Es de Bangladesh, no se pierde por nada los partidos de la Selección Argentina y vive la previa por WhatsApp

Robiul Hossain (34) vive todos los partidos de la Scaloneta en Qatar 2022 como un argentino más. Chatea con argentinos y se empapa de la pasión durante la previa y pospartido. Al igual que en esta parte del mundo, tiene sus cábalas.

El “banglargentino” que no se pierde por nada los partidos de la Selección y vive la previa por WhatsApp. Foto: Robiul Hossain
El “banglargentino” que no se pierde por nada los partidos de la Selección y vive la previa por WhatsApp. Foto: Robiul Hossain

“Ganamos, hermano”, escribe por WhatsApp, Robiul Hossain (34) desde Cape Town (Sudáfrica). Y agrega 5 emojis de caritas sonrientes con corazones a la altura de los ojos. Aunque nació en Bangladesh, está viviendo por trabajo en Sudáfrica. Y poco le importa que sean las 23:45 del sábado 3 de diciembre en el continente africano. Porque en Argentina son recién las 18:45, y Argentina acaba de ganarle a Australia 2 a 1 y todo es fiesta, euforia e ilusión. ¡Y claro, también nervios! Porque después de superar ampliamente a su rival en Octavos de Final de la Copa del Mundo Qatar 2022 durante todo el partido, un rebote desafortunado dejó a Australia a solo un gol de diferencia. Y, primero Lisandro Martínez y luego el “Dibu” Martínez evitaron milagrosamente un empate que no hubiese sido para nada justo. ¡Larga vida a los Martínez, quienes llevaron a Argentina a cuartos de final!

Mientras en Argentina los grupos de amigos o familias ampliadas que se juntaron temprano para ver el partido comienzan a planificar su sábado a la noche una vez terminado Argentina - Australia, en Sudáfrica ya se viven los primeros minutos del domingo. Y Robiul, que sigue no solo los partidos de Argentina en vivo sino que, además, comenta en la previa y en el post partido y vía WhatsApp con hinchas argentinos ya se prepara para irse a dormir. “Alhamdulillah”, escribe antes de desconectarse Robiul Hossain. Es una expresión árabe -el joven es musulmán- y que se puede traducir al español como “¡Gracias a Dios!” o “¡Alabado sea Dios!”.

El “banglargentino” que no se pierde por nada los partidos de la Selección y vive la previa por WhatsApp. Foto: Robiul Hossain
El “banglargentino” que no se pierde por nada los partidos de la Selección y vive la previa por WhatsApp. Foto: Robiul Hossain

Mientras tanto, en las calles de Daca (capital de Bangladesh), decenas de miles de fanáticos de Argentina salen a festejar una nueva victoria de la Selección dirigida por Lionel Scaloni. Están tan contentos y eufóricos como los millones de argentinos que también salen a celebrar acá, o como Robiul que, ya vencido por los nervios y la tensión, se va a dormir. Pero con una sonrisa en su rostro. El detalle es que en Daca son las 3:45 de la mañana, pero eso no parece importarles a los felices “banglargentinos”. ¿¡Quién les quita esa ilusión!?

Amor incondicional, a un click de distancia

En Facebook, luego de las muestras de apoyo y cariño tras las victorias contra México y contra Polonia -por primera ronda de Qatar 2022-, se creó una asombrosa comunidad donde confluyen argentinos y bangladesíes. “Fans argentinos de la selección de cricket de Bangladesh” es el nombre del grupo, que ya tiene más de 76.000 seguidores y busca retribuir todo el amor que llega a Argentina desde el Sudeste Asiático. Y es que, más allá de la pasión por el fútbol, el deporte nacional allí es el cricket. ¡Y Bangladesh es potencia!

También en este grupo hay festejos virtuales. Con gente de Bangladesh y de Argentina, separadas por 17.000 kilómetros geográficos, pero a apenas un click de distancia en el universo de las redes sociales.

El “banglargentino” que no se pierde por nada los partidos de la Selección y vive la previa por WhatsApp. Foto: Captura Facebook.
El “banglargentino” que no se pierde por nada los partidos de la Selección y vive la previa por WhatsApp. Foto: Captura Facebook.

Toda esta fraternidad no se limita única y exclusivamente al pospartido. Y es algo que Robiul sabe muy bien. Porque, vía WhatsApp, está en contacto permanente con un grupo de amigos mendocinos. Y a las 13 del sábado (18 en Sudáfrica), ya había escrito un primer mensaje para preguntarle a su “hermano” mendocino cómo estaba en cuanto a nervios. “Aquí estamos, caminando por las paredes, jaja. No sé si se entiende, pero así decimos en Argentina cuando estamos muy nerviosos. Ahora estamos llegando a la casa de un amigo, donde hemos visto todos los partido que hemos ganado hasta el momento”, es la respuesta de este grupo de 8 amigos, que -como para intentar relajar la ansiedad y la espera- chatean con el bangladesí más hincha de Argentina que conocen.

