Lucca, el bebé prematuro que sobrevivió al Covid en neonatología del Notti

Llegó al mundo con menos de un kilo y muchos problemas de salud, ya fue dado de alta y sin ninguna secuela. Su mamá destaca el profesionalismo del equipo médico y su propia fe.

Lucca en sus primeros meses de vida, fue atendido por los profesionales de Neo del hospital infantil. Ahora tiene 5 meses y fue dado de alta.
Lucca en sus primeros meses de vida, fue atendido por los profesionales de Neo del hospital infantil. Ahora tiene 5 meses y fue dado de alta.

Cuando el embarazo de su segundo bebé se desarrollaba perfecto, Tania Quena, que es modista y vive en Guaymallén, comenzó a vivir la peor pesadilla de su vida: contagió a Lucca de Covid-19 y así, el proceso del nacimiento resultó para ambos una batalla entre la vida y la muerte.

Mientras aquel 8 de junio, en el Hospital Lagomaggiore, le comunicaban que su hijo llegaría al mundo mucho antes de lo previsto -exactamente tres meses antes- a fin de poder derivarla a Terapia Intensiva y cumplir con el tratamiento y la medicación para combatir el Covid-19, Tania comenzaba a adormecerse por los efectos de la anestesia sin imaginar todo lo que vendría después.

Se despertó casi dos semanas después y a duras penas conoció a Lucca, que pesaba 900 gramos y sufría todas las complicaciones propias de los prematuros, además, claro, del coronavirus y de una neumonía bilateral.

Deprimida y con 15 kilos menos, acompañó tanto como pudo a su bebé, derivado al servicio Neonatología del Hospital Dr. Humberto Notti cuando sufrió una perforación en el intestino.

“Desperté y no recordaba a mis hijos, sentía una laguna en la cabeza que me angustiaba y me hundía. Más tarde, contemplar a Lucca tan débil y diminuto fue lo más duro que me tocó vivir.”, evoca la mujer.

Tania, que siente que solo un milagro la salvó de morir a causa de la pandemia que cambió al mundo, perdió tanta sangre durante la cesárea que aún en medio del drama debieron someterla a otra intervención riesgosa.

“Me extirparon la matriz. Sin embargo, todo pasaba a un segundo plano porque la vida del bebé corría peligro y no solo eso, observé cómo un bebito quedaba en el camino a pesar de todos los esfuerzos del equipo médico, consciente de que el mío también podía morir”.

Lucca fue alimentado con leche materna donada por otra parturienta durante todos esos días interminables. “Y fue allí cuando comprendí la labor inmensa del servicio de Neo, que atiende a nuestros hijos cuando nacen antes. El afecto y la contención de todo el personal, desde médicos, psicólogos y enfermeros, fue clave para la recuperación de Lucca e incluso la mía. Jamás me crearon falsas expectativas, sino que me hablaron con la verdad desde el minuto uno, pero también con empatía”, rememora.

Recién hace tres semanas Tania recibió el alta definitiva post-Covid y siente que fue el golpe físico y emocional más duro de su vida. Sin embargo, se siente feliz y agradecida por poder contarlo y especialmente por haber dejado atrás las extensas jornadas de dolor e incertidumbre en medio de los pasillos del Notti.

“Soy católica y creo fervientemente en una luz de esperanza, siempre. Agradezco también la fe de muchísima gente a la que ni siquiera conozco y organizó cadenas de oración”.

Lucca tiene hoy cinco meses y es un bebé sano y hermoso que no sufre ninguna secuela del trauma que significó su llegada al mundo.

“Fuimos al control y nos comunicaron que ni siquiera padece la rinopatía que lo afectó al nacer. Es un bebé perfecto que no evidencia ninguna de sus complicaciones”, expresa, para sugerirle a los muchos padres de niños prematuros que se aferren a la vida sin pensarlo.

“En los momentos más oscuros y angustiantes, cuando la ilusión se me derrumbaba, me levanté y volví a creer en esa luz de esperanza tan necesaria, tan fundamental en momentos críticos de la vida”, concluye.

“Una crisis vital inesperada”

Jennifer Waldheim, licenciada en Psicología con orientación en Salud Mental Perinatal y Reproductiva e integrante del equipo de salud de Neonatología y Centro de Lactancia Materna del Hospital Humberto Notti, consideró que un nacimiento antes de tiempo es una crisis vital inesperada para la madre.

Vincularse con su bebé en Neonatología implica un enorme desafío físico y emocional. La madre cursa su posparto y puerperio en un ambiente que no es su casa, acompañada de su familia y red social”, amplió.

Agregó que el cuidado de la salud mental materna (y paterna) es fundamental debido a la vulnerabilidad de los procesos psicoafectivos involucrados en este escenario.

“El rol del psicólogo en esta etapa de la vida reproductiva de las mujeres será acompañar y atender a la diada madre-hijo, a la familia del recién nacido hospitalizado y también, brindar contención al equipo de salud”, resumió.

El hospital Notti realizó desde el lunes, en ocasión de celebrarse la semana del prematuro, numerosas charlas y actividades alusivas con la presencia de importantes referentes en el tema.

El cierre del cronograma será precisamente hoy con una charla sobre la contención familiar y el pilar fundamental al egreso del servicio de Neo. Será a las 11.30 y, en este caso, para los abuelos.

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