5 de octubre de 2025 - 09:35

Qué dispositivos de salud conviene comprar: lo mejor, lo peor y precios en Argentina

Relojes, pulseras y anillos inteligentes se consolidan como herramientas para cuidar la salud. Qué modelos se consiguen en el país, cuáles son sus ventajas y limitaciones, y por qué conviene usarlos con criterio.

Un hombre se desmaya mientras maneja y se estrella contra una casa. Su Apple Watch detecta el choque y llama a la Policía cuando descubre que el usuario no se mueve. Otro se pone a hacer ejercicio en su patio y tropieza, pero en realidad está sufriendo un ACV. El reloj detecta la caída y cuando no obtiene respuesta de la persona llama a Emergencias. Un joven se despierta cuando su smartwatch a las 5 de la mañana comienza a vibrar sin parar. Ve que marca sus pulsaciones en 172 por minuto y se va al hospital donde le detectan un pulmón colapsado.

Todas estas historias son reales y son algunas de las que Apple compartió en su evento de septiembre para mostrar que su reloj inteligente puede salvar vidas.

Embed - Dear Apple | Apple Watch

El enfoque de ser un aliado de la salud y el autocuidado es lo que hizo que los smartwatches primero -y muchos otros dispositivos después- se volvieran populares después de tener un inicio poco alentador al ser considerados sólo como una pantalla extra a la del teléfono que las personas llevaban en la muñeca.

Wearables para cuidar la salud

Los wearables dejaron de ser un capricho de fanáticos tecno para instalarse como accesorios cotidianos. Desde las pulseras económicas de Xiaomi hasta el último Galaxy Watch de Samsung, pasando por anillos inteligentes que prometen monitoreo continuo, la oferta de productos se amplió para todos los presupuestos.

Aunque existen todo tipo de wearables, los relojes son los más utilizados. Sin embargo, las opciones de anillos inteligentes se han multiplicado al igual que otros dispositivos como las pulseras de actividad o la ropa inteligente, las bandas de pecho o los parches adhesivos inteligentes.

Dispositivos de salud: lo mejor, lo peor y cuánto cuestan en Argentina
Los anillos inteligentes son dispositivos de salud cada vez más utilizados.

Los anillos inteligentes son dispositivos de salud cada vez más utilizados.

Ventajas que entusiasman

La motivación instantánea que da ver el progreso en gráficos simples es uno de los principales incentivos que tienen estos aparatos. Saber cuántos pasos dimos o cómo dormimos genera conciencia sobre la actividad diaria y también el descanso adecuado.

Las alertas tempranas también son parte esencial del deseo de tener un wearable de salud. Algunos relojes, por ejemplo, detectan arritmias leves o cambios bruscos en el pulso, y empujan a consultar a un médico.

Dispositivos de salud: lo mejor, lo peor y cuánto cuestan en Argentina
Control de salud en Apple Watch

Control de salud en Apple Watch

La variedad en la oferta de modelos y marcas también anima a muchos a darle una oportunidad a un gadget de salud. Solo en nuestro país se pueden conseguir relojes desde los $20.000 hasta más de un millón de pesos.

Popularidad en alza

Los datos de la International Data Corporation (IDC) revelan que el mercado de wearables atraviesa un gran momento.

En el primer trimestre de 2025, el mercado global de dispositivos de muñeca (wrist-worn devices) despachó 45,6 millones de unidades globalmente, lo que representa un crecimiento interanual del 10,5 %. De ese total, los smartwatches representaron 34,8 millones de unidades en ese mismo trimestre, con un crecimiento interanual del 4,8%.

Las pulseras inteligentes (fitness bands) también crecieron: su volumen de envíos globales aumentó 34 % interanual y llegó a 10,8 millones de unidades en ese trimestre.

En cuanto a proyecciones, el informe más reciente sugiere que aunque 2024 tuvo una caída, en 2025 los envíos volverán a crecer ligeramente (casi un 1,7%) a medida que los consumidores reemplacen dispositivos más antiguos.

Dispositivos de salud: lo mejor, lo peor y cuánto cuestan en Argentina
Banda de pecho inteligente

Banda de pecho inteligente

Si hablamos de marcas, en el primer trimestre de 2025 Huawei lideró el mercado de dispositivos de muñeca. Le siguió Xiaomi, que mostró uno de los crecimientos más fuertes dentro del top 5 a nivel global, donde Apple también registró un aumento notable en su segmento de relojes inteligentes. En cambio, Samsung sufrió una caída en sus envíos, con una pérdida de participación frente a las marcas chinas. Por ejemplo, en los primeros tres meses de 2025 sus envíos representaron el 7,5 % del total de dispositivos de muñeca, ubicándose cuarto entre los fabricantes.

Limitaciones y dudas

Lo primero que se debe tener en cuenta es que estos dispositivos no reemplazan a un médico ni pueden dar diagnósticos certeros.