Nosotros estamos aquí con un amigo, en el mismo lugar donde ganamos la Copa (NdA: América, y sí; Robiul habla de ‘ganamos’, porque es un argentino más). No sé si creemos en eso o no, pero no pensamos irnos de aquí. ¡Estamos caminando sobre cuchillas, hermano!”, responde Robiul en inglés, y agrega un emoji de una carita sonriente y nerviosa. Todavía faltan 3 horas para el partido, pero en Argentina, en Sudáfrica y en Bangladesh ya hay nervios. ¡Y muchos!

Los 8 amigos argentinos se juntan para una foto al lado de la parrilla donde ya han prendido el fuego, también para amenizar la espera. Se la envían a Robiul por WhatsApp y él reacciona ante tantas camisetas celeste y blancas en una sola imagen con 3 emojis de corazoncitos. “Confía en que vamos a ganar”, se cierra la conversación, que no se reanudará hasta una vez terminado el partido y consumada la victoria argentina y la clasificación a Cuartos. Allí ya espera Países Bajos.

El “banglargentino” que no se pierde por nada los partidos de la Selección y vive la previa por WhatsApp. Foto: Robiul Hossain
El “banglargentino” que no se pierde por nada los partidos de la Selección y vive la previa por WhatsApp. Foto: Robiul Hossain

“¡No tienen idea de cuánto los amamos!”

Este intercambio de mensajes no es más que una de las infinitas muestras de cariño que este hombre bangladesí expone para dejar en claro, una vez más, que ama a Argentina profundamente. Es el mismo Robiul Hossain, quien trabaja como representante de ventas en Cape Town (Sudáfrica), que no deja de tuitear fotos, videos e imágenes de la Selección Argentina.

“No tienen idea, hermano, de lo que Argentina significa para nosotros. ¡No saben cuánto los amamos!”, contó Robiul a Los Andes hace ya algunos días, en la previa del partido de “la Scaloneta” contra Polonia por el cierre de la fase de grupos. Y su historia recorrió Mendoza, Argentina y el mundo, en el artículo y en las redes sociales.

“¡Es increíble ver que la gente de Argentina me ama de la misma manera en que yo los amo desde que era un niño de 10 años!”, agregó, emocionado, Robiul y luego de las infinitas repercusiones de su entrevista con Los Andes. ¡Si hasta en las redes sociales más de un mendocino ya lo invitó a conocer la provincia, a alojarlo en su casa.

“Le conté a mi madre sobre el artículo y, al principio, ella no me creía. ¡Pero se puso feliz de ver mi foto en el artículo!”, confesó el “banglargentino”, sonriente.

Y esa situación vivida con su madre hace unos días terminó de cerrar la anécdota que comenzó hace ya 16 años, con una frase que todavía recuerda Robiul.

“¿Por qué vas a gastar plata en la bandera de un país que ni conoce a Bangladesh?”

El 10 de junio de 2006, por la fase de grupos de la Copa del Mundo que se jugó en Alemania ese año, la Selección Argentina derrotó a Costa de Marfil por 2 a 1. Robiul, quien ya tenía 18 años y todavía vivía en Goshkamota (un pequeño pueblito en el distrito Noakhali, dentro de la división de Chittagong y al Sur de Bangladesh) caminó 6 kilómetros aquella noche para poder ver por primera vez en su vida un partido de ese equipo al que amaba desde hacía 8 años ya.

Y es que, para el Mundial de Francia 1998, Robiul vio una foto de Gabriel Batistuta con la camiseta celeste y blanca en una casa de té de su pueblo. Y fue en ese momento en que nació su amor por la Argentina. Robiul tenía 10 años en 1998, pero no pudo ver ningún partido -ni de Argentina ni de todo ese mundial- ya que no tenía televisión ni electricidad en su casa.

La emoción del “banglargentino” ante tanto amor argentino: “Me aman como yo los amo desde que tenía 10 años”. Foto: Robiul Hossain
La emoción del “banglargentino” ante tanto amor argentino: “Me aman como yo los amo desde que tenía 10 años”. Foto: Robiul Hossain

Ocho años después, ya para el partido con Costa de Marfil en 2006, el entonces adolescente bangladesí pudo cumplir su sueño y ver el primer partido de Argentina en TV. La pantalla del lugar al que llegaron tras caminar 6 kilómetros con amigos para ver el partido era muy chiquita y había mucha gente en el lugar, por lo que debió conformarse solamente con escuchar los goles de Hernán Crespo y de Javier Saviola en aquel partido.

