Rescate patrimonial: una campaña en redes busca los portones perdidos del Parque

Se trata de piezas que fueron retiradas en la década de 1940 y desde entonces su paradero es desconocido. El movimiento es impulsado por la arquitecta Silvia Cirvini, que publicó un afiche con las características.

Los portones peatonales fueron retirados durante una restauración del paseo. Se dice que fueron llevados a una finca privada pero nunca pudieron ser hallados. Foto: drone de Los Andes
Los portones peatonales fueron retirados durante una restauración del paseo. Se dice que fueron llevados a una finca privada pero nunca pudieron ser hallados. Foto: drone de Los Andes

Los portones del parque General San Martín nunca fueron iguales a como los conocemos ahora. Antes hubo otro estilo de gigantescas puertas totalmente distintas a las que están actualmente. La gente era otra, la provincia era otra y la historia ha ido convirtiendo varios elementos antiguos de la provincia en patrimonios culturales.

Esos antiguos portones que se encontraban allí, sencillamente desaparecieron. Es toda una incógnita dónde pueden estar ubicados y en manos de quién han caído. Por ello, se realizó un movimiento en redes sociales con una publicación muy original de un afiche donde se detallan las características de estos portones, que ya no están a la vista y quieren encontrarlos.

“Comenzó la intriga el momento en que conocí las fotos de esos portones, cuando supe que los habían sacado en la década del ‘40. Pregunté en su momento al encargado del Parque y a otros funcionarios y siempre me dieron respuestas evasivas. Nunca me contestaron ni me dieron una pista de dónde pueden estar. Entonces siempre me quedó la incógnita”, expresó Silvia Cirvini, la arquitecta patrimonialista que está detrás de todo esto para tratar de encontrar los portones.

Cirvini y su equipo del Conicet realizaron muchos trabajos arquitectónicos de investigación en la zona de Maipú y Luján y nunca pudieron dar con el paradero de estas piezas. “Yo pensé que los habíamos encontrado cuando Alberto Arizu, propietario de la finca El Paraíso, me dijo que los tenían ellos y lo afirmó con total seguridad. Sin embargo, luego de ver las fotos detenidamente, nos dimos cuenta de que no eran los portones que estamos buscando ya que no coincidían con las características”, explicó la arquitecta.

Agregó: ”Nuevamente me volví a preguntar dónde están los portones. Porque los mendocinos tenemos derecho a recuperarlos. Entonces volvimos a la búsqueda y a preguntarnos dónde puede llegar a estar. Nos facilitaron todo tipo de archivos sobre el tema para reconstruir la búsqueda. Hay tantos mendocinos interesados en encontrarlos y por eso se nos ocurrió armar un afiche con las inscripciones y las características de los portones para que, con toda la colaboración posible, demos con el paradero”.

El cartel imita a los que ofrecían recompensas en el Lejano Oeste.
El cartel imita a los que ofrecían recompensas en el Lejano Oeste.

Patrimonio perdido

En el año 1908, cuando se comenzó con la construcción del Parque, se colocaron portones importados, fabricados en Glasgow, Escocia. El encargado de diseñar toda la obra fue el ingeniero Juan Molina Civit, quien también había realizado la compra.

En 1940 se llevó a cabo una importante remodelación del paseo, realizada por el arquitecto y director del Parque de ese momento, Daniel Ramos Correas. Él se encargó de incluir obras en el ingreso por los portones: se quitó la balaustrada, todo el cierre perimetral y se retiraron los portones peatonales.

“Esperemos poder encontrarlos. Si no los encontramos, esto va a servir para concientizar y valorizar nuestro patrimonio para que no haya otras pérdidas ya que los bienes culturales son de todos. Pertenecen a todos los habitantes de la provincia. Es bueno tomar conciencia al respecto para que esto no pase con otros bienes, que se van degradando, se van arruinando y hay que pelear por su conservación”, resaltó la arquitecta Cervini.

“Hoy en día hay mucha gente comprometida en la conservación de los patrimonios, tanto en la ciencia como en la arquitectura. Hay mucha gente convencida en la conservación de los bienes culturales porque es lo que hace distinto un lugar de otro, son únicos y nos dan identidad. Me parece meritorio que sea la bandera de toda una comunidad. La conservación de los patrimonios tiene sentido cuando se disfruta y se comparte entre tanta gente”, sumó.

En el año 1985, la patrimonialista logró contactar al arquitecto Daniel Ramos Correas, con una edad mayor y retirado. Al parecer, este reconocido arquitecto le contó que esos tan buscados portones se los habían llevado a una finca de Luján o de Maipú por orden de un ministro de aquel entonces. Sin embargo, nunca pudo obtener más detalles sobre el paradero, ya que había prometido silencio, lo cual cumplió a rajatabla y hasta el día de hoy no se sabe en qué punto de Mendoza se encuentran.

“No tengo ninguna sospecha de dónde pueden llegar a estar. Esto puede llegar a surgir con el tiempo. De alguna manera varias personas tienen la imagen aproximada de cómo eran. Y así alguien podrá encontrarlos, en algún momento los vamos a encontrar. Descarto la posibilidad de que estén fuera de la provincia. Deben estar en algún punto de toda la superficie cultivada, en el oasis o en alguna finca”, analizó con detalle.

Cervini sigue aferrada a la esperanza de que en algún momento los majestuosos portones puedan aparecer y que se valoren los bienes patrimoniales provinciales. “Hay que tratar de garantizar a las generaciones futuras que los van a tener. Hay que intentar que no se pierdan las cosas y que cuidemos los grandes patrimonios. Lo que provoca es lograr una conservación duradera. Tengo la esperanza de que aparezcan, eso nunca se pierde y queremos recuperarlo”, concluyó.

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