De todas formas, el intercambio constante también enriquece a los participantes. Diego aconseja que cada miembro tome clases con un mago profesional para obtener mayor profundidad en la temática, ya que “Magos sin Galera” “sirve muchísimo para crecer, pero no reemplaza la formación académica, aunque no sea una escuela, el crecimiento internos desde que comienzan a participar es enorme, lo que uno podría tardar diez años en aprender, dentro del grupo se logra en un año gracias al intercambio entre nosotros mismos”, explica Diego.
Tres magos, una pasión
Ariel D. Sabio, cardiólogo de 60 años, es uno de los magos más antiguos de la agrupación, a la cual pertenece hace aproximadamente 20 años. Ariel comenzó a aprender magia a los 10 años mediante un curso de la Escuela de Magia del Mago Fu Manchú, aunque luego realizó un pequeño "paréntesis dado el tiempo que demandada la carrera”. Al retomar la magia como hobby, el contacto con la asociación le abrió un “mundo de posibilidades”.
Con respecto a la unión y vinculo que realiza entre ambas profesiones afirma que“En magia como en medicina nunca se termina de aprender y es fundamental mantenerse actualizado estudiando y perfeccionando permanentemente”. Por ello, destaca que "es muy importante poder tener contacto con otros magos para continuar aprendiendo y perfeccionando sus técnicas”, afirma.
Jesús Muñoz, uno de los integrantes más recientes, destaca: "La magia me salvó la vida, prácticamente”. Sus inicios fueron marcados por la necesidad, tuvo que aprender a hacer magia “en las plazas, en las calles porque literalmente no tenía para comer y tenía que ayudar a mi vieja”. Ahora, Muñoz destaca que ingresar a la asociación lo obligó a “salir un poquito de la zona de confort” ya que siempre fue muy autodidacta con la magia y "llegó un punto que me estanqué con eso".
Diego Forni, apasionado por la magia desde pequeño, inició su camino en este arte como un hobby que se limitaba principalmente a espectáculos para familiares y amigos. Sin conocer a ningún referente de la magia en Mendoza, fue su tío quien le recomendó hablar con Zimurk comentó Diego.
Forni se sumó a “Magos sin Galera” a los 12 años y, hoy, con 21, sigue siendo un miembro activo. “Empecé a tomar clases con él, empezamos a compartir mucho y a partir de ahí empecé a participar en todas las actividades de la organización”.
Reuniones cargadas de magia
Semanalmente los miembros realizan reuniones, las cuales comienzan a las 22 horas y son dictadas en el Centro Médico Cardiológico, espacio cedido por el doctor y mago Ariel. En estos encuentros, se comparten técnicas, se prueban nuevas rutinas y circula la información más reciente del mundo de la magia.
Con respecto a los roles dentro de la agrupación, Zimurk enfatiza en que se consideran una “agrupación viva, constantemente vamos mirando cosas y van cambiando también un poco el rol que a cada uno le toca jugar.” Aunque cuentan con Ariel Sabio como tesorero, para llevar las cuentas; la mayoría de las tareas y responsabilidades son rotativas y se dividen en función del evento que se esté organizando.
Diego Forni, el joven mago, afirma la relevancia de las reuniones semanales donde el principal objetivo es “compartir novedades del mundo de la magia y mostrarnos magias entre nosotros y de esa manera poder ayudarnos entre todos”. Para él, la dinámica grupal es esencial, ya que considera a la magia como un "arte colaborativo". “El feedback que te da el otro es lo que te suma, interactuando con magos, con diversos conocimientos y diversas opiniones, progresas un montón”, agrega.
Jesús Muñoz resalta que desde tu perspectiva a partir de su ingreso a la agrupación se ha generado un gran impacto en su formación: “cambió mucho la forma en que veía la magia, me di cuenta que no sé nada, prácticamente”. Es por esto que su motivación principal para asistir a las reuniones es “aprender, ir mejorando cada día lo que es mi show y a lo que me dedico. También me gusta mucho ver los puntos de vista de distintos magos y poder nutrirme de eso”.
