De acuerdo al letrado, este antecedente comprometería aún más la responsabilidad institucional, ya que conforme al artículo 9 de la Ley Nacional 26.485 y al Protocolo de actuación vigente en la UNCuyo, toda autoridad que tome conocimiento de situaciones de violencia o vulneración de derechos tiene la obligación de activar los mecanismos de protección y canalización correspondientes, sin dilaciones.
“Los tiempos de resolución se están dilatando de manera injustificada, generando un perjuicio ético, laboral y personal para mi representada", agregó Cardoso Bustelo.
UNCuyo, Universidad Nacional de Cuyo. Rectorado Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Maltrato, cobros ilegales y dudas: las denuncias cruzadas que investiga la facultad de Medicina de la UNCuyo
Archivo Los Andes
En tanto, desde Ciencias Médicas y desde el Rectorado de la UNCuyo confirmaron la existencia de esta denuncia, aunque aclararon que es parte de "una serie de denuncias cruzadas" entre Ramírez y su actual superior, otra médica genetista.
"Se trata de diferencias entre dos profesionales de la Facultad de Ciencias Médicas y que no se originan con esta serie de denuncias. Estas dos profesoras están en disputa hace años. Hay un problema personal que se ha terminado canalizando a través de sendas denuncias", destacó a su turno Miatello a Los Andes.
En ese sentido, junto a la secretaria general del Rectorado, Estefanía Villarruel, confirmaron que las denuncias cruzadas se están investigando y que no se han dilatado ni "cajoneado".
"Para que estas investigaciones sean serias, tienen su procedimiento y sus tiempos. Ello es lo que implica tener la posibilidad de tomar testimonios, buscar pruebas. Se está investigando, y el hecho de que tenga sus tiempos de demora es el reaseguro de lo que se está haciendo es serio", explicaron, al tiempo que aseguraron que la situación está encaminada a resolverse por los mecanismos administrativos.
Supuestos cobros ilegales y maltratos
La denuncia de la médica genetista Jesica Ramirez está encuadrada como "acoso psicológico y laboral en contexto de violencia de género". Consultada por Los Andes, la especialista confirmó que existe dicha presentación y que involucra a una serie de episodios que habrían tenido lugar en el Instituto de Genética de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo. Sin embargo, prefirió no ahondar en detalles.
Conforme a la investigación que consta en el expediente, entre las irregularidades denunciadas por la genetista -y que desde Ciencias Médicas destacan que es una de tantas denuncias cruzadas entre Ramirez y su superior-, se destaca la presunta falta de emisión en tiempo y forma de facturas a los pacientes que asistían al consultorio, lo que, según se describe en la denuncia, configuraría un presunto cobro informal por fuera de los canales administrativos establecidos.
A ello se suman presuntas irregularidades en el manejo de muestras biológicas de menores de edad, que eran derivadas para su análisis al Hospital Central de Mendoza. En la presentación se sostiene que la superior de Ramirez (y profesora titular) habría utilizado recursos del Estado para procesar dichas muestras, mientras presuntamente cobraba de forma directa la consulta en la Ciencias Médicas.
Hospital Central
Personal del Servicio de Emergencias Coordinado (SEC) asistió al herido en el lugar y lo trasladó de urgencia al Hospital Central
web
Además, se describen situaciones de maltrato y abuso de autoridad por parte de una superior jerárquica, así como la presencia de una oftalmóloga que habría realizado atenciones clínicas propias del campo de la genética, sin aparente habilitación ni competencia profesional para ello. Estas prácticas, según la denuncia, fueron avaladas por la titular del Instituto de Genética, lo que, a criterio de la denunciante, podría configurar no solo una falta ética, sino también un presunto delito penal vinculado al ejercicio ilegal de la profesión.
Lo más grave -según remarcó el abogado Cardoso Bustelo- es que se habrían atendido casos clínicos delicados, vinculados a estudios genéticos por parte de profesionales sin la formación ni habilitación específica en la materia.
En su denuncia, Ramirez expuso que prefirió continuar con la actividad de consultorio de manera gratuita y como un servicio de Extensión, por no estar de acuerdo con los cambios administrativos que habrían sido impuestos por su colega y jefa.
A partir de esa negativa, según consta en la presentación (de casi 100 hojas) comenzaron los malos tratos hasta que, finalmente, la superior le solicitó la renuncia, en lo que la denunciante considera una represalia directa por no haber aceptado participar de un sistema que, a su juicio, vulneraba principios éticos y administrativos.
Presunta negligencia en el manejo de la causa
Así las cosas, el 4 de abril de 2024, la genetista Ramirez mantuvo una reunión con el decano Miatello. En esa reunión, la hoy denunciante expuso todas las presuntas irregularidades (supuestos cobros indebidos, presunta manipulación de muestras biológicas sensibles de menores y una oftalmóloga que venía abordando consultas fuera de su competencia).
