Las campanas de San Vicente Ferrer vuelven a sonar en Godoy Cruz

La imponente iglesia de estilo neogótico es un ícono del departamento y con la ayuda de la comunidad, ponen en valor el edificio que ya tiene 111 años.

Puesta en valor de la iglesia San Vicente Ferrer de Godoy Cruz.  | Foto: José Gutierrez / Los Andes
Puesta en valor de la iglesia San Vicente Ferrer de Godoy Cruz. | Foto: José Gutierrez / Los Andes

Desde hace un mes, las campanas en la plaza principal de Godoy Cruz, comenzaron a sonar de manera periódica, un clásico sistema de comunicación entre fieles, la Iglesia y el resto de los integrantes de la comunidad departamental. Es que además de convocar a misa, desde el campanario se emite el sonido para marcar las horas del día. Un sonido a casi 50 metros de altura que acompaña a los godoicruceños por más de 100 años.

Horacio Day cura párroco de la iglesia San Vicente Ferrer
Foto: José Gutierrez / Los Andes
Horacio Day cura párroco de la iglesia San Vicente Ferrer Foto: José Gutierrez / Los Andes

Hace un tiempo se dañó el sistema de poleas que permitía mover los dos badajos que golpeaban el hierro fundido, pero desde hace unos días, se colocó un sistema automatizado que permite programar los momentos en que un martillo fijo percute cada campana. “Con la invalorable colaboración de la comunidad, hemos logrado poner en valor las campanas y ahora continuamos con el edificio, el sistema de iluminación, el audio”, sintentiza el padre Horacio Day.

Y agrega que las campanas marcas las horas de 8 a 13 y de 16 a 22. “Es para no molestar en el horario de descanso. Pero además suenan para el llamado a misa, los tres repiques del sábado a la tarde y domingo a las 11 y 19. Y, por su puesto, a las 12 marca el Ángelus: la oración que recrea el diálogo entre la Virgen María y el Arcángel Gabriel, cuando le cuenta que va a ser madre del Salvador. Allí suenan las dos campanas, que simboliza este diálogo, que apenas dura 15 segundos y está con los decibeles bajos”, explica el padre que hace dos años está al frente de la iglesia.

Vista de una de las campanas de la iglesia San Vicente Ferrer, a más de 50 metros de altura.
Foto: José Gutierrez / Los Andes
Vista de una de las campanas de la iglesia San Vicente Ferrer, a más de 50 metros de altura. Foto: José Gutierrez / Los Andes

Festejo tombino

Horacio Day entes estuvo en San Martín, en Tupungato y estudió 5 años en Roma para doctorarse en Derecho Canónico. Y la gente lo reconoce como una persona muy preocupada por su comunidad. Además es futbolista, especialmente hincha y hace unos días se lo conoció por las redes y por este diario que Day, con camiseta de Godoy Cruz en mano, se sumó a los festejos de los 102 años del club en la plaza departamental. “Mis amigos de San Martín me decían en broma eh...cura vendido... porque cuando estaba allá, hinchaba por el Chaca, pero soy como los futbolistas: soy del equipo para el que estoy jugando”, comenta el religioso que vivió sus primeros 20 años en avenida España, casi junto a la Peatonal Sarmiento.

Recuerda también que el año pasado, cuando Argentina ganó el Mundial. “Estuve una hora tocando las campanas, la Plaza era pura alegría. Lo hice en forma manual, con una soga que tenía el badajo. Estuvo muy lindo, vino muchísima gente, que pasaba frente a la iglesia y nos saludaba y yo tocaba cada vez más fuerte, parecía el Jorobado de Notre Dame. Realmente estábamos muy felices”.

Con la adquisición del equipo automatizado, ahora el funcionamiento de las campanas se puede dejar programado desde un control central, pero también tiene unos botoncitos que permiten hacerlas sonar manualmente.

Puesta en valor de la iglesia San Vicente Ferrer de Godoy Cruz.
Foto: José Gutierrez / Los Andes
Puesta en valor de la iglesia San Vicente Ferrer de Godoy Cruz. Foto: José Gutierrez / Los Andes

Un ícono departamental

Sobre la iglesia, el padre Day asegura: “Creo que debe ser una de las más bonitas de Mendoza, tan es así que la gente le llama “La catedral de Godoy Cruz”. Además, se trata de la primer edificio de hormigón armado de la provincia, inaugurado en 1912 y cuando llegamos aquí en 2021, había muchas cosas por hacer. El ábside, donde está la Cruz, la Virgen y San Vicente Ferrer tenía descascarada la pintura, las naves laterales estaban a oscuras, la iluminación era deficiente, lo que hacía una iglesia poco atractiva, no invitaba a venir a la gente y las novias preferían ir a otras iglesias”, cuenta Horacio.

