Hoy se cumplen cinco años del primer caso de Covid-19 en Mendoza, un anuncio que dejó una tensa calma tras el mediodía de aquel sábado 21 de marzo de 2020 en la provincia. Finalmente había sucedido: el virus Sars CoV-2 pisaba suelo mendocino y con ello empezaba a cambiar realidades.
“Les informo a los mendocinos que hace instantes me confirman el primer caso en la provincia”, anunciaba el entonces gobernador, Rodolfo Suárez, en Twitter, aquella jornada de tibio sol.
Se trató de una mujer de 62 años, quien había llegado de viaje, concretamente de Italia, el 13 de marzo. “Está internada aislada y sus contactos en cuarentena. Ahora a cuidarnos más que nunca. El Ministerio de Salud ampliará información”, resumió el mandatario. Había sido ingresada el 16 de marzo y el Ministerio de Salud registró ese primer caso a las 13.30 del 20.
Luego trascendió que estaba internada en el hospital Español, en Godoy Cruz. Pocos días antes, el 3 de marzo, se conocía el primer caso importado en la Argentina.
Se trataba de aquellas personas que habían adquirido el virus fuera del país. Luego vendrían miles y miles de casos autóctonos y la diseminación del virus por todo el territorio.
En el caso de la paciente, las autoridades destacaron su buen accionar, quien primero se autoaisló preventivamente luego de pisar suelo mendocino y solo tuvo contacto con su marido, quien por ese entonces continuaba en cuarentena en su domicilio.
Ocurría casi dos días después de que el gobierno nacional dispusiera el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (Aspo) en todo el país. El presidente Alberto Fernández lo había anunciado la noche del jueves 19 ante la estupefacta mirada de los argentinos frente a las pantallas del televisor, que estaban prendidas en casi todas las casas. Comenzó a regir el 20 de marzo a las 0 y fue el comienzo de la que se conoció como “la cuarentena más larga del mundo”.
Covid-19: la tasa de letalidad en Mendoza duplica la media nacional
Covid-19: Hoy se cumplen cinco años del primer caso de Covid-19 en Mendoza, el inicio de la pandemia
Cuando se dispuso la ASPO, en el país ya se habían registrado 97 contagios, en 11 de las 24 jurisdicciones, entre ellos, 3 fallecidos.
Fue extendido en algunas oportunidades hasta que se pasó al Distanciamiento Social Obligatorio (Dispo), en noviembre de ese año.
Hasta inicios de ese año, muchos expertos creían que el virus no llegaría al país. Pero era imparable, desconocido, no se sabía cómo diagnosticarlo ni como tratarlo y, claro, no había vacunas. Los viajeros seguían moviéndose por el mundo con el consiguiente riesgo y aquellos que ingresaban al territorio con síntomas compatibles con la definición de caso de Covid, eran aislados. Otro drama, muchos murieron solos, encerrados en una habitación, sin despedirse de sus familiares. La falta de información, las dudas, la incertidumbre sumaban angustia y hasta desesperación.
Inicio y actualidad del Covid
El virus Sars CoV-2 había surgido en Wuhan, China, a finales de 2019. El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que la situación ya podía calificarse como pandemia y recién el 5 de mayo de 2023 levantó esa categoría de emergencia a la situación sanitaria. Durante el primer año, en Mendoza hubo hasta una especie de caza de brujas de los nuevos casos, las redes y los medios buscaban identificarlos, trazar su recorrido previo, con quien había estado y hasta se ponía en tela de juicio su conducta en otros planos, más allá del sanitario. Eran la peste y el “chusmerío”. Los miedos y el desconocimiento.
Con la llegada de la vacuna a fines de ese año, más la inmunidad adquirida por quienes habían estado en contacto con el patógeno, los cuadros fueron perdiendo gravedad y la enfermedad se fue haciendo parte de la vida cotidiana, sobre todo tras el regreso a la “nueva normalidad”.
Actualmente, circula como cualquier otra enfermedad, este año no se han producido muertes por esta causa en Mendoza y hasta el 15 de febrero los registros dan cuenta de 21 nuevos infectados. La semana de más altas notificaciones de este año, tuvo 7 casos, la primera de enero, lo cual es 4.000 veces menos que la peor semana de la crisis.