a través de las cámaras externas
  • Precio: U$D 1.799

OPINIÓN

A cualquier rancho le ponen vidrios

La tecnología tiende a dividir lo que antes hacíamos con un solo objeto. Tuvimos teléfonos que absorbieron cámaras, agendas y mapas y ahora las gafas y los anteojos quieren repartirse nuevas funciones. Me parece relativamente sano -desde la perspectiva del usuario- que exista una separación entre una “caja de trabajo” inmersiva y unos “anteojos sociales” para la calle. O sea, esta división nos libra de tener que utilizar un visor cerrado y pesado como único formato para múltiples usos.

Para los humildes usuarios argentinos esto parece ciencia ficción. Sin embargo, también hubo un momento en que los smartphones o los wearables parecían de primer mundo y hoy son parte de nuestra cotidianidad.

Apple presentó sus primeras gafas de realidad mixta y se llaman Apple Vision Pro.
Apple presentó sus primeras gafas de realidad mixta y se llaman Apple Vision Pro.
Apple presentó sus primeras gafas de realidad mixta y se llaman Apple Vision Pro.

Estos dispositivos eventualmente serán parte de nuestra actividad cotidiana, pero el verdadero desafío aquí no será su precio ni su desarrollo técnico -que es cada vez más innovador y sorprendente- sino el ecosistema humano: la aceptabilidad social, la privacidad, la interoperabilidad entre plataformas o las políticas públicas sobre el uso son aspectos que no avanzan tan rápido como la ingeniería de los dispositivos o la diversa oferta de marcas y modelos

Si las empresas entienden esto, podemos tener herramientas potentes sin perder de vista la convivencia en espacios compartidos. Si no, corremos el riesgo de crear una fragmentación -técnica y social- en la que solo una parte de la población (la que puede pagar y abrace el disturbio tecnológico) gane comodidad, productividad y nueva conectividad.

La llegada de Samsung al mercado con Galaxy XR acelera este debate porque baja la barrera de entrada al hardware de productividad inmersiva. Y cuando la productividad se vuelve móvil, la pregunta ya no es “¿qué puede hacer la tecnología?”, sino “¿qué debo aceptar que haga mi entorno con mis datos y mi imagen?”.

En ese punto, diseñadores, reguladores y periodistas tenemos que poner límites y explicaciones claras. No se trata solo de vender un gadget: se trata de decidir qué tipo de presencia digital queremos llevar a la calle y al trabajo.

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