“Recuerdo que en 2006 le pedí a mi madre algo de dinero para que pudiese comprar una bandera de Argentina. Pero mi mamá me dijo que ni siquiera me conocían allá. ‘¿Por qué vas a gastar tu plata en un país que ni siquiera conoce a Bangladesh?’, me dijo ella. ‘No tienen que conocernos, mamá. Yo igual los amo, por favor dame algo de plata’, le dije”, recordó -emocionado- Robiul Hossain luego de leerse a sí mismo en la entrevista. “Ahora le voy a decir a mi mamá que la gente en Argentina sabe que los amamos, y que ellos nos retribuyen ese amor”, reflexiona.

Un amor incondicional e infinito

La República Popular de Bangladesh se encuentra en el Sudeste Asiático. Es un país muy pequeño, aunque con una gran población (casi 170 millones de habitantes). El idioma que se habla en el lugar es el bengalí -uno de los diez más hablados en el mundo (lo hablan casi 265 millones de personas)- y la religión principal es el Islam, ya que más de 90% lo sigue y el otro 10% son hindúes y de otras religiones, como la cristiana.

Aunque el cricket es el deporte más popular, aman el fútbol y nada es más importante para sus ciudadanos que la Copa Mundial de la FIFA. Y tienen un amor incondicional e infinito por la Selección Argentina, que se remonta al Mundial de México 1986 y que ha traspasado de generación en generación.

La emoción del “banglargentino” ante tanto amor argentino: “Me aman como yo los amo desde que tenía 10 años”. Foto: Robiul Hossain
La emoción del “banglargentino” ante tanto amor argentino: “Me aman como yo los amo desde que tenía 10 años”. Foto: Robiul Hossain

Durante los partidos que el equipo argentino ha jugado hasta el momento en Qatar, todo el país se ha paralizado. Y luego de las victorias ante México y ante Polonia, una multitud ha salido a festejar por las calles de Bangladesh, con banderas y la camiseta celeste y blanca. ¡A 17.000 kilómetros de Argentina!

Para entender de dónde viene ese amor por Argentina -que nació gracias al fútbol-, hay que hacer un repaso por la historia de este país. Bangladesh era parte de la Colonia de la India Británica a comienzos del siglo XX. Como creadores del fútbol, los colonizadores se encargaron de popularizar el fútbol en esa región, por lo que se convirtió en una de las mayores pasiones del territorio. Pero el quiebre llegó en 1942, durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando los ingleses se enfrentaron con Japón en la Batalla de Singapur, estratégica y territorialmente los británicos quedaron en una posición de desventaja. El entonces primer ministro inglés, Winston Churchill, decidió confiscar el transporte, las cosechas y todos los bienes a Bangladesh, en caso de que ese país decidiera apoyar a Japón. Y ese fue el comienzo de “La Gran Hambruna de Bengala”, en el que murieron más de 3 millones de habitantes. Y también fue el comienzo del rencor eterno de los habitantes del lugar para con los ingleses.

“Nos volvimos muy pobres, y desde ese momento odiamos a los británicos”, explicó el propio “banglargentino”. ¿Y cómo entran el fútbol y Argentina en la historia bangladesí? En el Mundial de México 1986 y luego de que Argentina derrotara a Inglaterra por 2 a 1. “En 1986, Maradona anotó 2 goles contra Inglaterra. Y ese fue el punto desencadenante con el que la gente se enamoró de Argentina, cuando ganó la Copa del Mundo en México. Entonces, el nombre de Argentina, el del país que había derrotado a Inglaterra y a Alemania para ganar la copa, se metió en boca de todos. En todos los rincones de Bangladesh, en todos los puestos de té, se hablaba de Argentina y la gente alababa a Maradona y Argentina. Y ese amor comenzó a crecer entre generaciones durante las décadas siguientes. En aquellos tiempos la gente no sabía nada de Argentina, ni de su gente, ni de sus culturas, ni de sus tradiciones. ¡Pero Argentina había vencido a Inglaterra!”, agregó, con pasión.

“Estamos conociendo más de Argentina día a día. La gente se vuelve loca cuando Argentina gana un partido, ¡pero se vuelve loca cuando Argentina gana contra Brasil! También hay muchos fanáticos de Brasil en el país y a veces se pelean por eso y se lastiman. Apoyamos a Argentina cada vez que juegan, ya sea la Copa América o la Copa del Mundo. Es un hermoso amor emocional por Argentina, aunque somos conscientes de que muchos argentinos puede no haber oído hablar de Bangladesh. Alguna vez leímos una noticia que decía que Maradona no sabía dónde está Bangladesh. Pero nosotros no nos preocupamos por si nos conoce o no. Nuestros padres lo amaban a él y a Argentina, por lo que le hizo a Inglaterra”, concluyó hace uno días.

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