Tras varios días de preocupación sobre su cuadro de salud e internación, el cantante español Raphael, de 81 años, fue diagnosticado con un linfoma cerebral, aunque ya recibió este viernes el alta hospitalaria para seguir con el tratamiento.
Tras varios días de preocupación sobre su cuadro de salud e internación, el cantante español Raphael, de 81 años, fue diagnosticado con un linfoma cerebral, aunque ya recibió este viernes el alta hospitalaria para seguir con el tratamiento.
El intérprete de clásicos como “Yo soy aquel” y “Mi gran noche” estuvo diez días ingresado en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, después de sufrir un episodio médico mientras grababa el especial navideño de “La Revuelta”.
Según el parte oficial, Raphael presenta dos nódulos en el hemisferio izquierdo del cerebro, lo que explica los síntomas neurológicos que manifestó. Durante su estancia en el hospital, inició un tratamiento específico para esta enfermedad, el cual continuará de manera ambulatoria. Este viernes, el cantante recibió el alta y fue fotografiado por la prensa.
El diagnóstico del artista de 81 años derivó en cambios en la agenda con la cancelación de los conciertos programados para los primeros meses de 2025 en Estados Unidos, República Dominicana, Costa Rica, Puerto Rico y México.
Un linfoma cerebral es un tipo de cáncer poco común que afecta el sistema nervioso central (SNC). Es un linfoma no Hodgkin que se origina en los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco que forma parte del sistema inmunológico. Cuando estos linfocitos se vuelven cancerosos en el cerebro o la médula espinal, se genera lo que se conoce como un linfoma primario del sistema nervioso central (LPSNC).
No se conoce con exactitud la causa exacta del linfoma cerebral, pero existen factores de riesgo asociados, entre ellos:
El linfoma cerebral causa una serie de síntomas dependiendo de la ubicación del tumor en el cerebro y la velocidad con que crece. Entre los efectos principales están:
El pronóstico del linfoma cerebral depende de factores como la edad del paciente, la respuesta al tratamiento y la extensión de la enfermedad. Si se diagnostica temprano y se trata adecuadamente, algunos pacientes logran una remisión completa. Sin embargo, el tratamiento puede generar efectos secundarios significativos, como problemas cognitivos o de memoria, fatiga crónica y daño neurológico.
Dependiendo de la gravedad del cuadro, puede ser con quimioterapia, radioterapia, corticosteroides, trasplante de médula ósea/autotrasplante de células madre y/o terapias dirigidas e inmunoterapia.