Nuestro planeta, al igual que los demás del sistema solar, orbita alrededor del Sol. Esta enorme estrella, centro de nuestra vecindad cósmica, ha captado la atención de la comunidad científica internacional durante décadas, y no es para menos: su influencia es fundamental para la vida en la Tierra.
En los últimos años, se han alcanzado avances significativos que han permitido explorar más a fondo los enigmas del Sol. Uno de los logros más destacados ha sido la misión de la sonda Parker, que ostenta el récord de ser el artefacto más cercano al Sol jamás construido por el ser humano.
Sin embargo, aunque la sonda Parker ha acaparado muchos titulares, no es el único proyecto en marcha. Numerosos astrónomos e investigadores continúan trabajando para descifrar los secretos del Sol. De hecho, un estudio reciente ha llamado especialmente la atención de la comunidad científica: todo indica que nuestra estrella está entrando en una fase de mayor actividad.
Una ruptura en 200 años de comportamiento solar
Un reciente estudio difundido en The Astrophysical Journal Letters reveló un cambio inesperado en el comportamiento del Sol. Desde 2008, la estrella fue incrementando su actividad de forma constante, dejando atrás una tendencia de disminución que se había mantenido desde 1980.
Sol
El Observatorio de Dinámica Solar de la NASA capturó esta imagen del Sol
NASA
Este inesperado fenómeno solar dejó perplejo a los científicos, quienes esperaban que el Sol entrara en un periodo de actividad históricamente baja. De hecho, este cambio no se había visto en los últimos 200 años.
Desde el siglo XVII, se conservan registros que permiten rastrear la actividad solar a lo largo del tiempo. Estos datos muestran que el Sol ha atravesado etapas de inactividad prolongada. Las más destacadas se produjeron entre los años 1645 y 1715, y posteriormente entre 1790 y 1830. El último período de baja actividad solar, ocurrido en 2008, hizo pensar a los científicos que nuestra estrella podría estar entrando nuevamente en una fase similar.
“Todo apuntaba a que el Sol entraría en una fase prolongada de baja actividad. Así que fue una sorpresa ver que esa tendencia se revirtió. El Sol está despertando lentamente”, explica Jamie Jasinski, del Jet Propulsion Laboratory de la NASA.
Qué significa esta nueva reactivación del Sol
Este aumento en la actividad solar no es un dato para pasar por alto. El Sol emite constantemente una corriente de partículas cargadas conocidas como viento solar. Al aumentar la actividad, este viento se intensifica y puede afectar a la magnetosfera terrestre, la burbuja protectora de nuestro planeta.
El repunte en la actividad solar conlleva un aumento en fenómenos como las erupciones solares y las eyecciones de masa coronal, que liberan enormes cantidades de energía y partículas al espacio.
A pesar de que la magnetosfera terrestre actúa como un escudo protector, estas explosiones solares pueden impactar directamente en diversas tecnologías modernas.
Por ejemplo, un nivel elevado de actividad solar puede provocar interrupciones en las señales de GPS, interferencias en las comunicaciones por radio e incluso sobrecargas en las redes eléctricas en situaciones extremas. Asimismo, supone una amenaza para las misiones espaciales, ya que puede dañar satélites y poner en riesgo a los astronautas durante viajes prolongados, debido al aumento de la radiación solar.