Los sensores no siempre son precisos: medir oxígeno en sangre o estrés aún arroja lecturas variables. Y la privacidad de los datos preocupa: la información sensible que recolectan estos dispositivos no siempre está protegida con estándares médicos.

Eiko Fried, psicólogo de la Universidad de Leiden, advierte en un estudio reciente que los relojes inteligentes “tienen poca correlación entre lo que miden como ‘estrés’ y lo que los usuarios realmente sienten”. En un artículo publicado en The Guardian, Fried afirmó que la correlación entre el reloj inteligente y las puntuaciones de estrés autodeclaradas fue prácticamente nula. ”Esto no nos sorprende, dado que el reloj mide la frecuencia cardíaca, y esta no tiene mucha relación con la emoción que se experimenta; también aumenta con la excitación sexual o las experiencias placenteras”.

Dispositivos de salud: lo mejor, lo peor y cuánto cuestan en Argentina
Control de sueno con un anillo inteligente

Control de sueno con un anillo inteligente

En un artículo llamado “Limitaciones y desventajas de los relojes inteligentes en el seguimiento de enfermedades crónicas” publicado en el sitio The Healthy Indian Project, el neumonólogo Mayank Vats afirma: “Los relojes inteligentes son herramientas útiles que ayudan a controlar la salud. Sin embargo, utilizan un conjunto de sensores que pueden no alcanzar la calidad de los dispositivos médicos. El tono de la piel, la posición en la muñeca, el sudor bajo el dispositivo, etc., pueden interferir con las lecturas de la frecuencia cardíaca, los niveles de oxígeno en sangre y los resultados del ECG. Esta inexactitud puede confundir a personas con afecciones crónicas como arritmia o hipertensión, retrasando la intervención clínicamente indicada”.

Opciones y precios en Argentina

- Xiaomi Redmi Watch 5 Active: ronda los $82.000 y es uno de los favoritos de la gama media. Monitorea ritmo cardíaco, oxígeno en sangre, sueño y pasos, con pantalla a color y buena autonomía.

- Samsung Galaxy Watch 6: actualmente está disponible el modelo 7 y 8, pero este es un buen balance entre funciones y precio. Se consigue por unos $400.000 e integra ECG o sensores de composición corporal.

- Huawei Watch Fit 4: ofrece monitoreo de frecuencia cardíaca, SpO, registro del sueño, control del estrés y más de 100 modos deportivos. Su batería dura hasta 10 días y su precio es de $302.000

- Apple Watch SE 2: Es la versión “barata” y mide frecuencia cardiaca y ritmo irregular. Tiene app de medicamentos, ciclo menstrual o ruido así como una de sueño. Cuesta $682.099

- Garmin Forerunner 970: es para deportistas profesionales y ofrece funciones como ECG certificado, sensor de temperatura de la piel o variabilidad de la frecuencia cardíaca para analizar el sueño, el estrés y la energía corporal. Cuesta $ 1.698.999

- X-View Quantum Trail S: se consigue por $79.900, es robusto y pensado para actividades al aire libre, con resistencia al agua y múltiples modos deportivos.

- Sansei Smartwatch Básico: el más sencillo y económico, ya que se consigue desde $22.000. Ideal para iniciarse en el monitoreo de pasos y sueño, sin mayores pretensiones.

OPINIÓN

Salud, dinero y amor

Más que un deseo es una combinación de lo que representa tener un wearable en el cuerpo. Dicho de otro modo, un dispositivo que controla nuestra salud cuesta un buen dinero, pero también enamora al ver que mucho de los que hacemos -tanto despiertos como dormidos- puede medirse, categorizarse y medirse.

He probado varios de estos dispositivos -especialmente relojes inteligentes- y descubrí que pueden ser una brújula útil del cuidado físico, pero no un juez de la salud. Sirven para orientarnos -¿me moví lo suficiente hoy?, ¿cómo descansé?-, pero no deberían dictar cómo nos sentimos ni provocarnos la ansiedad de estar sobreinformados sobre cada detalle de cómo late nuestro corazón, cuántos pasos damos o cómo respiramos.

En este punto, no tener pantalla a la vista puede ser una ventaja y eso es lo que ofrecen dispositivos como los anillos inteligentes o las pulseras fit. Sin embargo, el detalle está disponible en segundos en el teléfono, que es el receptor de todos los datos.

La inmensa cantidad de funciones a veces abruma y confunde. Las hay muy útiles como la detección de caídas, de sonidos fuertes o control de medicamentos, especialmente en personas mayores, pero también las hay que obsesionan como intentar cumplir metas diarias de ejercicio o de consumo de calorías.

No entender que el dispositivos es un complemento y no un doctor en la muñeca nos expone al riesgo de transformarnos en “estadísticas con patas”, pendientes de cada variación de pulso o cada alerta del reloj.

En mi caso, aprendí a tomarlos como aliados y no como verdugos: un recordatorio de que la salud está en hábitos simples, y que ningún gráfico reemplaza al sentido común ni a la consulta médica.

LAS MAS LEIDAS