2 de diciembre de 2025 - 20:10

Un millón de argentinos descendientes de españoles buscan la nacionalidad: consulados y página web colapsadas

La Ley de Memoria Democrática generó una avalancha inédita de pedidos: más de un millón de expedientes iniciados y 1,3 millones de citas pendientes en el mundo.

La red consular de España vive su mayor saturación en décadas. Al cierre del plazo de la Ley de Memoria Democrática, casi tres millones de descendientes de españoles en todo el mundo habían iniciado o intentado iniciar el trámite para obtener la nacionalidad. De ese total, alrededor de un millón son argentinos, según afirmaron las autoridades, y la cifra supera por más de cuatro veces a la registrada por la antigua Ley de Memoria Histórica de 2007, lo que marca un hito que tomó por sorpresa al Ministerio de Asuntos Exteriores.

Según datos del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), más de un millón de expedientes ya están en curso dentro del sistema consular.

De ellos, cerca de la mitad han sido resueltos favorablemente, aunque muchos esperan todavía la inscripción final. Las denegaciones, en cambio, no alcanzan el 2%. A este número se suman 1,3 millones de personas que lograron pedir cita antes del cierre del plazo, pero aún no pudieron presentarse porque los consulados no dan abasto. En términos prácticos, sus trámites aún ni siquiera han comenzado.

El Gobierno, ante la magnitud de la demanda, flexibilizó la interpretación del plazo legal admitiendo todas las solicitudes que alcanzaron a pedir turno telemáticamente. Sin esa medida, millones habrían quedado afuera pese a cumplir con las condiciones que establece la ley: ser hijos o nietos de españoles que perdieron la nacionalidad por exilio político, ideológico, religioso o por orientación e identidad sexual; descendientes de mujeres españolas que la perdieron por casarse con extranjeros antes de la Constitución de 1978; o hijos mayores de quienes obtuvieron la ciudadanía por la ley de 2007.

Pero, aun con esa flexibilización, el sistema está colapsado. Fuentes involucradas en el proceso advierten que, al ritmo actual, algunos solicitantes deberán esperar décadas para ver completado su trámite, mientras que los de mayor edad corren el riesgo de no llegar a tiempo.

Consulado de España en Córdoba. Demoras en trámites por nacionalidad. (Ramiro Pereyra /La Voz)
Consulado de España en Córdoba. Demoras en trámites por nacionalidad. (Ramiro Pereyra /La Voz)

Consulado de España en Córdoba. Demoras en trámites por nacionalidad. (Ramiro Pereyra /La Voz)

Argentina, epicentro del aluvión de trámites: el caso de Buenos Aires y el impacto global

Si hay un país donde la saturación se vive con especial intensidad, ese es Argentina. Más del 40% de todas las solicitudes del mundo, cerca de un millón, provienen de este país. Solo el consulado de Buenos Aires concentra unas 645.000 peticiones; el de Córdoba suma alrededor de 125.000.

El fenómeno tiene raíces históricas: la Argentina alberga una de las comunidades de descendientes de españoles más grandes del planeta. Otros consulados también enfrentan situaciones críticas:

  • La Habana (Cuba): 350.000 solicitudes
  • Ciudad de México: 165.000
  • São Paulo (Brasil): 150.000
  • Miami (EE.UU.): 120.000
  • Caracas (Venezuela): 40.000 (provisionales)

La red consular cuenta con 178 oficinas, pero muchas de ellas operan con plantillas y espacios pensados para volúmenes muy inferiores. A esto se suman instalaciones antiguas, falta de personal y, en algunos casos, infraestructuras en mal estado. Un ejemplo: hace semanas, un desprendimiento de techo en el consulado de São Paulo golpeó a un trabajador y obligó a sindicatos a denunciar el deterioro del edificio.

La presidenta del CGCEE, Violeta Alonso Peláez, subrayó que si bien es positivo que se acepten las citas pedidas dentro de plazo, el Gobierno debe actuar con urgencia. Entre las medidas propuestas están:

  • Permitir que los más de 7.000 registros civiles de España ayuden en la inscripción de nuevos ciudadanos.
  • Contratar personal adicional y reforzar los consulados más colapsados.
  • Externalizar tareas administrativas y mecanizadas, como la digitalización de documentos.
  • Modernizar las infraestructuras consulares.

Además, Alonso advirtió que los retrasos no solo afectan a los solicitantes de la nacionalidad: la inscripción de hijos de españoles nacidos en el exterior ya muestra demoras preocupantes, al igual que trámites básicos como la expedición de pasaportes.

Largas filas en el consulado de España. Orlando Pelichotti / Los Andes
Largas filas en el consulado de España. Orlando Pelichotti / Los Andes
Largas filas en el consulado de España. Orlando Pelichotti / Los Andes

Un desafío estructural: la ciudadanía española en el exterior podría llegar a cinco millones

El impacto de esta avalancha no se limitará a los próximos meses. Una vez que los expedientes se resuelvan, España podría pasar de algo más de tres millones de ciudadanos residentes en el exterior a cerca de cinco millones. Esto significa que varios consulados duplicarán o incluso triplicarán la población que atienden.

La presidenta del CGCEE insiste en que la respuesta no puede reducirse a contrataciones temporales. “No se trata solo de ampliar la plantilla, que también, sino que hace falta más espacio físico, nuevas oficinas y una red consular moderna y dimensionada para la nueva realidad”, sostuvo.

Exteriores asegura haber reforzado los consulados más críticos con 150 plazas adicionales y haber creado nuevos puestos de cónsul adjunto en Buenos Aires, La Habana y México. También destacan la digitalización del Registro Civil y la implementación del Número de Identidad Consular (NIC) como herramientas que permitirán agilizar procesos en el futuro.

Sin embargo, documentos internos y diagnósticos previos muestran que los problemas son más profundos. La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) ya advertía en 2023 que más de 100 instalaciones estaban deterioradas, al límite de capacidad o sin medidas adecuadas de seguridad e higiene. El plan de modernización consular, dotado con 115 millones de euros, avanza, pero enfrenta una realidad que creció más rápido que la infraestructura.

Mientras tanto, la presión continúa. Las imágenes de largas filas en los consulados de Rosario, Buenos Aires y otras ciudades son ya parte del paisaje reciente. Para miles de descendientes, el trámite es más que un beneficio burocrático: representa un vínculo reparador con su historia familiar, un reconocimiento a las generaciones que emigraron o fueron exiliadas.

La Ley de Memoria Democrática abrió esa puerta. Ahora, el desafío para España es mantenerla abierta sin que el sistema colapse bajo el peso de su propio éxito.

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