22 de octubre de 2025 - 15:20

Aprender inglés con Inteligencia Artificial: cuáles son los pros y los contras

La IA nos atraviesa y cambió para siempre la forma de estudiar y aprender. Descubrí cuál es la combinación perfecta para aplicarla efectivamente.

Hoy, una app puede corregir nuestra pronunciación en segundos, crear clases personalizadas y simular conversaciones reales con un nivel de precisión que hace unos años parecía ciencia ficción. Pero: ¿es realmente la solución definitiva para aprender inglés? ¿O todavía hay aspectos que ninguna máquina puede reemplazar?

Un estudio reciente de Preply, la plataforma global de enseñanza de idiomas, mostró que la combinación entre IA, práctica constante y acompañamiento humano acelera de forma notable el aprendizaje. Según sus datos, el 97% de los estudiantes que practicaron de manera sostenida aumentaron significativamente su confianza para hablar inglés. Esta evidencia marca el punto de partida de un debate clave: cómo aprovechar la tecnología sin perder el componente humano.

La manera en la que nos imaginamos el aprender inglés ahora cambió. Las personas ya no suelen inscribirse a institutos y asistir presencialmente a sus clases. Con la inteligencia artificial, ahora es posible estudiar desde cualquier lugar y horario dependiendo de las necesidades y herramientas que el estudiante necesite. Además, las herramientas de IA eliminan uno de los grandes obstáculos: la vergüenza de hablar.

Plataformas educativas y apps utilizan modelos de lenguaje para analizar errores en tiempo real, sugerir correcciones y ofrecer ejercicios diseñados según el nivel y los objetivos de cada persona. Esto permite que el aprendizaje sea más eficiente y personalizado.

Ventajas de aprender inglés con inteligencia artificial
Practicar inglés con la IA ayuda a bajar las barreras emocionales y sentirse menos juzgados al practicar.

Practicar inglés con la IA ayuda a bajar las barreras emocionales y sentirse menos juzgados al practicar.

Ventajas: personalización e inmediatez

Una de las mayores fortalezas de la IA es la personalización. A diferencia de una clase tradicional, en la que el ritmo depende del grupo, las plataformas con IA adaptan los contenidos a las necesidades individuales, ofrecen disponibilidad 24/7, lo que permite incorporar el inglés en la rutina diaria sin depender de horarios fijos y para quienes trabajan o estudian, esta flexibilidad es clave: pueden practicar 10 minutos en el colectivo, de camino a algún lugar, revisar vocabulario antes de dormir, hacer una conversación simulada al almorzar, son algunas de las posibilidades que nos permiten estas herramientas tecnológicas.

Practicar con la IA ayuda a bajar las barreras emocionales que imposibilitan la práctica y ayudan sentirse menos juzgados al hablar generando más confianza para repetir las palabras. Esto conecta con el “filtro afectivo” que describió Stephen Krashen en los 80: cuanto menos ansiedad, más permeabilidad al aprendizaje. Los datos de Preply respaldan esta idea: el 97% de quienes combinaron práctica continua e interacción con tutores reportaron una mejora notable en su confianza al comunicarse.

La confianza combinada con la consistencia Los métodos de estudio elegidos también son clave. Alrededor del 30% de los estudiantes afirmó que su confianza al hablar es “alta” al inicio. Pero entre quienes practicaron de forma continua (dos o más horas por semana), el 91% describió su confianza como alta al llegar a la semana 12.

Desventajas: falta de contacto humano y dependencia tecnológica

La IA todavía tiene limitaciones importantes. Aprender inglés no es solo memorizar estructuras gramaticales: implica comprender tonos, ironías, expresiones idiomáticas y contextos sociales que las máquinas aún interpretan de manera limitada.

La falta de contacto humano puede dificultar el desarrollo de habilidades conversacionales naturales. Las apps no detectan del todo matices como el lenguaje corporal, las interrupciones espontáneas o los cambios de registro que aparecen en una charla real. Por eso, se puede notar en quienes solamente aprenden un idioma con IA las dificultades al enfrentar una conversación cara a cara por más que su nivel técnico sea excelente.

Otro riesgo es la sobredependencia tecnológica. Al delegar todo el proceso en la app, algunos estudiantes pierden autonomía o se frustran si no reciben respuestas inmediatas. Además, no todas las herramientas están diseñadas de forma inclusiva: sin una guía pedagógica adecuada, la tecnología puede amplificar brechas existentes en lugar de cerrarlas.

Enfoque híbrido: IA y docentes humanos

Según un estudio de Leanlab Education, el verdadero avance no radica solo en incorporar tecnología, sino en hacerlo de forma colaborativa. La clave está en integrar a docentes y estudiantes en un proceso de codiseño. Donde la experiencia humana guía la creación de herramientas más confiables, inclusivas y alineadas con las necesidades reales del aula.

Plataformas como Preply aplican un equilibrio entre IA y docentes: utilizan IA para potenciar la práctica, pero conservan el rol de tutores humanos para guiar, motivar y brindar feedback emocional. Según la empresa, el 96% de los estudiantes considera que conversar con un tutor es fundamental para avanzar en su aprendizaje.

En este modelo, la IA libera tiempo de clase para actividades más significativas, mientras que los docentes se enfocan en afinar la pronunciación, trabajar expresiones culturales y fortalecer la seguridad de los alumnos en contextos reales.

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