Los portones del Parque, el Aconcagua, el Arco de Desaguadero, el malbec... ¡Y el pato Juan! Los íconos más representativos y emblemáticos de Mendoza sumaron, en los últimos días, a un simpático pato criollo. Se trata de Juan, quien durante varias semanas se convirtió en un habitué más del kilómetro cero mendocino. Pero quien ya no está más en ese punto, lo que ha generado una sorpresiva reacción popular en reclamo de su regreso.
Hace unas semanas, la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza le ordenó a la dueña del puesto de flores ubicado en calle San Martín, a metros de Garibaldi -y responsable del pato, ya que ella lo tenía consigo mientras trabajaba en el lugar- que dejara al ave en su casa. Fue luego de que se viralizaran videos en los que Juan atacaba, aleteaba y "toreaba" a algunos perros.
Juan, al pato del KM 0
Los Andes
La decisión se basó en la necesidad de hacer un uso adecuado del espacio público, a fin de evitar que el pato atacara a peatones e, incluso, a los perros que pasaban por el lugar (algunos de estos episodios fueron filmados y se viralizaron en las redes). Además, la comuna resaltó que la orden de Juan no estuviese más en el lugar respondía a los conceptos de tenencia responsable de mascotas y de bienestar animal.
Lo que probablemente nadie se esperaba -e, incluso, sorprendió a la propia florista- fue la adhesión popular que sumó en los últimos días este plumífero personaje. Porque más de 7.000 personas firmaron pidiendo que el pato volviese al Kilómetro Cero mendocino, un abogado mendocino formalizó este pedido en la Justicia local y el caso llegó a los medios nacionales. ¡Si hasta Juan tiene una cuenta en la red social X donde, con humor, se relata su vida!
Embed - El pato Juan es noticia nacional. Telefé reprodujo los videos de Diario Los Andes
De una Feria del Usado al Kilómetro cero de Mendoza
¿Cómo llegó un pato criollo a pleno Kilómetro Cero de la Ciudad de Mendoza? No existe transeúnte del centro mendocino que se haya cruzado con Juan y, al menos para sí mismo, no se haya hecho esa pregunta. Pero de un día para el otro, el pato apareció en el lugar, junto al histórico puesto de flores atendido por la también histórica -y querida- Margarita Flores, quizás otros de los íconos del microcentro mendocino y sus paisajes.
Con una caja de plástico blanca, de casi un metro de largo y otro metro de ancho y con un poquito de agua en su interior -una especie de pileta de poca profundidad para brindarle algún intento de comodidad-, el pato se convirtió en "uno más".
Quienes pasaban caminando por esta transitada vereda lo saludaban, le tomaban fotos con su celular y hasta se enternecían con la postal del patito junto a sus "hermanitas", dos perras salchichas que también eran parte de la familia de Margarita Flores. Con o sin intención, Juan no solo se había convertido en el vecino más ilustre del Kilómetro Cero, sino en una inmejorable estrategia de marketing para el puesto.
Hace siete meses, Margarita Flores y sus nietas fueron a la Feria del Usado en Rodeo de la Cruz (Guaymallén). Fue allí, un sitio en el que realmente uno encuentra cualquier cosa que se le pueda llegar a ocurrir, donde vieron por primera vez al pato, por entonces muy pequeñito.
Enternecidas, las nietas de la florista decidieron comprar el patito y se lo llevaron consigo con esa promesa que suelen hacer los niños referida a que ellos cuidarían de sus mascotas (promesa que, dicho sea de paso, también suelen incumplir).
Juan se mudó a Maipú con su nueva familia, tenía muy poquito tiempo de vida. Pero fue cuestión de días hasta que Margarita cayó en la cuenta de que el cuidado del pato recaía fundamentalmente sobre ella. Y que, al tener que ir a trabajar todos los días al puesto de flores de calle San Martín, no podría dejarlo solo. Así fue como lo llevó un día -lo llevaba de regreso a su casa cuando cerraba-, luego al siguiente, después una y otra vez más. Y, cuando se quiso dar cuenta, el pato ya pululaba entre las flores y platines, y entre los pies de los peatones.