Y agrega: “Pero en estos meses la gente comenzó a notar el cambio y desde el año pasado llegamos a tener hasta 10 casamientos por fin de semana. Las novias volvieron a cumplir su sueño de subir por esas magníficas escaleras de ingreso a la iglesia, cuyo frente fue puesto en valor por el municipio, con una iluminación perfecta y una vista deslumbrante”.

El cura cuenta que San Vicente Ferrer es la primera Ecoparroquia de Mendoza, de acuerdo a la encíclica papal Laudato si de Francisco de 2015. “Realizamos acciones concretas, como la separación de los residuos para el posterior reciclaje, a cargo de 40 familias que viven de esta actividad. También tenemos un proyecto de adquirir paneles solares y ya reconvertimos la iluminación a led”.

Y añade: “Con el municipio mantenemos una estrecha relación, madura, cada uno desde su lugar, con respeto y esto nos ha permitido encarar diversas acciones. La Muni se encarga de organizar los conciertos de música clásica y tenemos toda la agenda de junio ocupada, realmente son bellísimos”.

Cenotafio de Tropero Sosa
Foto: José Gutierrez / Los Andes
Cenotafio de Tropero Sosa Foto: José Gutierrez / Los Andes

De la villa San Vicente a Godoy Cruz

El padre Horacio Day, acota: “Al antiguo oratorio en honor al dominico español, valenciano, San Vicente Ferrer, venían a rezar los vecinos de la zona. En 1805 se la declaró parroquia a San Vicente y los límites llegaban hasta el río Mendoza (antes de la separación de las villas San Vicente y Luján, el 11 de mayo de 1855). Para tener idea de la importancia, el departamento primero se llamó San Vicente, después Belgrano (1889) y finalmente Godoy Cruz (1909)”.

Fabiana Mastrangelo, titular de la Junta de Estudios Históricos de Godoy Cruz explica: “En 1753, allí había un oratorio que hizo construir Don Tomás de Coria, dedicado a San Vicente Ferrer, en terrenos que hoy conforman el Espacio Verde Luis Menotti Pescarmona, en Balcarce y Rivadavia. Allí también estaba el cementerio o camposanto. Posteriormente se construyó una capilla, que fue destruida por el terremoto de 1861″.

Agrega que luego la iglesia se trasladó a su sitio actual, el primer edificio sufre un incendio que lo destruyó totalmente y luego comenzó la construcción del actual. “Después de muchísimos inconvenientes, se puso en marcha la construcción de la nueva iglesia (cuyo diseño está en proceso de investigación por especialistas) y para la cuál se formó una comisión de vecinos pro-templo, entre los que se destaca Balbino Arizu (propietario de la histórica bodega) y Olaya Pescara de Tomba, esposa de Antonio Tomba. Por eso es muy importante el aporte de los inmigrantes que se afincan en Godoy Cruz para la construcción de la iglesia”, resalta Mastrángelo.

La plaza departamental y la iglesia.
La plaza departamental y la iglesia.

La iglesia sigue ligada a la historia en forma activa, “porque aquí descansan los restos de nuestro patricio de la Independencia, Tomás Godoy Cruz. Sus restos estaban en el Cementerio de la Capital y en 1966 se produjo el traslado”, indica Day. El mausoleo del ex gobernador y representante del Congreso de Tucumán se encuentra en el ingreso de la nave Este de la Iglesia.

Y en el exterior, sobre el lado Oeste, se observa el cenotafio del Tropero Sosa. “Pedro Sosa fue muy importante para la campaña libertadora, trajo armamento desde Buenos Aires y preparó las mulas para el Cruce. Bueno, aquí tenemos su cenotafio, que en griego significa tumba vacía”, cuenta Day. Y agrega que tras el fallecimiento del Tropero Sosa, fue enterrado en el camposanto, junto a lo que fue el primer oratorio y parroquia. Después, cuando se trasladó la iglesia a su lugar actual (Lavalle y Colón), años más tarde se inauguró el cenotafio. Una de las próximas acciones será poner en valor este sitio.

“El 3 de mayo de este año se cumplieron 200 años del paso al a inmortailidad del Troperos Sosa y vinieron los centros tradicionalistas y le rindieron un homenaje muy importante y muy lindo. Con el presidente del Concejo Deliberante, Fabricio Cuaranta, estamos avanzando en la declaración de Don Pedro Sosa como Ciudadano Ilustre Post Mortem”, informa el padre.

Y remata: “durante el Tedeum, Diego Gareca, director de Cultura, dijo que San Vicente Ferrer era la iglesia de todos los godoicruceños y la verdad que me gustó esa idea. Si bien el departamento cuenta con 12 parroquias, creo que los vecinos lo sienten así, está en el centro del departamento y sus campanas convocan a la gente desde siempre. Para eso están, no se trata de una costumbre de la época medieval ni de un pueblito, son parte de la historia de una comunidad”.

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