El éxito confirmó que la expansión del evento fuera de Estados Unidos había sido una apuesta acertada. Aunque, para Nardella, ese logro no fue un punto de llegada, sino de partida: “El cierre del evento fue apenas el inicio de las ediciones 2026 y 2027 en mi carrera”.
¿Qué cambia al producir en Europa frente a Mendoza? Nardella evita las comparaciones simplistas. “Mendoza está muy avanzada, muy bien posicionada en el mundo del espectáculo a nivel internacional. Por otro lado, Europa multiplica la escala: la proximidad entre países convierte cada cita en un imán para audiencias masivas y diversas”, explica el mendocino.
En el caso de Comic-Con Málaga, esa diversidad fue tangible: visitantes de casi veinte países distintos participaron del encuentro. “Aquí trabajamos para públicos más masivos: 20.000, 30.000, 50.000, 100.000 personas”, detalla el productor.
Sin embargo, su método no cambia. “Mi bitácora de planificación por etapas, cronogramas estrictos, control de procesos, indicadores claros, es la misma que aplico desde los 19 años. Lo que varía es la escala y la capacidad de reacción que requiere cada entorno”, diferencia.
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En la producción del espectáculo de Luis Alberto Spinetta. 2010
Nertor Nardela
La elección de Málaga tampoco fue casual. “Como sede no fue un capricho”, subraya Nardella. La ciudad ofrecía una combinación ideal de infraestructura, conectividad y vocación de ciudad-evento. El Palacio de Ferias y Congresos de Málaga (FYCMA), con 82.000 metros cuadrados, permitió recibir grandes caudales de público, mientras que la hotelería, el transporte y el clima -similar al de San Diego- completaron el cuadro.
Tres pilares para una carrera: familia, formación y humildad
Cuando a Néstor Nardella se le pregunta por la fórmula de su éxito, no menciona la suerte ni el azar, sino tres pilares fundamentales. El primero es la familia. “Mis padres, Nicola y Alicia, me apoyaron siempre. En mi casa se respiraba cultura y arte”, describe.
Y evoca con cariño el tap de su padre napolitano y las castañuelas de su madre, que llenaban de música su infancia. De ahí surge una frase que repite con humor y gratitud: “Parafraseando a Fito Páez, mis padres financiaron mi locura”.
Esa “locura”, aclara, es la pasión sana por producir, por transformar ideas en escenarios reales.
Nestor Nardella con Juan Luis Guerra
El segundo pilar es la formación continua. “No me quedé quieto en cuanto a la capacitación. Tengo dos carreras de grado, un posgrado, varias especializaciones”, enumera. Esa formación le permitió moverse con naturalidad entre el lenguaje artístico y el empresarial, un equilibrio clave para quienes gestionan proyectos culturales en un mercado global.
El tercero es la humildad. “No habérmela creído, reconocer las raíces”, repasa Nardella. Esa actitud lo acompaña, tanto en su trabajo como en su rol familiar: “Les estoy transmitiendo a mis hijos, Valentina y Francisco, lo que mis padres me transmitieron, la posibilidad de crecer en cualquier lugar del mundo y desarrollarse como personas y profesionales”.
Para Nardella, la humildad es más que una virtud moral: es una herramienta de trabajo. “Permite escuchar, ajustar, sostener equipos y, sobre todo, aprender en contextos nuevos”, destaca.
Nestor Nardela
A finales de los 80, entrevistando a David Lebón .
Nestor Nardela
Público y escena: el calor español, el ADN mendocino
Desde su llegada a Europa, Nardella observó con admiración la relación del público español con la cultura. “El público aquí es muy cálido y valora profundamente el trabajo detrás de cada espectáculo”, advierte. Y cita ejemplos de su experiencia como espectador: “He visto a Sabina, a Fito Páez, a Lerner... y la gente acude en masa, sin importar el género, si percibe curaduría y organización”.
Al hablar de Mendoza, en cambio, su tono se vuelve cercano: “Mendoza es un semillero. En teatro y música y en sus múltiples cruces, la provincia demuestra talento, oficio y capacidad de producción”.
Y va más allá: “Estamos en condiciones de exportar cualquier tipo de formato para que triunfe en el mundo. Perfectamente se pueden igualar los artistas mendocinos en esta parte del mundo”.
No hay nostalgia en sus palabras, sino una convicción. “La calidad del trabajo mendocino no tiene fronteras, sólo necesita oportunidades de visibilidad”, resume.
Radio, curiosidad y los primeros pasos en la producción
Antes de los escenarios y los contratos internacionales, hubo micrófonos, grabadores y cintas. A los 17 años, Nardella fue director de prensa y difusión del centro de estudiantes del colegio Martín Zapata. Allí realizó su primera entrevista a David Lebón, en el hotel Huentala. “Un cassette, una charla y el descubrimiento de que la curiosidad podía abrir puertas”, recurda.
Nestor Nardella con Soda Stereo
A los 18, ingresó a la 100.9 Emisora del Sol, bajo la guía de Eduardo Bettles. Junto a Fernando Mancuso creó “El botiquín extinguido”, un programa que marcó a toda una generación mendocina en los años ‘80, y luego produjo “El Reporter del Sol”, una serie de entrevistas al rock nacional grabadas en Buenos Aires y emitidas en Mendoza.
“La radio fue el puente natural hacia la producción de espectáculos”, explica. De allí saltó a los escenarios, primero con artistas locales, después con giras nacionales y finalmente con producciones internacionales.
En ese camino, aprendió a construir equipos heterogéneos, leer audiencias, negociar presupuestos y mantener el rumbo, aun en el caos del backstage. Con el tiempo, ese oficio se volvió su sello y su nombre empezó a aparecer ligado a eventos de envergadura cada vez mayor.
Comic-Con Málaga: una cumbre pop con sello mendocino
Hoy, con la Comic-Con Málaga consolidada como uno de los eventos culturales más convocantes del sur de Europa, Nardella trabaja en su expansión. Las ediciones 2026 y 2027 ya están en planificación, con la mirada puesta en fortalecer el vínculo entre la industria creativa, las comunidades fans y el turismo cultural.
El productor insiste en que no hay secretos: “Es método, planificación y trabajo en equipo. Los eventos de este tamaño se sostienen en el profesionalismo de cada área, desde la técnica hasta la comunicación”.
Su visión combina precisión ejecutiva y sensibilidad artística. Habla del espectáculo como de un organismo vivo. “Cada evento tiene su respiración propia. El productor debe acompañarla, no forzarla”, sentencia. En ese equilibrio entre estructura y emoción, entre cálculo y pasión, Nardella encuentra su lugar.
Desde Málaga, mira a Mendoza con orgullo y pertenencia. “No me fui, me expandí”, dispara. Su frase resume el sentido de una carrera que, sin romper con sus raíces, logró proyectarse al mundo.