Cuál es el truco para ingresar
El único requisito para sumarse a Magos sin Galera es compartir la pasión por la magia. Según Diego Zimurk, no importa la edad ni el nivel de conocimiento ya que dentro de la agrupación participan tanto “aficionados que recién empiezan y profesionales de larga trayectoria".
Zimurk comenta que: “No hay ningún requisito especial, el único es que les guste la magia, que sean fanáticos de la magia. Después de eso, ganas de compartir, de pasarla bien”. El coordinador destaca la gran diversidad en los miembros dentro de la organización: “tenemos mujeres, tenemos hombres, tenemos de diversas edades, tenemos gente que conoce mucho, gente que está iniciándose y conoce poco y va aprendiendo”.
Más allá del gusto por el arte, el eje central de la asociación es el respeto. Jesús Muñoz comenta que, a pesar de no tener una reglamentación estricta, lo principal es “ que se respete entre todos cada uno de los pensamientos de cada uno y las ideas que compartimos cada uno porque es la única forma de mejorar.” Ariel D. Sabio coincide y agrega que el reglamento de la agrupación está basado en el respeto mutuo y la colaboración para el desarrollo de cada uno de los integrantes.
El rol del espectador
"Magos sin galera" anualmente organiza el evento de Mendoza Mágica, un congreso que reúne a entre 70 y 100 magos de distintos países. El encuentro ofrece capacitaciones y espectáculos de primer nivel con artistas de talla mundial.
“Solemos hacer shows en teatro mínimo una vez al mes, una vez cada dos meses, hacemos jornadas para magos profesionales, jornadas para magos aficionados. Este año tuvimos uno de los congresos de magia más importantes del país, sucedió acá en Mendoza”. detalla Diego Forni.
Además los integrantes de la asociación a su vez pertenecen a la red de magos solidarios, donde se dedican a realizar ”funciones solidarias a lugares donde no pueden contratar un mago”.
Para el fundador de la asociación, a pesar de ciertos prejuicios que se suele tener sobre este arte, la magia tiene un impacto profundo en quien la observa: “Siempre decimos que donde haya un mago, hay magia. Lo ponés en la Peatonal y enseguida se juntan 200 personas”. Y subraya el efecto transformador del arte: “Es un arte que cambia a quien lo ve, porque nos recuerda lo frágil que es lo que creemos real”.
Libros desaparecidos "por arte de magia"
Desde la asociación "Magos sin galera" impulsaron un proyecto basado en crear una biblioteca con aproximadamente 200 libros de magia, escritos en español. Según Diego Zimurk, este material es difícil de conseguir ya que los libros no se venden en librerías comunes, sino que muchas veces son los propios magos los que escriben y editan.
La iniciativa buscaba que este patrimonio perdurará y fuera accesible, por lo que decidieron donar la colección a la biblioteca San Martín. Se reunieron con Pablo de Bartolo, director de la biblioteca, para acordar que todos los libros estuvieran juntos en un lugar dispuesto como "biblioteca mágica", donde el lector pudiera incluso utilizar una baraja o hacer un mínimo ruido, algo restringido en la sala de lectura común. "Sería la primera y estaría acá en Mendoza", destaca Zimurk, ya que "actualmente no hay ninguna biblioteca pública de Latinoamérica que tenga una sección de magia".
A pesar de que el proyecto se puso en marcha, Zimurk relata que, tras la entrega de la colección, no han tenido respuesta por parte de las autoridades de la biblioteca durante un año y cuatro meses, a pesar de esperar los plazos acordados. Esta situación los llevó a realizar un reclamo público a través de las redes sociales de la asociación.
Tanto Diego como el resto de integrantes de la organización han expresado su frustración ante la situación: "Ya se nos agotó a nosotros la instancia de esperar, o sea, porque ya no tenemos no sabemos qué hacer". Los demás magos califican la situación como "realmente patética de parte de la biblioteca", puesto que los libros están "prohibidos" de ser consultados por los magos y aficionados.