Mar del Plata: fue a la playa con su novia, el viento voló una sombrilla y le atravesó la pierna

Un joven celebraba un aniversario junto a su novia, cuando un caño se le clavó cerca del muslo. Tuvieron que cortar el elemento con una amoladora para extraerlo.

Una sombrilla se voló en Mar del Plata y terminó clavada en la pierna de un joven.
Una sombrilla se voló en Mar del Plata y terminó clavada en la pierna de un joven.

Un insólito y terrible accidente se produjo este 25 de diciembre en las playas de Mar del Plata, cuando una pareja fue al mar para disfrutar de un día de sol y mitigar los efectos del calor sofocante que se siente en el inicio del verano.

Todo parecía ser parte de un plan ideal, que solo contemplaba vivir una jornada relajante y distendida en el que dicha pareja se disponía a celebrar el primer aniversario juntos. Sin embargo, el destino –y lo impredecible del tiempo en ese punto de la costa argentina- le jugaron una mala pasada.

Así fue como Ignacio Mascarenhas, músico y docente de 31 años, se encontraba con su novia Mailén en la playa cuando un brusco viento comenzó a soplar en la zona. Producto de esto, una de las sombrillas se voló y terminó clavada en una de las piernas de Ingancio.

Entró y salió por el mismo músculo. Fue como una lanza. La pierna me quedó clavada hasta la mitad del palo y el dolor era insoportable”, manifestó Mascarenhas en diálogo el diario La Capital.

“En un primer momento vino un surfer y me dio una mano, la sombrilla se estaba volando, era desesperante. Me ayudó a sacar la parte de arriba y me quedé con el fierro en la gamba. Al toque vinieron los guardavidas, me ayudó Gendarmería, llegó la ambulancia y no me podían subir”, detalló con desesperación y agregó que “Tuvieron que esperar que alguien traiga una sierra para poder cortar los extremos del fierro porque no me podían subir así”.

El herido fue llevado al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), donde le sacaron el fierro y pudieron curarlo. “Llego gente de rescate con una de esas motosierras que cortan los árboles, no era una amoladora. Me avisaron ‘flaco esto va a vibrar y te va a doler hasta el alma’ y así fue. El dolor que sentí no se puede describir, me ponían morfina y no me hacía nada. Tenía mucho frío y taquicardia”, aseguró.

“Una de las primeras reflexiones que tuve durante todo ese vértigo fue que me pasó a mí, pero atrás mío había unas nenas. Me quedé con la sensación de que me tocó a mí, pero le podría haber tocado a ellas”, concluyó el desafortunado joven.

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