El pato Juan en medios nacionales
El pato Juan en medios nacionales
Los Andes
La curiosidad de la gente llevó a que las nietas de Margarita, quienes suelen acompañar a la mujer en el puesto, colocaran carteles donde le pedían a la gente que no intentara tocar al pato, que las perras salchichas que siempre estaban en el lugar con él eran sus "hermanas" y que si lo veían recostado junto al árbol del lugar no lo molestaran porque estaba durmiendo.
Denuncia por ataque a perros y la orden de retirar al pato del centro mendocino
El 25 de julio, la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza labró un acta intimando a la dueña del pato y responsable del puesto de flores a llevarse al ave del lugar y solicitándole que no volviera a llevarlo al sitio. Una denuncia referida a que Juan había atacado a algunos perros que pasaban por el lugar fue el desencadenante de esta medida, que también se fundamentó en la máxima de priorizar el bienestar animal y la tenencia responsable de mascotas.
Embed - Los videos que complican al pato Juan. El ataque a perros y la viralización de la noticia
"Margarita lo llevó a su casa y ahí está ahora. Por lo que me ha contado, Juan está mal, sufriendo y está estresado. Se queja mucho, extraña a la gente. Y es que su 'hábitat' es la calle San Martín. Además, hay que tener en cuenta el vínculo de aquello que se conoce como familia interespecie", describe a Los Andes el abogado Oscar Mellado, especializado en derecho animal y quien ha presentado el pedido para que le permitan a Juan volver al centro.
Como pruebas y para reforzar la decisión, la comuna capitalina cuenta con una serie de imágenes en video (compartidas en las redes sociales) donde se ve a Juan "torear" y picotear a algunos perritos.
"El mismo día en que la Municipalidad intima a Margarita para que retire al pato, le piden que haga un descargo. Eso fue lo que armamos y presentamos, con el argumento de que el animal es un ser sintiente y un sujeto de derechos que tiene emociones. Está comprobado científicamente y hay que atender esos derechos y protegerlos. Por eso hemos pedido a la Municipalidad que revoque la decisión administrativa y permite que se reintegre el animal", describe Mellado.
Desde la Municipalidad de Mendoza, en tanto, destacaron que han puesto toda la situación a consideración de asociaciones proteccionistas de animales y del Colegio de Veterinarios de Mendoza para que ellos participen y expongan su punto de vista antes de reafirmar y revisar la decisión.
Pato Juan - firmas
Largas colas en el KM 0 para firmar por el pato Juan. A pesar de que la municipalidad dice que "no hay nada que hacer" ya casi llevan 3000 firmas.
Más de 7.000 firmas para que vuelva el pato Juan y la comparación con el tortugo Jorge
Los primeros días en que Margarita Flores abrió su puesto sin la alada compañía de Juan, la pregunta que más le hicieron tuvo que ver con el pato. Más, incluso, que el precio de arreglos, ramos y plantines. Y en la medida en que los peatones y habitués tomaban conocimiento de la disposición de la Municipalidad, surgió también la idea de juntar firmas para que "liberaran a Juan".
Así fue como ya se han superado las 7.000 firmas por el regreso del pato. Claro que, entre las voces en contra al regreso del ave al microcentro mendocino y a la jungla de cemento, se destacan quienes sostienen que nada tiene que ver este contexto con su hábitat natural. Ello, sumado al peligro latente de perros que puedan ser atacados o asustados por Juan, lo que los puede llevar a cruzar corriendo la siempre transitadísima Avenida San Martín.
El derecho animal y su vínculo con las problemáticas del ámbito social - Oscar A. Mellado
El abogado Oscar A. Mellado, quien pide por la vuelta del pato. Foto: Archivo Los Andes
"No se entiende por qué hay que estar angustiados si las elefantas del Ecoparque o el tortugo Jorge no estaban en sus hábitats naturales, pero al mismo tiempo se exige que el pato vuelva a estar en medio del centro", es el argumento más repetido entre quienes defienden la decisión de que Juan no esté en el Kilómetro cero.
"Es distinto. Porque el tortugo estaba preso, esa era una realidad. Y las elefantas son animales exóticos, que estuvieron en un pozo de cemento más de 40 años. Pero este patito ha estado en un clima familiar, por lo que ese argumento tendría que revisarse. De hecho, va más allá y debería revisarse el léxico y la terminología 'hábitat' para ver a qué se refiere", responde el abogado Mellado.