Gael en libertad: el niño que desde su nacimiento había vivido en el Notti, pudo salir del hospital

Gracias a la solidaridad de mucha gente y al apoyo del hospital, el niño, que nació con una malformación intestinal, pudo alojarse en un departamento y comenzar una vida un poco más normal.

Gael, el niño que desde su nacimiento había vivido en el Notti, pudo salir del hospital.
Gael, el niño que desde su nacimiento había vivido en el Notti, pudo salir del hospital.

Dos años, dos meses y 10 días. Ese es el tiempo de vida que tiene Gael Tobio: el mismo tiempo que ha transcurrido en la habitación de un hospital debido a una malformación intestinal que lo mantiene conectado a dos vías para alimentarse e hidratarse.

Gael, oriundo de General Alvear, no ha llevado hasta hoy una vida normal. A diferencia del resto de los niños de su edad, ha visto pasar la vida a través de la ventana de su habitación, en el Hospital Notti, de donde nunca le habían podido dar el alta. Hasta ahora.

Contemplaba, desde su habitación, los pájaros, los colectivos, la gente pasar. Aquella habitación fue su mundo, entre jeringas, sueros, juguetes y lápices de colores. Hasta los enfermeros más cercanos se convirtieron en sus padrinos. Fue el mimado del sanatorio por años, meses, días y horas eternas que, con la cuarentena y las visitas restringidas, se hicieron más interminables.

El 9 de agosto, cuando Los Andes reflejó su historia y la de sus papás -que tienen otros hijos y que llevan una vida atípica-se activó una cadena de solidaridad. Porque la dificultad económica para alquilar un departamento en cercanías del hospital -ya que Gael debe ser alimentado por profesionales dos veces día- impedía a la familia poder “mudarse”. “Después de aquella nota, los llamados fueron incesantes. Le ofrecieron a mi esposo un trabajo en blanco y más cerca de acá. Y nos ayudaron a tener nuestro propio hogar, fuera del ámbito hospitalario”, cuenta Romina Véliz, feliz y abrumada.

No fue fácil esta nueva vida que ahora transita Gael. “Tanto tiempo en su habitación llevó a un proceso difícil de adaptación”, se sincera la mamá, que espera, a partir de ahora, un poco más de vida social para el niño. La visita de sus hermanas, por ejemplo, a quienes Gael casi no ha visto desde que nació.

Los vecinos mendocinos que han participado de esta cruzada prefieren mantener el anonimato. Simplemente se han visto conmovidos por la particular historia de un pequeño que pasó toda su vida en el Notti: allí, por ejemplo, festejó el 27 de julio su segundo cumpleaños.

La mamá de Gael agradece a cada instante la labor y el acompañamiento de todos los sectores del Hospital Notti y en especial a Casa Ronald Mc Donald, a metros de donde su hijo permanecía y donde ella descansa a la noche mientras su marido cuida a Gael.

“Todo el amor y la ayuda que hemos recibido tienen un valor incalculable para nosotros”, reflexiona, para agregar que este paso que ha dado la familia, no significa que el bebé esté curado, ya que aún debe estar conectado y cerca de los profesionales. Por ahora, dijo, es imposible regresar a General Alvear.

Una vida diferente

Gael nació con gastroquisis, un defecto en la pared abdominal, en el cual los intestinos salen de una pequeña apertura por los lados del ombligo.

Si bien fue intervenido de inmediato, su intestino resulta tan corto que no puede absorber nutrientes y está obligado a recibir alimentación parenteral a través de una vía central, y leche por una sonda nasogástrica.

Se trata de una patología denominada, precisamente, síndrome del intestino ultra-corto y el pronóstico depende de cada paciente. Por ahora, advierte su mamá, no existe otra manera de alimentarlo y la evolución la determinará el tiempo. Gael ha dado un gran paso y, por ahora, eso es lo único que importa.

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