Tatuajes: ¿es peligroso tatuarme si estoy embarazada?

Antes de tomar la decisión de hacerse un tatuaje estando embarazada, es fundamental conocer los posibles riesgos y considerar el impacto en la salud materna y fetal.

Conviene evitarlos si se está en período de gestación.
Conviene evitarlos si se está en período de gestación.

El mundo de los tatuajes ha experimentado una aceptación generalizada en la sociedad, y cada vez más personas se animan a expresarse a través de esta forma de arte en la piel. Hoy en día, en especial en algunos ámbitos y muy especialmente en personas menores de 40 años en gran parte del mundo, la práctica de tatuarse la piel parece haberse convertido en una moda muy aceptada.

Sin embargo, cabe hacerse unas preguntas en algunos casos específicos. Por ejemplo: ¿qué sucede cuando una mujer embarazada considera hacerse un tatuaje? ¿Es seguro o existen riesgos potenciales que deben tenerse en cuenta?

Para empezar a responder esta cuestión, conviene recordar que, durante el embarazo, el cuerpo de la gestante (y ni qué hablar del individuo en gestación) experimenta cambios significativos, y cualquier procedimiento que implique la introducción de sustancias extrañas en el organismo debe ser evaluado cuidadosamente.

En este sentido, y a contramano de lo que muchos piensan, un tatuaje no es una excepción en esto de introducir sustancias extrañas al cuerpo; y por ello es esencial sopesar los riesgos y considerar el momento adecuado para realizarlo.

Un tatuaje no es simplemente un dibujo superficial sobre el cuerpo, como pudiera ser una mancha de suciedad o un trazo hecho con un bolígrafo, que se borra simplemente con el roce. Al contrario, el proceso de tatuar implica una herida abierta en la piel y la introducción de tintas y colorantes en el cuerpo.

Por esta simple y contundente razón, durante el primer trimestre del embarazo, en particular, es esencial evitar cualquier factor que pueda afectar la salud materna y fetal. Y esto por el hecho de que en esos primeros meses el embarazo conlleva más riesgos de pérdida.

Aunque hay que decir que si se toman las precauciones adecuadas y se sigue un protocolo de higiene riguroso, el riesgo puede minimizarse, también es cierto que siempre existe la posibilidad de adquirir infecciones transmitibles al feto.

Por otra parte, las alteraciones hormonales durante el embarazo pueden hacer que la piel sea más sensible, lo que podría aumentar la incomodidad durante el proceso de tatuado. También hay preocupaciones en torno a la aplicación de la anestesia epidural durante el parto si se tiene un tatuaje en la zona lumbar, aunque los riesgos son remotos y se pueden tomar precauciones para evitar cualquier problema potencial.

Sin embargo, actualmente en la Argentina no hay una prohibición estricta para hacerse tatuajes durante el embarazo, pero es crucial consultar con un profesional de la salud antes de tomar una decisión. Evaluar los riesgos y considerar el bienestar tanto de la madre como del bebé es esencial para asegurar un embarazo seguro y saludable.

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