14 de diciembre de 2025 - 08:00

Lanzan una "Hoja de ruta" para alfabetizar al país: cómo está Mendoza en el mapa nacional

La ONG Argentinos por la Educación propuso 30 elementos para que las provincias midan su política de alfabetización. La mirada externa de la gestión local sobre logros y desafíos para el próximo ciclo lectivo.

La discusión sobre cómo mejorar la alfabetización en las escuelas primarias del país sumó esta semana un insumo clave: un documento de 30 páginas que ordena, por primera vez, los componentes básicos que debería tener cualquier política seria para la lecto escritura. La guía, elaborada por la ONG Argentinos por la Educación, toma evidencia local e internacional y propone un marco común para las provincias. En ese escenario, Mendoza vuelve a aparecer entre las jurisdicciones que avanzaron más rápido, aunque todavía con desafíos pendientes.

En diálogo con Los Andes, Federico Carpio, coordinador del informe de esa organización, contó que la “Hoja de Ruta para la Alfabetización” es el resultado de dos años de trabajo dentro de la campaña nacional lanzada cuando los datos empezaron a mostrar algo inquietante: una proporción muy alta de estudiantes de tercer grado que no logran comprender un texto simple. Ese diagnóstico, explica, permitió algo poco usual en la política educativa argentina: un compromiso conjunto de los 24 ministros provinciales al inicio de la nueva gestión nacional.

El documento de la prestigiosa ONG busca funcionar como una especie de GPS para que cada provincia pueda ver dónde está parada y cuántos de los 30 elementos fundamentales tiene en marcha. La foto es desigual: hay jurisdicciones que avanzan con cinco componentes, otras con quince y algunas con veinte. Algunas, por ejemplo, ofrecen formación docente presencial pero no garantizan que los libros lleguen a tiempo; otras tienen diagnósticos sólidos, pero falencias en acompañamiento territorial. La intención, dice Carpio, no es señalar culpables, sino ordenar prioridades.

Para él, la clave está en tres ideas: urgencia, evidencia y consistencia. La urgencia porque la alfabetización “no puede esperar a que mejore la coyuntura”; la evidencia porque el documento solo propone acciones que han funcionado dentro y fuera del país; la consistencia porque sin metas, presupuesto claro y equipos técnicos estables, “las políticas se desarman”.

Carpio también explicó que los primeros resultados que podrían reflejar el impacto real de estas políticas se verán recién en las próximas pruebas Aprender, previstas para 2026. La última medición fue en 2024, pero —a diferencia de lo que se esperaba— este año no se realizó la evaluación anual tradicional.

"Es una de las provincias pioneras"

Los datos disponibles no dan demasiado margen para la complacencia: en la evaluación censal de 2024, el 11% de los estudiantes de tercer grado no pudo comprender ni una palabra leída y casi la mitad no alcanzó el nivel esperado. Aun así, Carpio dijo observar “señales alentadoras”: más de 15 provincias ya evalúan regularmente a sus alumnos, muchas incorporaron la medición de la fluidez lectora y algunas lograron mejoras en plazos breves cuando alinearon metas, seguimiento y formación docente.

Cuando se le pregunta por Mendoza, Carpio no duda en destacar su trabajo. Prefiere evitar la épica, pero la ubica sin rodeos entre las jurisdicciones pioneras. Habla de una provincia que hizo buena parte de la tarea antes de que el tema se volviera prioridad nacional: desarrolló un sistema nominal robusto, ordenó un plan con metas, formó equipos técnicos, sancionó una ley provincial de alfabetización en 2019 y asignó presupuesto propio a esa iniciativa.

Censo de Fluidez lectora

En otras palabras: Mendoza armó la maquinaria. Lo que viene ahora —advierte Carpio— es demostrar en las próximas evaluaciones nacionales qué tan bien funciona o cuánto ha mejorado en relación a la anterior prueba.

La provincia realiza evaluaciones de fluidez lectora en todos los grados de primaria —una decisión inusual en el mapa nacional, donde la mayoría solo evalúa en segundo o tercero— y que además participa de mediciones muestrales. “Es una de las provincias pioneras, de las que más cosas viene implementando”, reconoce el educador.

Entre progresos y puntos críticos: la mirada de la DGE

Desde la Dirección General de Escuelas, el balance es de avances concretos, pero con desafíos que todavía están en el centro de la escena. Laura Tello, directora de Primaria, explicó a Los Andes que en los últimos años Mendoza viene mejorando de manera sostenida en fluidez y comprensión lectora: bajan los niveles críticos y crecen los estudiantes ubicados en los niveles básicos y avanzados. “No significa que esté todo bien, pero sí que vamos por el camino correcto”, resume.

Entre los logros, la funcionaria destaca la continuidad de las políticas que apuntan directamente al aula. Este año, todos los alumnos de segundo y tercer grado recibieron libros de lectura con actividades de comprensión, una estrategia que —adelanta— se repetirá en 2026. La provincia también comenzó a trabajar de manera más sistemática en matemática, que desde este año forma parte del Plan Estratégico de Alfabetización. La idea es afianzar ese abordaje el año próximo, especialmente en los primeros años de la primaria.

Pero el corazón de los desafíos sigue en el mismo lugar: el primer ciclo. Allí se concentra la mayor brecha entre el nivel esperado y el real, y donde la DGE considera que hace falta profundizar tanto la comprensión lectora como los aprendizajes iniciales de matemática. El segundo ciclo aparece como el siguiente escalón, con foco en sostener la comprensión lectora más allá de los primeros años.

Las evaluaciones también ocupan un lugar central para el gobierno escolar. Tello diferencia entre las pruebas censales —que permiten una lectura provincial y comparaciones entre ciclos— y las muestrales, como el operativo de evaluación de fluidez lectora de agosto, que funcionan como diagnóstico interno para cada escuela.

En estas últimas no intervienen aplicadores externos y se usan como insumo para decisiones pedagógicas, proyectos institucionales y jornadas docentes, explica Tello. Todas las escuelas cargan sus datos en la plataforma provincial GEI, lo que permite observar cómo se comportan distintos contextos y dónde aparecen brechas socioeducativas que requieren más acompañamiento.

Para Argentinos por la Educación, la urgencia es alfabetizar. Por eso su reciente documento como “insumo urgente” para las provincias. “Esto no puede esperar y los avances se pueden ver en un corto plazo si todos nos enfocamos a resolver este problema”, completó Carpio.

Se anuncian los resultados de fluidez lectora en la Legislatura

La Dirección General de Escuelas dará a conocer la próxima semana, en la Legislatura provincial, el informe anual del Plan Estratégico de Alfabetización (PEAMM). Allí expondrá los resultados comparados entre la primera evaluación censal (en abril) y la más reciente, en octubre.

La presentación del informe está prevista en los artículos de la ley provincial 9645, cuyo fin es reforzar el ese plan en base a los números. A la presentación se suma el desarrollo de las Habilidades Matemáticas.

Mendoza también realizó su segundo operativo de lectura del año a nivel provincial, aplicado a estudiantes de tercer y sexto grado de primaria y de primer año de secundaria. La prueba midió fluidez y comprensión lectora, y fue planteada como insumo para que cada escuela pueda ajustar sus estrategias pedagógicas.

Aunque los resultados de esa medición muestral están listos, la DGE no los difundió públicamente, ya que se trata de información “interna”, que suele ser utilizada para el trabajo dentro de las instituciones.

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