"Todo está a la espera de la resolución del área de Investigaciones Administrativas del Rectorado, el expediente pasó directamente allá. Ante una denuncia de tanta gravedad, como sostener que una oftalmóloga atiende consultas que corresponden a una genetista, es fundamental que lo resuelva esa área. Y estos procesos demoran porque hay mucha gente involucrada, y hay que citarla, buscar pruebas y todo", explicó por su parte la secretaria general del Rectorado, Estefanía Villarruel.
El 1 de noviembre de 2024, y sin una aparente respuesta por parte de las autoridades, Ramirez y Cardoso Bustelo presentaron un reclamo administrativo, por mesa de entrada, en la Facultad de Ciencias Médicas. Esto derivó, a criterio del abogado, en que, como represalia, las autoridades de la facultad le iniciaran un sumario a su cliente por presunta incompatibilidad de horarios en sus cargos declarados en la Facultad de Medicina y el Hospital Central.
Según consta en el expediente que, ante el presunto desamparo de las autoridades, Ramirez elevó su denuncia a la Consejería de Género y Diversidad de la UNCuyo, que acompaña a la docente desde abril de 2024. Según explicó su abogado, si bien eran dos mujeres las involucradas, el hecho de que existiesen distintos rangos jerárquicos permitía que cuadrara como un caso de violencia de género.
A la espera de que la situación se resolviera, la Facultad de Ciencias Médicas le solicitó a Ramirez su traslado para no compartir espacio con su superior. No obstante, Cardoso Bustelo aclaró que esto ocurrió recién en febrero de 2025, y consideró atípico que se decida trasladar a la denunciante de su cargo, y no a la denunciada.
Ingreso a la Universidad Nacional de Cuyo Foto: José Gutierrez / Los Andes
Ingreso a la Universidad Nacional de Cuyo.
Archivo (Los Andes)
Esta situación derivó en que Ramirez -siempre por medio de su abogado- elevara la misma denuncia al Rectorado de la UNCuyo, sumando la acusación de "persecución laboral".
“La manera en que se manejó la situación no se ajustó a la seriedad institucional esperable”, expresó el abogado. Según detalló, hubo una primera conclusión interna que recomendaba investigar a la superior de Ramirez, pero el trámite requería ser iniciado formalmente por el Consejo Directivo de la Facultad, instancia que -según se desprende del expediente- las autoridades parecían desconocer en el expediente de la hoy denunciada, mas no así en el sumario que rápidamente le abrieron a Ramirez.
Posteriormente, en el sumario de la genetista de rango superior, hubo una segunda observación por parte el área de Sumarios del Rectorado, donde se instó a la facultad a desarrollar los hechos que debían ser investigados. En respuesta, el Consejo Directivo de la Facultad de Medicina resolvió conformar una comisión especial para el sumario de la superior. Sin embargo, dicha comisión no se reunió en tiempo oportuno y recién entregó sus conclusiones al Rectorado el 22 de septiembre de este año.
Cardoso Bustelo resaltó que, mientras tanto y a su entender, a Ramirez primero, la expusieron al maltrato durante un año en el Instituto de Genética y sin que las autoridades hagan nada, a pesar de las denuncias verbales. Además, destacó que cuando la denuncia se formalizó por escrito, trasladaron a Ramirez -en vez de trasladar a la denunciada de su lugar de trabajo, lo que comúnmente se hace para proteger el no entorpecimiento de la investigación- .
Por último, el abogado insistió en que le iniciaron un sumario a su cliente en tiempo récord, mediante sesión secreta, por presuntas incompatibilidades de actividades que presta hace más de diez años bajo el mismo régimen en ambas instituciones.
Un conflicto de larga data
Según explicó el abogado de Jésica Ramirez, recientemente se conoció el dictamen del sumario iniciado contra su defendida. En él, el instructor recomienda sancionar a la especialista con cinco días de suspensión, basándose en aparentes “errores de interpretación” en su declaración jurada de horarios. Cardoso Bustelo cuestionó este análisis jurídico, señalando que desconoce la abundante prueba presentada en sentido contrario.
Lo llamativo, agregó, es que la decisión final quedará en manos del Consejo Directivo de la Facultad, el mismo órgano que, según sostuvo el abogado, durante más de un año no avanzó con las denuncias presentadas por Ramirez y, habría protegido a su superior sin impulsar la investigación en su contra.
Todo ello a pesar del expreso pedido realizado por la defensa de Ramirez, donde se pidió que se aparte el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Médicas para juzgarla, por existir un presunto conflicto de intereses y supuesta parcialidad.
En tanto, desde la facultad y desde el Rectorado de la UNCuyo aclararon que esa resolución tiene que ver con otra de las denuncias, en esta ocasión de una que presentó la genetista de rango superior contra Ramirez
"Ella (por Ramirez) no está trabajando en el instituto, está trabajando en otra sección de la facultad. No está siendo perseguida ni mucho menos. Aquí hay una serie de denuncias cruzadas, y una vez enviada cada una de ellas, se está investigando. El Consejo Directivo tomó conocimiento de ambas, y hay denuncias opuestas", coincidieron Miatello y Villarruel.
"No desconocemos esta situación de conflicto, pero tiene un proceso y sus tiempos. Que quede en claro que no se toma a la ligera esta denuncia", concluyeron.