"La verdad es que en Argentina cuesta mucho vivir siendo modelo, por lo económico, y puntualmente en Mendoza no hay mucho laburo, aunque ahora creo que hay más oportunidades", analiza Máximo en diálogo con Los Andes. "También tenía ganas de conocer más el mundo ya que me sentía estancado, desmotivado y aburrido y, por supuesto, mi familia me motivó mucho a cumplir ese sueño que venía trabajando hace tiempo", acota.
Ganar experiencia
En Mendoza vivía en la Quinta Sección y asistía al Instituto Nadino, de Ciudad. Al terminar la secundaria, comenzó a estudiar Derecho, pero sentía que quería otra cosa. "Es algo que me gusta y también a mi familia, pero en ese momento necesitaba viajar, necesitaba irme, aire nuevo, escapar un poquito de lo que venía viviendo desde que nací, que era sólo estar en Mendoza", cuenta.
Y añade: "Vengo de una familia de clase media, nunca viajamos tanto, entonces para mí era un gran sueño y veía mucha esperanza en el modelaje para viajar. Sabía que me podía ayudar mucho". Está claro que lo logró.
Máximo Piaggesi, el mendocino que triunfa como modelo internacional
Máximo Piaggesi, el mendocino que triunfa como modelo internacional
Máximo proviene de una familia de deportistas, por lo cual esa actividad es parte de su rutina. Se define como modelo y se está formando como actor. Maneja cuatro idiomas: además del español, también el italiano, el portugués y el inglés.
Para él, su trabajo a nivel internacional, y siendo tan joven, ha tenido muchas ganancias en su desarrollo personal. Sabe que tener que hacerse cargo de sí mismo ha implicado un gran desafío que le ha permitido crecer, además de los beneficios económicos que esto ha traído para él.
Dice que en Argentina nunca podría ganar lo que se gana a nivel internacional y que, obviamente, para su carrera tampoco tendría las mismas oportunidades.
Al día de hoy, considera que elegir hacer este recorrido e irse del país ha sido una gran decisión. "No puedo imaginar mi vida en Mendoza si no me hubiera ido a viajar. Considero que fue lo mejor que podría haber hecho porque, si no hubiera viajado, no sé si ahora estaría haciendo el trabajo que hago. He crecido tanto en muchísimas situaciones que me ha puesto la vida, al estar solo afuera, que le agradezco un montón a la persona que soy ahora y las cosas que he aprendido", sentencia.
Y suma: "El tema económico es un punto muy interesante porque se gana también mucho mejor afuera y con lo que se gana se puede vivir mejor, conocer culturas diferentes, conocer personas con distintos hábitos, también hablar diferentes idiomas".
Pero Máximo también ha tenido desafíos. Menciona que le costó mucho aprender a estar sin su familia porque es muy apegado y que también al principio fue una gran dificultad manejarse con tantos idiomas.
China y un encanto mutuo
Máximo asegura que, pese a haber conocido muchos sitios, el país que más lo sorprendió fue China. Otros modelos que conoció le habían dicho que allí no puede trabajar cualquiera, hay que dar con el estándar estético que les agrada y el parecer da con el perfil.
"Lo que pasa con los chinos es que ellos están obsesionados con un estándar de belleza que es bastante irreal, que es como la cara de bebé, la piel lisa, los ojos grandes, y yo cumpliría con ese estándar porque soy chico y porque además tengo otro tipo de pelo por ejemplo, con rulos, que ellos no tienen allá", describe.
Máximo Piaggesi, el mendocino que triunfa como modelo internacional
Máximo Piaggesi, el mendocino que triunfa como modelo internacional
Y sigue: "Entonces, salgo a comprar algo y me piden fotos, me hacen videos, tiktoks en la calle, o te miran y te saludan. Son más agradables, pero en sí la sociedad es bastante fría y distante".
El encanto ha sido mutuo ya que el país lo dejó maravillado. "Cuando estaba allá me emocioné, me shockeó desde el primer momento que estuve en el aeropuerto, ahí empecé a sentir que estaba en otro planeta completamente diferente. El hecho de estar allá te conmueve. Yo ya había conocido algunos otros países y realidades muy diferentes, pero definitivamente China me sorprendió y además me generó esas ganas de querer saber más. No me conformo con sólo conocerlo, sino que quiero vivir ahí, quiero aprender de esta realidad completamente diferente", resume.
Añoranza mendocina
Máximo cuenta que, por ahora, no tiene ganas de vivir en Mendoza, aunque sí quiere visitar a su familia y sus amigos. Asegura que Mendoza es su hogar, por lo que cree que en algún momento su decisión va a ser la de volver a la provincia.
Relata que ha mantenido ciertas costumbres mendocinas, como todos los que se van afuera, incluso algunas las adquirió una vez fuera del país. Tal es el caso del mate. En Mendoza tomaba cuando ocasionalmente le convidaba alguien, pero afuera se encontró con varios mendocinos y argentinos.
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"Estamos muy acostumbrados a todo el tiempo a hablar en otros idiomas, entonces entre nosotros nos juntamos a tomar mates, charlamos, es una conexión diferente, tenemos un clima muy cálido, muy de hogar, así que es muy lindo, me encanta eso", confiesa el modelo.
Fue entonces que empezó a tomar más mate hasta que decidió comprarse el suyo propio: no en Argentina, en Australia. Entre las costumbres que conserva destaca: "Me encanta el vino, me encanta el mate y dormir la siesta".
Y luego esboza un análisis del "ser mendocino": "Creo que los mendocinos en un punto somos bastante tranquilos, relajados, nos gusta disfrutar. Y yo soy bastante así, aunque quizás el mundo en donde trabajo es más alocado. Porque también hay muchas fiestas de modelos y actividades sociales. Yo soy más tranquilo en ese sentido, como más de buscar conexiones más cálidas o amistades".
Aunque está seguro de su decisión, también asegura que extraña cada vez más Mendoza. "Cuando estaba allá, decía que me parecía aburrido, que siempre era lo mismo, y ahora la verdad es que extraño mucho, también extraño mucho a mi familia, los abrazos genuinos", admite.
Y cierra: "Ahora siento que tengo que seguir viajando y seguir conociéndome y, más adelante, sí me gustaría vivir en Mendoza. Es mi lugar favorito en el mundo, mi hogar, así que no hay dudas de que siempre voy a querer volver a Mendoza".