Diego Fernández Lima desapareció hace 41 años, sin dejar rastros. Ahora su hermano, Javier Fernández Lima, manifestó ante la prensa su dolor, impotencia y necesidad de justicia que lo acompaña desde aquel momento.
Javier Fernández relató la última vez que vio a su hermano y qué pasó en su familia. Un excompañero del colegio de la víctima sería un sospechoso.
Diego Fernández Lima desapareció hace 41 años, sin dejar rastros. Ahora su hermano, Javier Fernández Lima, manifestó ante la prensa su dolor, impotencia y necesidad de justicia que lo acompaña desde aquel momento.
El caso registró novedades esta semana, tras la confirmación del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Detalló que los restos hallados el pasado 20 de mayo, en una propiedad del barrio porteño de Coghlan, pertenecen al adolescente que estuvo desaparecido desde 1984.
El cuerpo apareció enterrado en una casa lindera al chalet que Gustavo Cerati alquiló entre 2001 y 2003. Por ese motivo el caso tuvo gran popularidad.
Javier, de 51 años, tenía apenas 10 años cuando todo sucedió. “Necesito justicia por mi hermano. Por mi papá, por mi mamá, por mi hermana”, expresó en una entrevista con América TV. “Tenía 15 años. No me entra en la cabeza. Era bueno, jugaba en Excursionistas. Iba al colegio, tenía amigos. Era un pibe de 15 años”, lamentó.
La víctima había sido vista por última vez el 26 de julio de 1984. “Se fue de casa comiendo una mandarina. Le dijo a mi mamá que se iba a la casa de tal y después al colegio”, recordó su hermano.
Esa noche, al no tener noticia de su paredero, la familia intentó hacer la denuncia en una comisaría de la Policía Federal Argentina, pero no se la tomaron. “Dijeron que se trataba de un abandono de hogar”, mencionó Javier. Sin embargo, la familia sospechaba otra cosa desde el primer momento.