Impactante testimonio del incendio en la feria persa: “Perdí el trabajo de toda una vida, todavía no caigo”

Raúl es uno de los más de 85 feriantes que perdió toda su mercadería en el impactante incendio de esta madrugada en la Feria Persa Mendoza. “Es una desgracia”, destaca el hombre que, calcula, perdió -al menos- 10 millones de pesos en mercadería. Los damnificados solicitaron una nueva locación y un crédito como ayuda.

Impactante incendio en una feria persa: “Perdí el trabajo de toda una vida, todavía no caigo”. Foto: Mariana Villa / Los Andes
Impactante incendio en una feria persa: “Perdí el trabajo de toda una vida, todavía no caigo”. Foto: Mariana Villa / Los Andes

“Te lo cuento a vos y, en este mismo momento, lo voy procesando. Pero es como que todavía no caigo, porque perdí todo el trabajo de un año, ¡el de toda una vida!”. Raúl Ramos tiene 43 años, vive a 5 cuadras de la Feria Persa que esta madrugada se incendió y donde las llamas dejaron pérdidas totales, y sabe que tiene que volver a empezar, como sea y una vez más.

Raúl tenía 2 locales comerciales en el lugar, ambos del rubro de zapatería. Y, aunque no quiere ni pensar detenidamente en el valor de la mercadería perdida y consumida por las llamas, extraoficialmente calcula que son, por lo menos, 10 millones de pesos. “Nos dicen que, para que el seguro responda -o, al menos, Iniciar las gestiones- tenemos que presentar las facturas de toda la mercadería que teníamos en el lugar. ¡Pero esas facturas estaban en los locales y también se quemaron! O sea que tenemos que contactarnos con los proveedores y pedirles que nos reenvíen las copias”, reflexiona con dejos de resignación.

Feria El Persa
Feria El Persa

La habilitación municipal provisoria con que, supuestamente, contaba la Feria Persa a la espera de que efectivizara la contratación el seguro contra incendios también es algo que preocupa a Raúl y a los más de 85 feriantes damnificados en el predio donde ya es un hecho que hay que tirar todo abajo. Y es que, dentro de los trascendidos y ante la falta de confirmaciones oficiales, durante toda la mañana de este lunes se dijo que en el lugar estaban hasta los sensores anti incendios colocados, pero que no estaban conectados.

“Otra cosa hubiese sido el asunto si eso hubiera estado conectado y se hubiera activado la alarma y los rociadores. Eso sí, a nosotros nos cobraban las expensas todos los meses y, entre todos los ítems, estaba incluido el seguro”, cuenta el hombre, que llegó cerca de las 4:30 al predio ubicado en General Paz, entre Patricias Mendocinas y España.

“Es una desgracia”, repite una y otra vez el hombre, mientras camina en dirección a la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza, con la esperanza de que la comuna los autorice a trabajar en algunas de las ferias que no han sido habilitadas aún y que están en las inmediaciones. “Todos vivimos de esto, trabajamos para llevar dinero a casa. ¡Y hasta damos trabajo! Yo tenía a una chica que trabajaba en uno de los locales, ¿qué le voy a decir ahora?”, se lamenta, mientras va procesando y masticando, de a poco, lo ocurrido.

El llamado menos deseado

A las 4 de este lunes, Raúl Ramos recibió un llamado que lo sacó de la cama sobresaltado. Ya, a juzgar por la hora, nada bueno podía llegar del otro lado del auricular. “Me llamó una amiga que había ido a Buenos Aires, justamente a comprar ropa para vender acá, y a quien le habían avisado del incendio. Me vestí, me vine y me encontré con esta desgracia”, reconstruye el hombre, que no deja de recurrir a esa palabra y ese concepto para describir lo ocurrido.

Impactante incendio en una feria persa: “Perdí el trabajo de toda una vida, todavía no caigo”. Foto: Mariana Villa / Los Andes
Impactante incendio en una feria persa: “Perdí el trabajo de toda una vida, todavía no caigo”. Foto: Mariana Villa / Los Andes

A pocas cuadras de lo que hasta el domingo fue la Feria Persa Mendoza, ya el olor a quemado, el humo y las postales aventuraban un escenario digno del mismísimo infierno. Y, aunque no pudo acercarse ni al predio ni a donde estaban -hasta ese momento- sus dos puestos, supo que ya nada de eso quedaba en pie.

“Ya me he caído otras veces, pero siempre salí adelante laburando. Y ahora no quedará otra. Todos los días, de lunes a sábado, estoy en el negocio. Y los domingos, saco algo de mercadería para llevarlo a la Feria de Ugarteche y vender ahí, como para sacar alguna plata extra. De hecho, lo que no se quemó esta madrugada fue lo que pude sacar para llevar y vender en la feria”, agrega Raúl.

Feria El Persa
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Un predio alternativo y un crédito

Raúl y sus compañeros saben que de nada sirve detenerse a llorar sobre las cenizas de lo que alguna vez fue, sino intentar resurgir de ellas y volver a empezar. Por ello es que insiste en la necesidad de que les habiliten un nuevo predio -quizás alguno de esos proyectados para futuros persas y que nunca inauguraron en calle Godoy Cruz o General Paz.

“Esa puede llegar a ser una alternativa, que nos habiliten los puestos ahí de forma provisoria, y después organizarnos como una cooperativa en donde sea que volvamos. Y otra herramienta que nos vendría muy bien sería un crédito para poder volver a comprar la mercadería. ¡Pero no queremos que nos regalen nada! Sería un crédito, sin interés quizás, y que nosotros iríamos devolviendo poco a poco, con el dinero que hagamos trabajando”, insiste el comerciante, sin abandonar, aunque sea una mínima cuota de optimismo.

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