Los trabajadores del Hospital Garrahan, nucleados en la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT), iniciaron este viernes a las 7 de la mañana un nuevo paro en rechazo al veto del presidente Javier Milei a la Ley de Emergencia Pediátrica, una norma que había sido aprobada por el Congreso y que contemplaba mayores fondos y mejoras salariales para el emblemático centro de salud y otros hospitales pediátricos del país.
La medida de fuerza afecta el normal funcionamiento del Garrahan, ya que todo el personal médico y no médico adhirió a la protesta. Solo se garantizan las guardias y la atención de pacientes internados, mientras que las consultas y otras prestaciones fueron suspendidas.
En el marco del plan de lucha, los trabajadores realizarán una asamblea a las 13. Posteriormente, a las 15:30, se concentrarán frente al Congreso de la Nación para marchar hacia Plaza de Mayo, donde tienen previsto llegar a las 17.
El conflicto surge tras la decisión del Ejecutivo de vetar una ley que había recibido un amplio respaldo parlamentario y que respondía a las reiteradas advertencias sobre la situación crítica en la atención pediátrica. Con este gesto, el Gobierno vuelve a tensionar su vínculo con un sector esencial de la salud pública y expone a miles de familias que dependen de estos servicios a la incertidumbre.
Aunque el discurso oficial insiste en la necesidad de disciplina fiscal, la medida se interpreta como un retroceso en materia sanitaria y social, ya que afecta a uno de los hospitales más importantes del país en la atención de niños, niñas y adolescentes. La reacción de los trabajadores muestra que la política de ajuste del presidente Milei no solo golpea las cuentas públicas, sino también áreas sensibles donde las consecuencias recaen directamente en la población más vulnerable.